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*NARRA NIALL*

Tenía que decirle lo sucedido a ____, pero ¿cómo? No podía llamarla y decirle <<Hey, un loco acaba de entrar a la casa de tu mejor amiga, la mató y dejó un mensaje para ti en la pared>>.

Despues de un rato debatiéndolo conmigo mismo decidí que se lo diría al volver a casa. Volví a entrar a la habitación y el equipo de forenses estaba ahí.

-Lleva unas siete horas muerta – dijo Abigail Anderson, una de las doctoras – Tiene las pupilas bastante dilatadas, marcas en el cuello por presión, y esta completamente tiesa.

-¿Quieres decir que la ahorcó? – pregunté.

-Es lo que parece. Debemos llevarla a la morgue, hay que ver si hay lesiones de defensa. Rastros de piel debajo de las uñas, o algo de eso, aunque no lo creo probable.

-Está bien, le diré a Keppner que firme la orden y luego la llevan.

Bajé a hablar con él, le dije lo que me había dicho la doctora Anderson y lo convencí que lo mejor era que firme. Cuando lo hizo le dí la orden a la doctora y se la llevaron. Luego con Ashley nos quedamos a mirar el mensaje en la pared.

-Macabro – dijo ella.

-Demasiado –concordé.

-Después de esto no sé si es seguro que la tengas en tu casa, Niall, él puede atacarte a ti…

-No lo hará – la interrumpí – La única forma de llegar a ella es a través de mí. No le conviene matarme.

-Puede lastimarte, Niall.

-Daría la vida por mi novia, si fuera necesario.

-¿QUÉ? – se sorprendió.

-Ayer nos pusimos de novios, pero si abres la boca juro que te mataré.

-Niall, ¿te volviste loco? Pueden sacarte del caso, imbécil.

-No me sacarán, Roberts. La amo y no puedo hacer nada contra ello. Tengo que cuidarla, la necesito y siento que mientras estoy aquí es tiempo perdido, tendría que estar con ella en este momento, abrazándola y diciéndole que todo va a estar bien, explicándole lo que significa que el hombre que arruinó su vida haya escrito <<Te amo, ____. Viviremos felices por siempre y nadie merece estar más cerca de ti que yo. Nadie>> en la pared de su difunta amiga. Tengo que estar con ella para decirle que no puede volver a salir a correr sola, y que ahora es cuando debemos cuidarnos más que nunca. La amo, y ningún trabajo me impedirá decirlo, ni sentirlo.

Roberts se había quedado con la boca abierta. Dije todo lo que sentía y yo no era de los chicos más demostrativos. Esperé una cachetada, o algo de eso, pues ella siempre era muy profesional, pero para mi sorpresa, no fue así.

-Estas enamorado, Niall – dijo con voz amistosa – Te felicito.

-Gracias, supongo – le sonreí.

Keppner nos interrumpió bruscamente, y pensé que iba a decirme algo por la confesión que le acababa de hacer a Ashley.

-Tenemos noticias no tan buenas… - dijo.

-¿Qué sucede? – pregunté preocupado.

-El padre de ____ salió de la cárcel hace cinco minutos.

-Al menos descartamos que haya sido él – sugirió Roberts.

-Sí, pero a la vez, ____ queda en peligro de nuevo – dije - Roberts, asegúrate de que haya policía controlándolo. Quizás él nos lleve al pequeño “amigo” de ____.

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Me levanté de buen humor. Me dije a mí misma “Hola, ____ Horan” y sonó demasiado bien. Fui a correr y vi que había gente mudándose y me gustó eso. Nuevos vecinos a los que no tendría que mentirles, porque ya oficialmente era la novia de Niall. Cuando bajé, el guardia Joseph otra vez me miró de arriba abajo y eso me inquietó un poco. No le dí importancia y fui a correr. Antes de salir, alguien me tocó el hombro.

-Hola – me dijo una chica más o menos de mi edad.

-Hola – le respondí amablemente - ¿Puedo ayudarte?

-Solo quería presentarme. Mi nombre es Micaela y voy a vivir en el sexto piso. 

-Ah, hola. Soy ____ y vivo en el tercero – me sentí extraña al decir “vivo” porque aún no me acostumbraba.

-Un gusto. Sólo quería saludarte para no sentirme tan rara en este lugar y conocer a alguien.

-Oh, no hay problema, te acostumbrarás rápido – le sonreí mientras su madre la llamaba.

-Debo irme, pero me encantó conocerte.

-Igualmente – la saludé con la mano mientras se alejaba.

Seguí mi camino y corrí. La sensación que me causaba era tan linda como siempre. Corrí y corrí, no recuerdo cuánto, pero sé que fue bastante. Finalmente cuando ya anochecía y ví que Niall entraba con el auto, volví al edificio.

-Te ves bien – me dijo Joseph cuando entré.

-Uhm... Gracias – aceleré mi paso y alguien me agarró de la cintura.

-Está conmigo – le dijo Niall al guardia.

-Pero aun así…

-Aun así nada – le dijo cortante y me condujo al ascensor. Era como mi ángel guardián.

-Gracias – le murmuré aliviada cuando estábamos dentro del ascensor.

-De nada – me besó tiernamente en los labios - ¿Te hizo algo?

-No, nada. Estoy bien.

Llegamos a nuestro piso y él abrió la puerta de nuestro departamento. Me gusta como suena el “nuestro”. Hace algunos días atrás ni siquiera lo había pensado, pero hoy estaba más que feliz con que todo fuera de ambos. 

-Voy a ducharme y vengo, ¿sí?

-Espera… - me dijo con mala cara.

-¿Por qué tienes esa cara? ¿Pasa algo?

-Hay algo que debes saber. Ven, sentémonos en el sofá.

-Dime – dije preocupada mientras nos acomodábamos y me tomaba las manos.

-No sé cómo decirte esto… Él loco… Volvió a aparecer.

-¿Qué? – pregunté mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

-Esta vez fue más lejos…

-¿A qué te refieres, Niall? Yo estoy bien… a mí no me hizo nada…

-No es contigo. Es... Sophie…

-¿Qué hay con Sophie, Niall? Dímelo de una vez, esto no me está haciendo bien.

-La mató, ____. Mató a Sophie y dejó un mensaje para ti escrito en la pared. Lo siento muchísimo, ____.

Me quedé completamente helada. No entendía nada y me resignaba a entender.

Help Me [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora