Confuced Memories

¡Adopción de Perritos!

Ser conciente de que los problemas que te agobian son menores a los que probablemente agobien a otra persona, es más doloroso que intentar pasar un camino de vidrio con los pies descalzos.

La primera vez que lo vio supo que algo había diferente que no podía haber alguien tan miedoso como él, no ante el, bueno podía ser un poco intimidante pero como para que se pusiera a temblar no tanto.

Una de las cosas que admira de Stiles es esa parte de no dejar a sus amigos, al menos lo poco que a visto, tanto con Scott ese niño sigue sin caerle del todo bien, con Isaac que era más como ok tú tienes permiso de acercarte a Stiles.

Derek noto como su chico se ponía ligeramente triste, Isaac era un chico tímido aún cuando había ido varias veces al orfelitato, pero con Stiles incluso con Scott era más abierto. Su lobo noto el ambiente pesado después de dejar al joven Isaac en el recinto, de pronto la buena atmósfera se había ido por el caño.

No porque hubiera hecho algo, porque realmente no hizo nada, más que seguir a dos niños durante un largo rato, Stiles parecía empeñado en alejar a Isaac de su lado, pero supuso que estaba en modo protector, después de todo el pequeño de rulos si despertaba ese sentimiento de protección en el, no como lo hacía Stiles con su lobo, pero tenía ese instinto de protegerlo de igual manera.

– ¿Sucede algo?– pregunto Talia entrando al cuarto de su hijo, Derek salto en su lugar al escuchar la voz de su madre, había estado tan atento a su proyecto que ni siquiera había puesto atención, de hecho tampoco había puesto atención a la casa Stilinski solo para poder concentrarse.

– No– respondió de manera rápida, demaciado rápido para una respuesta real, Talia sabía que aún cuando el otro Stiles había conseguido borrar ligeramente la imagen de Peige en la mente de su hijo, está de alguna manera seguía apareciendo, recordándole a un ser como Derek que estaba marcado.

Talía podía ver solo con admiración a su hijo, no a este, no al niño que tiene delante, admira al joven; al otro, al Derek que podía mirar a través de los ojos de Stiles, un niño que había crecido demaciado rápido, que se equivocaba en sus decisiones y aún así estaba dispuesto a dar su vida para salvar a niños que lo creen de todo menos bueno.

Ese era el Derek que ella admira, al otro, aquel Alfa perdido como solía llamarle Stiles, Talia tardó en comprender los recuerdos, ver a través de los ojos de Stiles y anticiparse al futuro, se suponía que los cambios están prohibidos, que mover una roca de lugar significaría sacrificar a tu abuelo o matar a mucha gente, pero allí están siendo prueba viviente de que se podía.

Al menos en su mayor parte.

Aún no sabe hasta donde llegan los recuerdos de ese adolescente que llegó a completar el puzzle que era su familia, pero supone que aún cuando intenté adivinar el futuro las cosas llegarían antes de lo esperado.

Aún recuerda como su corazón se hizo pequeño al ver el rostro de Stiles, aquel niño que se miro solo una vez en el espejo antes de ir a despedir a su madre, sabía que cambiar algo en el pasado, cambiaría todo en el trascurso del presente y el futuro, ahora mismo lo está viendo con Claudia esa mujer debería estar muerta a esas alturas, pero allí está mirando florecer su jardín, siendo de alguna manera la chica que conocía muchos antes de todo.

No sabe que hizo Stiles para salvarla, no sabe si hizo algún tipo de pacto demoníaco, pero aún así, aún habiendo la posibilidad de que lo hiciera, solo puede ver la imagen de un joven fuerte, decidido un chico que estaría dispuesto a sacrificar su propio porvenir solo para traerle felicidad a los demás.