-Estoy muerto de sueño, pero no quiero dormir – me dijo y puso el CD de Never Shout Never en un volumen más o menos bajo para que podamos hablar.
-¿Por qué no?
-Porque me gusta verte manejar. A demás, quiero estar contigo todo el viaje – bostezó.
-No se si será posible – reí ante su acto.
-¿Qué cuenta Liam? – cambió de tema radicalmente.
-No alcancé a preguntarle nada. Sólo se interesó en mí, como de costumbre – dije aún un poco pensativa por lo de Liam.
-¿Pasa algo? – preguntó Niall como si pudiera leerme la mente.
-Es que mi hermano me planteó un par de cosas que me dejaron pensativa e intranquila.
-¿Qué cosas, linda?
-Que no… - suspiré – no nos estamos cuidando… en “ese” aspecto.
-Yo… - Niall se quedó blanco – Soy un idiota.
-No, Niall, no tienes la culpa. Yo tampoco lo había pensado.
-Es que cuando estamos juntos no me puedo controlar. ¿Me perdonas? – me miró con ojos tristes – Juro que jamás volveré a cometer ningún error.
-Niall, no has cometido ningún error. Quédate tranquilo – tomé su mano – Ahora duerme un poco. Te despierto cuando lleguemos a Nueva York.
El besó mi mano, cerró sus ojos y al poco tiempo volvió a dormir. No había dormido nada por cuidarme, porque sabía que yo podía tener una pesadilla con lo que me había pasado y quería estar conmigo para cuando me despertara. Sin dudas, era el mejor hombre en el mundo.
Manejé varias horas, aunque no recuerdo cuántas.
-Niall, llegamos – susurré mientras me detenía al costado del camino, frente al hotel – despierta.
-Cinco minutos – protestó adormecido.
-Vamos, tontito – besé su mejilla.
-Otro – pidió.
-Despierta – besé con ternura sus labios y sonrió ya despierto.
-Solo quería un beso – dijo y lo golpeé amistosamente.
-Eres un tonto – reí - ¿Y ahora?
-Vamos hasta el hospital que queda a una cuadra de este hotel. Me curan la pierna y manejo hasta el lugar que reservé para nosotros.
Fuimos al hospital, atendieron rápidamente a Niall por ser un agente federal, le dieron antibióticos y le dijeron que podía manejar. Me puse feliz por él porque ama manejar.
Salimos de allí y Niall condujo varias horas más. Eran casi las diez de la noche y aún no llegábamos. Yo finalmente caí rendida y me dormí.
*NARRA NIALL*
Verla dormir me hacía muy feliz. Estaba tranquila a mi lado y me hacía sentir un buen novio. Estaba agotada luego de haber manejado tanto tiempo, y lo entendía. Yo me estaba muriendo de hambre y aún faltaban dos horas o más para llegar. Tomé un camino largo para distraer a cualquier persona que nos estuviese siguiendo y eso me había cansado muchísimo.
Quería terminar hoy mismo con el viaje, así mañana tendría todo el día para disfrutar con ____. Sin dudas, amaba a mi novia como jamás pensé que lo haría, aunque lo de no haber usado protección me tenía un poco preocupado. No quería que pasara nada malo con ____.
Entre mis pensamientos, el viaje se pasó rápido y finalmente llegamos. Bajé a ____ en brazos y mi hermana Lauren nos recibió en uno de sus hoteles.
-____ durmió desde NY hasta aquí – le dije a mi hermana mientras la saludaba.
-Imagino lo cansada que debe estar – dijo mi hermana – Te ayudaré con los bolsos.
-Gracias.
Subí al ascensor aún con ____ dormida como una bebé. Llegamos al último piso y cuando abrí la puerta de la suite, lo primero que hice fue llevarla a la cama. La recosté delicadamente y la tapé porque en Boston hacía frío, y ella solo tenía un vestido.
Salí del cuarto, entorné la puerta, sin cerrarla del todo, y Lauren ya había subido con los bolsos. Coloqué los bolsos en el living de la suite y ordené que me trajeran ravioles con tuco. Tenía muchísima hambre, y al ser el hermano de la única heredera, todo era más fácil.
-Entonces… ¿por qué está aquí? – preguntó mi hermana curiosa.
-Es un caso que viene postergándose desde hace unos cuatro años o más.
-¿Te acuestas con tu “caso”? – rió. A veces el sentido del humor de mi hermana no era tan lindo.
-Hey, no hables así de ella. Somos novios y estamos enamorados – me miró extrañada – Sí, hermanita. Estoy enamorado.
-Te felicito entonces. Jamás te vi tan loco por una chica – apretó mis mejillas como si fuera un bebé.
-Lo sé, es raro en mí – suspiré.
Nadie en mi familia estaba acostumbrado a que me enamore y menos a que mi madre no haya hecho un escándalo por llevar una chica a su fiesta, y que esa chica no fuese Mary.
Lauren me entregó los dos celulares que compró para ____ y para mí y llamé a Ash.
-¿Hola? – dijo ella.
-Soy Niall, ¿qué novedades tienes, Roberts?
-No vas a creerlo, Horan…
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Help Me [Niall Horan]
Fiksi Penggemar-Tengo miedo, Niall – soltó al fin, después de unos segundos. -¿Miedo de que? -Del loco, de ti, de mí, de esta casa, de todo. No me podré acostumbrar así como así. Siento que nos observa, todo el tiempo. Siento que está aquí, no me siento segura. -¿...