Estando en el baño me encuentro más que incómoda, debe ser por todo lo que he comido. De una bocanada echo la pasta que Izan había preparado. Me levanto y enjuago mi cara con agua caliente. Mientras pasan los minutos me voy encontrando mejor y decido volver a donde está Izan.
Al entrar al cuarto rezo porque no esté despierto. Voy con cuidado y parece estar dormido, al volver a meterme en la cama no es lo mismo porque ya no estoy rodeada por sus brazos, maldigo y me tapo con cuidado.
-¿Donde estabas?-Habla un dormido Izan.
-Estaba haciendo pis-Susurro.
Sin ninguna contestación más vuelve a acurrucarme junto a él y vuelvo a estar en el paraíso. Minutos después quedo profundamente dormida en sus brazos.
(...)
Un ruido me hace sobresaltar de la cama. Abro los ojos y fijo bien mi vista, miro a mi derecha e Izan no se encuentra en mi cama. Me hubiese gustado despertar junto a él...
Toda mi tristeza se esfuma cuando lo veo aparecer con una pequeña bandeja que contiene un par de tostadas y un zumo de naranja. Demasiada comida para mí, otra vez.
-Toma, para mi pequeña princesa-Dice poniendo la bandeja sobre mí y dando un beso en mi frente.
-Eres el mejor.
Me dedica una gran sonrisa de satisfacción y se sienta a mi lado. Mientras desayuno a grandes esfuerzos parece darse cuenta que que estoy comiendo a la fuerza, pero no dice nada al respecto. Hablamos de que esta semana me incorporaré de nuevo al instituto para hacer los exámenes finales. Más tarde, Izan decide irse a su casa, no si antes asegurarse de que me he comido el desayuno entero.
-Iré a darme una ducha a casa, tengo también varias cosas que hacer del instituto, si quieres por la tarde noche me paso a verte-Sonríe y quiero comérmelo.
-Después vendrá Eli, en cuanto se vaya te avisaré.
-Está bien-Dice mientras llegamos a la puerta-Luego nos vemos.
Da un corto beso en mis labios y no quiero que se vaya. Acaba de salir y ya echo de menos su olor varonil, su manera de estar conmigo...
No puedo seguir pensando en el guapo de Izan ya que una angustia interrumpe mis pensamientos y me hace ir corriendo al baño, de nuevo.
Esta vez vomito el desayuno y al momento siento un bienestar recorrer mi cuerpo. Estaba comiendo demasiado entre anoche y esta mañana. Mi cuerpo no necesita tantas calorías.La mañana se me pasa repasando alguna que otra asignatura y limpiando un poco la casa. Eli me dijo que vendría después de comer, en realidad, quería venir a comer, pero le dije que no porque se pone muy pesada con la comida. Ella es la que más sabe de mi problema y no me gustaría que viniese y me preparase la comida del siglo.
A las dos y media de la tarde me como una manzana y me tumbo en el sofá. Esto de estar sola es un aburrimiento. Mientras cambio los canales de la televisión, suena el timbre.
-Sara, soy Eli-Dice desde fuera.
Desde que pasó aquel accidente ahora cuando alguien toca específica quién es, básicamente porque si no no abro.
-¡Hey amiga! ¿Como estás? Tienes muchas cosas que contarme-Dice riendo y se por donde va.
-Eres una cotilla, pero sí, tengo que contarte...
-AHHH LO SABÍA-Chilla emocionada y le chisto para que los vecinos no nos llamen la atención-¿Que pasó con Izan?
-Durmió anoche aquí, se ha ido antes de comer.
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El profe de historia.
RomantikDicen que la vida puede sorprenderte en cualquier momento, pero...¿estamos preparados para ello? Sara cursa su último año en el instituto, a sus 18 años está pasando por uno de los peores momentos de su vida. Un novio acosador, problemas alimentici...