33. Aclarar algunas cosas

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Ahora las palabras de Soledad unidas a lo que había pasado la noche anterior con Flavio, tenían a Irina de mal humor, sentía que no podía más con tanto misterio ¿Qué era lo que todos escondían en ese maldito pueblo? Molesta sin tener respuestas, decidió ir a busca al hombre que sabía que tenía todas las respuestas a sus preguntas, y aunque él no quisiera las iba a contestar, estaba harta, cansada de secretos, necesitaba saber la verdad.

Sin pensarlo más se subió a la camioneta necesitaba respuestas como siempre, condujo hasta llegar al lugar donde sabía que estaba ese hombre misterioso, un bandolero que le había robado el corazón, estaciono la camioneta y bajó de ella decidida a que Flavio le respondiera todas sus preguntas.

Irina: necesito hablar contigo-entró al taller furiosa, Flavio salió debajo de un auto, la observó con el ceño fruncido-quiero respuestas, necesito, no, es más ¡Exijo! Que respondas ¿Qué relación tuviste con Sofi? ¿Por qué dices que ella no se suicidó? ¿Quién era el novio de mi hermana?-Observó cómo se levantaba-o acaso ¿tú y mi hermana eran novios? ¿Tú fuiste el causante de su muerte?-Irina exigía respuestas pero no de la mejor manera se había cansado de ser dócil, de intentar encontrar la verdad de buena manera, ahora Flavio conocería a la Irina insoportable, la Irina altanera, él sólo la observaba, Irina cruzó sus brazos a la altura de su pecho mientras movía su zapato pegando contra el piso-¡Contesta! necesito respuestas, ni pienses que... -Flavio la calló con un beso, su altanería lo provocaba de tal forma que solo pensaba en callarla de aquel modo, la agarró firmemente de la cintura engrasando con sus manos aquel vestido fino que se había puesto exclusivamente para verlo, Irina respondía aquel beso sin importarle la suciedad de sus manos, salvajemente enredó sus manos en su pelo mientras notaba su lengua invadir su boca.

Ensimismados en la soledad de su taller bajó las manos desde su cintura hasta el norte de su cuerpo agarrando con pasión desenfrenada aquella parte tan exquisita de su cuerpo, caminó con ella hasta toparse contra la mesa de herramientas del taller, el bajó a su cuello para besarlo mientras por encima de su vestido acariciaba la curva de sus pechos, ella gimió inclinando la cabeza hacia atrás dejando que su pelo desfilara sobre su espalda mientras el elevaba su pierna para acariciarla por debajo del vestido.

Irina bajo las manos hasta el extremo de su camiseta y se deshizo de ella tirándola sobre el coche que estaba arreglando, observó su torso desnudo, lleno de pequeñas manchas de grasa y ambos se miraron sonriendo ante aquel escarceo que ambos estaban a punto de cometer... De nuevo Irina volvió a sus labios con urgencia, mientras que Flavio llevaba las manos a su espalda para bajar la cremallera de su vestido, a su vez ella llevó la mano a sus pantalones y los desabrochó, en seguida estos se desplomaron al suelo.

Flavio giró a Irina apoyándola fuertemente contra la mesa de las herramientas, inclinó su cabeza y comenzó a besar su espalda mientras deslizaba el vestido hacia delante, desde su posición ella se apoyó contra Flavio y notó su virilidad completamente erecta contra ella, el bajó su vestido, deslizándolo hasta los pies, la dejó en ropa interior a su merced, acarició la curvatura de su pecho nuevamente y devoró sus hombros mientras sus manos acariciaban su cintura.

Ella notó su mano en el extremo de su ropa interior, notando como débilmente se metía dentro de ella y acarició su intimidad con delicadeza, ella reaccionó con fogosidad mordiéndose el labio y se apoyó con las manos sobre la mesa, mientras Flavio se colaba entre los pliegues de su intimidad dispuesto a entrar dentro de ella con los dedos, separó las piernas de Irina con los pies y se coló dentro de ella, gimió alto y el dirigió la mano hacia su cuello, acariciándola con fervor bajo una sonrisa de satisfacción por tenerla así para él.

Volvió a meter los dedos un par de veces más, la giró quedando frente a ella y quito la ropa interior tanto la de ella como la de él, Irina se enfrentó a su oscura mirada provocada por el placer que ambos se estaban generando, la alzó sentándola en la mesa y se acercó peligrosamente a ella impactando de nuevo con sus labios, sus lenguas se encontraron y en ese encuentro se provocó el primer impacto de sus cuerpos, Irina mordió el labio de Flavio ardientemente y el la agarró de la cintura.

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