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-¡No es verdad! ¡No puede ser verdad! ¡No me mientas! – golpeé a Niall con todas mis fuerzas hasta que no quedaba nada más que hacer que llorar. Él me dejaba descargarme.

-Es normal que no lo entiendas, pero…

-NO, ella no está muerta Niall. Dame tu teléfono, voy a llamarla y te probaré que no está muerta.

-Toma – me dio su teléfono y marqué su número cinco veces pero estaba apagado. Me resignaba a creerlo.

-¿Por qué, Niall? ¡Ella no tiene nada que ver en esto!

-Dejó un mensaje escrito y decía que nadie tenía derecho a acercarse a ti, más que él, entre otras cosas.

-Eso significa que debo irme de aquí. Perdón por causarte tantos problemas – le dije secándome las lágrimas e intentando levantarme, pero él me tomó del brazo.

-Ni siquiera pienses en moverte del departamento. Es el único lugar donde estarás segura de verdad. Mañana tengo el día libre y aprovecharé todo ese día para estar contigo, y asegurarme que nada malo va a pasarte.

-¿Y Liam? – pregunté.

-Ordené que le pusieran seguridad las 24hs. Hay algo más que debes saber…

-No más sorpresas – le pedí en vano.

-Tu padre salió de la cárcel hoy.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Simplemente porque cumplió el plazo que había otorgado el juez.

-¿No es probable que el haya matado a…? – se me hizo un nudo en la garganta. Aún no quería aceptar eso.

-No, no es probable. Los cálculos no coinciden. 

Me sequé un poco las lágrimas, aunque fue inútil, ya que abracé a Niall y rompí en lágrimas de nuevo. De pronto tocaron el timbre y Niall fue a abrir. Yo me quedé llorando en el sofá.

-¿Qué sucede aquí? – preguntó el guardia de seguridad.

-Nada – le respondió Niall – Váyase.

-Es mi deber verificar que todo esté bien y que no haya violencia doméstica – insistió y vino hacia donde estaba yo, llorando.

-Váyase, ya se lo dijo mi novio.

-¿Se encuentra bien, señorita? – intentó tomar mi mano.

-No me toque – le dije elevando un poco la voz.

-No toque a mi novia, ¿le quedó claro, o se lo explico afuera?

-¿Qué ha pasado aquí?

-Nada que le importe, ¡váyase! – le dije más irritada.

Se levantó y se fue. Niall cerró la puerta y vino hacia mí. Se arrodilló a mi lado y me besó dulcemente. Secó todas mis lágrimas y me dijo que hablaría con el dueño del edificio para cambiar el guardia de seguridad. Fui a bañarme, aún estaba en shock y empecé a recordar todos los buenos momentos con Sophie. Tendría que llamar a Liam y contarle todo, pero me dolería demasiado, así que decidí que cuando saliera de ducharme, le pediría a Niall que lo llamara por mí. Terminé de bañarme, fui a la cocina y Niall accedió a llamar a Liam por mí. Lo hizo y luego terminó de cocinar, pero comió él solo porque yo no tenía hambre. Nada más me fui a dormir.

Cuando me desperté, estaba abrazada a Niall y eso me encantaba. Me levanté con cuidado para no despertarlo y fui al baño. Me miré en el espejo y me veía horrible. No podía verme peor. Estaba pálida, despeinada, con ojeras y me sentía muy mal. Salí del baño y para mi sorpresa, Niall ya hacía el desayuno.

-¿Te encuentras bien? – me preguntó. Me veía peor de lo que pensaba.

-No sé – suspiré.

-Ven aquí – dijo y me abrazó con mucho cariño.

-No tengo hambre – susurré mirando el desayuno que él había preparado.

-____, por favor, come un poco. No puedes estar sin comer nada.

-Está bien – accedí. Estaba tan débil que ni siquiera podía controlarme a mí misma.

-Me encanta dormir abrazado a ti, ¿sabías?

-A mí también – sonreí levemente.

Desayunamos en silencio y escuchando la radio. Después no sentamos en el sillón y hablamos de varias cosas y cada vez iba descubriendo que teníamos más cosas en común. Luego de un rato de charlar nos quedamos abrazados en silencio. Yo tenía miedo de que él no sintiera lo mismo, pero a la vez me sentía muy segura de él.

-Te amo – me susurró al oído mientras jugaba con mi pelo.

-Yo también te amo – lo besé delicadamente.

Parecíamos casados hace años, pero la realidad era que recién nos estábamos terminando de conocer.

Help Me [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora