Help Me [Niall Horan]

7

Era el primer beso de ____.

Él tomó las manos de ella para darle más confianza de que no le haría nada malo y ella al saber esto le respondió el beso que, aunque fue algo corto y pequeño, fue lindo a la vez.

-Esto… está mal… - se lamentó Niall.

-Lo sé, "no debes mezclar lo profesional con lo sentimental", lo dicen siempre – le dijo ella imitando el tono que usaban en el trabajo de Niall.

-Ya no me importa eso – suspiró – no voy a esconder lo que siento, pero no puedo decírselo a todo el equipo.

-Te entiendo, pero si quieres, no volverá a pasar, entiendo si te arrepientes…

-¿Arrepentirme? Jamás, fue muy lindo de verdad. - hizo una pausa y hubo un silencio incómodo - Ya… ya es tarde – balbuceó - Mejor será que vay a dormir – besó la frente de ____.

-Que descanses – le dijo ella totalmente ruborizada.

Niall fue a su propio gimnasio, necesitaba descargarse con algo y sólo empezó a pegarle a su bolsa de box. Estuvo así unos diez minutos y luego fue a ducharse, para después irse a acostar en su sillón.

____, por su parte, no podía dormir. Cuando se acostó, no pudo evitar tocar sus labios y sacar una leve sonrisa. Ella se estaba enamorando de él y ahora por fin lo aceptaba, pero no podían estar juntos por más que quisieran. Era imposible para ambos y no era seguro para Niall. Arriesgaría su vida y si algo le pasaba a su detective, ____ jamás se lo perdonaría. Hizo un gran esfuerzo para poder inhalar todo el olor de Niall de las sábanas y de su almohada y sacó una sonrisa de satisfacción, aunque se obligó a sí misma a no pensar porque según ella, Niall no sentía lo mismo.

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-Cuéntame todo, Horan – le dijo Ashley sentándose sobre el escritorio de él.

-No hay nada para contar – dijo cortante.

-Claro que sí hay, mira tu cara, estás como si fuera el fin del mundo. ¿No has dormido en años, o qué?

-La besé – susurró.

-Definitivamente, creo que te volviste loco, Niall.

-Lo sé, no debería haberlo hecho, pero ella… respondió, ¿sabes? No quiso quitarme, y no entiendo por qué.

-Yo sí entiendo por qué. Ella está enamorada de ti. ¡Felicidades, la enamoraste! – dijo sarcástica – Otra más de tu larga lista, Horan.

-No, Roberts, no es asi. Ella no es otra más de mi lista. Siento… cosas…

-¿Horan enamorado? Esto sí me preocupa…

-A mí también – los interrumpió su jefe, Keppner.

-Jefe… yo… - se excusó Niall.

-A mi oficina, Horan. AHORA – dijo firme.

Mientras iban, Niall no soportaba los nervios. Se estaba volviendo loco, no sabía qué le diría a su jefe, quien también era su amigo. Llegaron a la oficina, Keppner cerró las cortinas y se sentó en su sillón, haciéndole una seña a Niall para que tomara asiento. 

-Cuéntame…

-Señor, no hay nada que contar.

-Nono, idiota, como amigo. Te enamoraste de ____, ¿cierto?

-Sí. – suspiró - O al menos, eso creo. Solo la besé ayer, pero no fue la gran cosa.

-La tienes a tus pies, típico de ti, Niall.

-Ese es el problema, Arthur… No la quiero a mis pies para luego dejarla.

-Sabes que podría interferir gravemente en el caso...

-Lo sé, pero por favor, no me saques del caso.

-No sé si eso será posible, Niall, no sé qué pasará. Sabes que puede empañar tu desempeño en el trabajo y no puedo darme el lujo de permitir eso.

-Entiendo, pero entiéndeme a mí – le rogó Niall – Es la primera vez que me enamoro de verdad, y no sé si ella está enamorada de mí, pero de verdad la quiero.

-Ahh – suspiró Keppner - ¿Por qué siempre haces las cosas tan difíciles?

-No lo hago, solo…

Niall fue interrumpido por el sonido de la pequeña alarma que le había dejado a ____. Su corazón dejó de latir. Se miraron con Arthur y él vio la cara de preocupación y pánico del detective.

-Ve, no te sacaré del caso, pero cuídala. Mucho. - dijo seriamente.

-Por supuesto que sí, te llamo cuando tenga novedades – dijo Niall y bajó corriendo las escaleras.

Subió a su auto y se marchó lo más rápido que pudo. La casa quedaba a las afueras de Nashville y tenía usualmente casi media hora de viaje, pero no le importó nada más que la seguridad de ____ y llegó en quince minutos. El poco tránsito ayudó mucho y cuando finalmente llegó, apenas logró alcanzar a cerrar el auto y le extrañó que el guardia no estuviera, ya era el turno de él. Subió al ascensor y revisó que su arma estuviera cargada, la sacó de su estuche y entró al loft sin previo aviso con el arma en sus manos. ____ estaba acurrucada en el sofá cubriéndose la cabeza con los brazos, y Niall se abalanzó sobre ella apuntando para todos lados.

-Está bien, tranquila, ya estoy aquí, no llores – le susurró él al oído.

-Tengo miedo, no dejes que me haga daño – le decía ella entre lágrimas, lo cual bastaba para que el corazón de Niall se partiera en mil pedazos.

-¿Qué sucedió? – le preguntó preocupado – ¿Alguien te hizo algo? ¿Hay alguien en el departamento?

-Niall… - lo miró a los ojos, con la mirada triste y desesperada - recordé.. – soltó ella mirándolo profundamente – Estoy recordando algunas cosas, pero no porque sí.