Confuced Memories

Hilos

– ¿Stiles?– Derek entró en la habitación de Stiles, terreno contaminado con la escencia del castaño, el lobo olfateo con gusto, no era una escencia viva pero si persistente.

– ¡Oh!– exclamó Stiles levantando su cabeza del mar de hojas de investigación extracurricular– ¿Qué haces aquí?– pregunto tomando todo con rapidez, no quiera que nadie supiera de eso.

– ¿Fabricas drogas?– pregunto el moreno señalando algunas hojas al final de la cama– ¿De que tipo?– pregunto con más curiosidad.

Stiles quedó pendiente a los movimientos del moreno, desde su primera lección de manejó había algo más, los ligeros revoloteos de su estómago se volvieron una cosa más extraña, era algo que empezaba en su estómago y expandía por todo su cuerpo como líquido caliente.

Ahora entendía menos.

¿Estaba enfermo? Tal vez ahora tenía una complicación, primero su corazón, su estómago y ahora el problema era resto de su cuerpo, tal vez se estaba pudriendo por dentro y no lo sabe– no son drogas– dijo con  algo de valor quitándole una hoja a Derek, nadie tenía que saber que el tenía eso en su cuarto.

Le matarían si se enteran.

– ¿traficas dulces?– pregunto sentándose al final de la cama, quedando de espaldas a Stiles, le gustaba estar en el cuarto del castaño le hacía sentirse en paz, conectado de alguna forma con aquel adolescente de su edad.

– No e... no... no es– menciono Stiles mirando tentativamente sus papeles para luego dirigir su mirada a la espalda del moreno– ¿no estás molesto?– susurro apenas separando sus labios, se sentía tan mal de haber destruido el carro de Derek.

El moreno se quedó mirando al frente perdido en sus recuerdos, pensando si la casa del otro Stiles sería igual, tendrían el mismo color de cuarto, tal vez incluso la casa Stilinski sería alguna otra– lo siento, yo no quise... en verdad no...– menciono más apenado, Derek ni siquiera le estaba respondiendo ¿Le odiaba?– tú puedes...– dijo bajando la mirada– tal vez te sentirías mejor si me golpearas– resolvió con algo de dudas, Stiles sabía que el moreno estaba enojado con él por haberse subido a una banqueta con el coche ¿Como demonios lo consiguió? No lo sabe, solo sabe que de un momento a otro Derek le estaba pegando al asiento con su brazo, preguntando una y mil veces si estaba bien.

– creo que no podría enojarme contigo– menciono dejando caer el resto de su cuerpo sobre la cama– aunque lo quisiera..– dijo dirigiendo su mirada al castaño, este se encontraba más al centro de la cama, en la posición de buda, con la espalda encorvada y la cabeza hacia abajo, Derek levanto ligeramente la comisura de sus labios, se veía tan adorable, tan desprotegido– creo que no podría hacerlo– concluyó finalmente, llevando sus manos hacia atrás de su cabeza.

– pero... yo he roto tu auto– confesó con pena, se sentía tan mal de ver el carro de Derek en esas condiciones, se sentía un más mal que el Sheriff le había gritado un par de veces al moreno sin haber sido realmente el culpable del desastre, por fortuna no había heridos o al menos agradecía que no había nadie tan serca como para serlo– yo... tal vez tú...– dijo colocando ambas manos sobre sus piernas, dándole un aspecto un poco más solitario– tal vez te sentirías mejor si me golpearas– dijo nuevamente levantando ligeramente su rostro.