– Bien día Stiles– John Stilinski, Sheriff actual de Beacon Hill's, tenía el puesto más mísero de todos, pero el ama proteger gente, aunque en los últimos años no puede ir matando leones de montaña solo porque si.
Era ilegal.
Así que solo puede mirar a las familias con cara de lastima, llendo a la morgue a reconocer el cadáver, sabía que su puesto es horrible, tiene algunas prestaciones, su seguro es... al menos cubría algunos medicamentos.
Como padre sabía que abandonaba a su hijo, por mucho que quisiera partirse en dos, lo hace, porque existía alguien en el hospital necesitando también de el.
Lo que más le dolía era dejar a Stiles sin comer, había pasado algunas veces en el pasado, pero la última vez le había dolido en el alma, estaba fracasando en ambos lugares.
Con su esposa, algunas veces Melissa tenía que hacerle favor de prestarle de la caja del hospital para poder cubrir las cuotas.
Con Stiles, como padre, ¿Que progenitor dejaba a su hijo sin comida? Uno muy cruel seguramente, la última vez que llegó, se encontró con una sopa instantánea sin abrir, encima de la isla de la cocina, lloro frente al cuarto de su hijo, Stiles se había acostado sin cenar.
Al día siguiente volvió a fallar, se había levantado temprano para hacer la despensa, pero por azares del destino no llego a casa, maldita la hora en que acepto ser el Sheriff.
Cómo Alguacil tenía más responsabilidades que los demás, revisar reportes, estar al pendiente de todos y cada uno de sus agentes, eran como hijos para él.
Si no era por que algo extraño sucedía, era porque en alguna parte requerían su presencia, si no era eso era correr al hospital deseando que al llegar no le dieran la terrible noticia.
Desearía ser un mejor padre.
– ¿Sucede algo?– pregunto Stiles extrañado, su padre nunca se levantaba para hacerle el desayuno.
Algunas veces desearía tener otro padre, tal vez uno que le amara un poco más, pero sabía que de entre todos su padre era el mejor a su manera, habia leído los expedientes privados, muchos de ellos por violencia doméstica, padres que abusaban de sus hijos, golpeadores y explotadores.
Todos y cada uno de ellos pudieron ser su padre, pero no lo eran, esa era la diferencia de todo, su padre tenía sus defectos, algunas veces se olvidaba de hacer la compra, pero afortunadamente siempre había algo que pudiera comer.
Algunas veces desearía tener otros padres, unos que fueran como los de la televisión, de esos a los que ni un rayo les afectaría, con desayunos los domingos, picnics en primavera, algunas veces desearía tener padres normales, unos que no se olvidarán de él, unos que no le dieran un muffin de la máquina, solo porque no hubo tiempo de comprar una tarta para su cumpleaños.
Pero aún con todo, sus padres eran los mejores, solo porque no le habían abandonado.
– Nop– mencionó John tomando los dos platos de tortitas para colocarlos sobre la mesa– solo quería hacer el desayuno– dijo moviendo la silla para que Stiles se sentará en ella.
Stiles tenía un sexto sentido, según su madre y Melissa, ese que le decía que estaba en problemas pero que al final de cuentas nunca hacia caso, ese sexto sentido ahora mismo le decía que su padre sabe lo de la biblioteca, incluso puede que supiera sobre los dulces que robaron– juro que no hice nada– soltó alzando las manos en paz, no se iba a delatar, uno de sus derechos era permanecer callado hasta que su abogado estuviera presente.
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Confuced Memories
FanfictionLa Historia se reescribió apartir de que un ser de ojos avellana dió su primer respiro en el pasado. Los finales felices no empiezan de la mejor forma. Solo basta con mirar el pasado; para comprender su nuevo presente. Las arenas del tiempo se mueve...