Help Me [Niall Horan]

24

El viaje transcurrió tranquilo hasta el momento en que nos tuvimos que bajar del auto. Niall no exageraba, era casi una mansión. Pensé en que me tragara la tierra. Quería volver al departamento en ese instante. No quería tener nada que ver con esa gente, ahora entendía de dónde sacaba tanto dinero Niall. Mientras llegábamos a la puerta de la mansión, me contó que su familia tenía tres cadenas de hoteles y dos empresas. Todas manejadas por sus padres y sus dos tíos con sus esposas. Él me tomó de la mano, dándome seguridad para todo y me pidió que me tranquilizara. Estaba muy nerviosa. Niall era mi primer novio, y tener que conocer a mi suegra que ni siquiera le caía bien a su propio hijo, no era cuestión de mi agrado. Había algo que Niall no había mencionado, de lo cual me enteré en la entrada de la casa… era el aniversario de sus padres y estaba lleno de gente. Cuando Nialler se dio cuenta de que le había faltado mencionarme ese “pequeño” detalle, se puso muy nervioso. Quería matarlo, pero solo pude fulminarlo con la mirada, ya que nos interrumpieron.

-¡Niall! – una señora abrió la puerta y con elegancia saludó a mi novio.

-Hola, madre, ¿cómo has estado? – sabía que Niall odiaba ser formal, y quise reirme pero no pude.

-Bien, pasa hijo – la mujer me ignoró por completo.

-Madre, quiero presentarte a mi novia, ____ - dijo cuando entramos.

-Ah, hola – me dirigió una mirada sobradora.

-Buenas noches, señora Horan.

-Bueno, demasiada charla – nos interrumpió un señor que parecía ser el padre de Niall – Dirijámonos al salón de la fiesta, así comemos algo que muero de hambre.

En nuestro camino Niall me susurró al oído <<Tranquila, voy a compensarte esto dejándote ganar una guerra de cosquillas>>. Quise reírme, pero no podía quedar mal frente a mis suegros. Entramos al salón y conocí a la hermano de Niall. Parecía ser un chico agradable, su nombre era Greg. Era un salón enorme, en la casa. Era completamente increíble para mí ya que habían unas 250 personas, y el salón era demasiado lujoso. La cena transcurrió bien, aunque me aburrí muchísimo. Quedé excluida de todo tipo de charla, y la verdad, tampoco me molestaba, ya que yo no entendía nada de negocios, empresas y esas cosas, pero luego llegó la charla de cómo nos conocimos con Niall. Y por primera vez, creo que la hipnosis hizo un buen efecto y ya no sentí un estúpido nudo en la garganta.

-Cuéntennos – dijo la madre de Niall - ¿Cómo se conocieron?

-La conocí en un supermercado. Ella trabajaba ahí y cuando la vi ser tierna con unos niños que estaban perdidos, caí perdidamente enamorado. Le hice preguntas sobre los productos y luego iba todos los días al supermercado hasta que me decidí a pedirle su teléfono. Salimos varias veces y luego me animé a pedirle que fuera mi novia.

-Entonces, ¿hace cuánto salen? – preguntó Greg.

-Cinco meses – sonreí. Era mi primer acotación de la noche.

-Veo que están muy enamorados – dijo el padre de Niall.

-Sí, lo estamos - tomó mi mano por debajo de la mesa - ¿No es así, mi amor?

-Sí – sonreí tímida y mirándolo profundamente a los ojos.

-Bueno, ahora las parejas bailarán el esperado vals. Por favor todos al centro de la pista – dijo el organizador por micrófono.

Cuando el señor dijo esto, todas las parejas se abalanzaron a la pista de baile, aunque esperaron a que los señores Horan tuvieran su momento. Cuando la gente se les empezó a unir, Niall tuvo que bailar con su madre, así que me quedé esperando a Niall parada al costado de la pista. Él tomó a su madre y luego de un rato fue tomada enseguida por su esposo, para que bailaran. Niall aún seguía concentrado y bailando con su madre, entonces el señor Horan vino a buscarme a mí. No entendía absolutamente nada de lo que pasaba, pero tuve que ir igual y dar lo mejor de mí. Bailé unos segundos con el señor Horan y me dijo:

-No le hagas daño a nuestro Niall, y perdona los comportamientos de mi esposa.

-Jamás lo lastimaría. Él es muy importante para mí – me quedé relativamente sorprendida por lo que me había dicho.

-Pareces una buena chica, aunque según parece a mi esposa no le cae bien nadie…

-No se haga problema por eso, yo… - alguien tocó mi cintura.

-¿Me permites? – me dijo Niall y el señor Horan sonrió.

Niall me tomó por la cintura y me hizo girar y sentirme en el aire. Lo amaba y ni siquiera tenía una pequeña duda sobre él. En esos momentos en los que estaba bailando con él, no paramos de mirarnos ni un segundo a los ojos. Me sentía flotando.

-Te amo – me susurró al oído.

-Yo también te amo – le susurré.

-¿Puedo besarte? – preguntó.

-No tienes que preguntar – le respondí aunque moría de vergüenza.

Me besó delicadamente, apenas tocando mis labios con los suyos. Fue uno de los besos más tiernos, románticos y dulces que me habían dado. Nos separamos y mantuvimos nuestra mirada fijamente hasta que Niall fue a bailar con su hermana y yo fui a sentarme, porque no me sentía muy bien. Me dolía mucho la cabeza y los pies, porque los tacos me mataban. De repente, ví que Niall ya no bailaba con su hermana, como prefieran decirle… estaba bailando con Mary. Me sentí más que celosa y quería ahorcarla ahí mismo. Me controlé, sólo estaban bailando, y él tenía la presión de su madre sobre él. Me concentré más en esa escena y vi como ella se le lanzó para darle un beso a MI novio, MI Niall. Él, afortunadamente, corrió la cara y vino hacia mí, pero ella lo seguía.

-Perdón por eso, mi amor… 

-Está bien, Nialler, no fue tu culpa – dije mirando al piso. 

-No me dejes así, Nialler. ¿No piensas contarle a tu novia de nuestro hijo?

Se me heló la sangre.