HEREDEROS

6. ¿Qué haces aquí?

Andrea se soltó bruscamente de Samuel y con una sonrisa se acercó a su hija quitándole importancia a la discusión que mantenía con su marido, se colocó a su altura y apartó su oscuro y rizado pelo hacía atrás.

Andrea: ¿Qué haces despierta? El médico dijo que debías descansar cariño.

Esperanza: me desperté con los gritos-miró a Samuel con un poco de miedo-pensé que te estaba pasando algo.

Andrea: nada de eso mi amor, ven... vamos a la cama.

Esperanza: ¿por qué te estaba agarrando?-Samuel y Andrea se miraron confusos de no saber dar una respuesta y él pasó las manos sobre su pelo.

Andrea: bueno cariño, los adultos no siempre se llevan bien y se entienden y... hoy estamos un poco nerviosos ¿verdad?-Samuel afirmó-pero mañana va ser un nuevo día y confiemos en que todo sea diferente ¿sí? Venga vamos a dormir cielo.

Agarró a Esperanza de su mano y la acompañó de nuevo hasta la habitación para de nuevo dormirla, mientras Samuel las observaba, resoplando por el momento que acababan de vivir, nunca se imaginó que su dulce Andrea fuese a reaccionar de aquella manera tan agresiva, ¿cómo una mujer que a sus 16 años era tan delicada había cambiado de esa forma a sus 26 años? parecía una fiera defendiendo lo suyo... aquello eran celos, celos de una mujer enamorada a la que pretendía volver loca.

•

Esperanza: mamá, Samuel me dio miedo-Andrea suspiró arropando a su hija nuevamente.

Andrea: Samuel está muy nervioso cielo... hoy fue un día complicado-besó su frente-tienes que dormir ¿vale?

Esperanza: me estas ocultando algo ¿verdad?-Andrea miró a su hija a los ojos... si tan solo ella supiera todo lo que estaba pasando en su vida, pero no, solo por ella debía callar y seguir adelante.

Andrea: Samuel tiene todo para hacernos felices cariño, es solo que tiene la mente un poco confundida ¿vale? Pero él nos quiere, de eso estoy segura.

Esperanza miró de nuevo a su madre no muy convencida de lo que le decía, pero se giró a un lado aferrada a la colcha de su cama y cerró los ojos para conciliar el sueño nuevamente, Andrea se quedó mirándola por un rato hasta que su respiración se volvió más profunda y pudo cerciorarse de que estaba profundamente dormida.

Salió de su habitación y observó el pasillo, las luces ya estaba apagadas con lo cual Samuel ya se habría ido a dormir, miró al otro lado y comprobó la tranquilidad de aquella casa, la cual imagino como un hogar ahora se estaba viniendo sobre ella, no quería estar allí, no si él la trataba así... caminó hasta su cuarto y cerró la puerta con lágrimas en los ojos.

Samuel: ¿se durmió?-ella se sorprendió por su voz en las cuatro paredes de su habitación, rápidamente se secó las lágrimas para que no la viese llorar.

Andrea: si... se durmió, buenas noches-caminó hasta su armario para coger su pijama y él la detuvo.

Samuel: dejamos una conversación inconclusa.

Andrea: no me apetece seguir hablando contigo, Samuel...

Samuel: no quiero que vuelvas entrar a mi cuarto de esa forma y sin tocar-ella levantó sus cejas y abrió su boca indignada-y menos si una mujer está en ella.

Andrea: ¿ah sí?-él afirmó seguro de darle donde más le dolía-no vas a tener que preocuparte por eso, mañana mismo me salgo de esta casa con mi hija y de paso llamo a mis abogados para que el divorcio se tramite esta misma semana.

Samuel: te repito que no te vas a separar de mí-los ojos de Andrea se aguaron a la vez que Samuel la sujetaba del brazo-jamás te daré el divorcio mentalízate-Andrea se soltó bruscamente de Samuel y lo empujó.