Capítulo 42

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Hay momentos de la vida que te obligan a dar la cara, a afrontar cosas que intentas no afrontar en la realidad.

Pero mi realidad de ahora mismo es que tengo a Izan herido en un sofá, a Sara y a su madre con la boca abierta porque no sabían nada de esta situación y, a Héctor, que ha ido a por tabaco mientras Marcos anda suelto con sed de venganza por lo que Izan intentó hacerle.

Antes de nada, mi mente se ilumina buscando una solución para proteger a Héctor ya que a mí me toca dar explicaciones. Llamar a Mery para que lo encuentre.

—Disculpadme un segundo—Mi amiga y su madre siguen atónitas.

Mi frase las saca de su shock y Sara corre hacia Izan totalmente abrumada por el estado en el que se lo ha encontrado.

A los dos tonos, Mery descuelga.

—¿¡Dónde te habías metido!?—Su grito me hace despegar el móvil de mi oreja.

—Es una historia muy larga, debes de encontrar a Héctor rápidamente, por favor.—Suplico.

—¿Ha pasado algo?—Vuelve a preguntar.

—¡Sólo ve! No tenemos tiempo, prometo que te explicaré después. Ve al estanco que hay cerca de la casa de Sara, fue a por tabaco y aún no volvió.

—Está bien, estoy allí en dos minutos. Te voy a matar.—Cuelga después de soltar una de sus particulares amenazas.

Guardo el teléfono en mi bolsillo y me dirijo al salón, sabiendo lo que me espera.

Para mí sorpresa, Izan está incorporado en el sofá y Sara se encuentra a su lado, agarrando su mano con fuerza.

—Les he contado todo—Habla Izan mientras que su madre está descompuesta en el sofá de enfrente.

—Debisteis contarnos todo, os podía haber ocurrido algo—expresa Sara con los ojos llenos de lágrimas—Deja las cosas como están, te necesito conmigo—dice ahora dirigiéndose a Izan.

—Está bien—la atrae hacia él y da un beso en su coronilla.

—Marcos no puede quedarse en la calle—capto la atención de todos. Me miran sorprendidos—Tú mismo dijiste que quería venganza por lo sucedido, significa que estáis en peligro.

—¿Dónde está papá?—pregunta Sara mirando hacia todas partes.

—Salió a por tabaco.—interviene Izan sin quitarme la mirada de encima. Sabe que está tardando demasiado en volver con el maldito tabaco.

—Sí, debe estar al venir.—digo devolviéndole la mirada a Izan.

Lo que menos necesitan es pensar que Héctor está en peligro. Me siento realmente mal por pensar que estoy volviendo a mentir, a ocultar una situación que está pasando, pero es que miro sus caras y mi estómago se encoge, Sara no debería estar pasando por todo esto, ni su familia tampoco.

Espero ansiosa la llamada de Mery, ya ha pasado el tiempo que dijo e Izan capta mi nerviosismo sin llegar a decirme nada.

—Saldré a comprar algo para comer, ¿queréis algo?—Pregunto a todos intentado calmar la tensión que hay y a la vez creando una excusa para salir en busca de Héctor.

Izan hace el intento de levantarse pero un quejido sale rápidamente de su boca.

—¿Dónde vas?—Le pregunta Sara intentando ayudarle a levantarse.

—Voy a acompañar a Eli a comprar, mientras tú te das una ducha y te pones cómoda—acaricia su mejilla—Necesito andar un poco.

Lo sentencio con la mirada, sé perfectamente porqué quiere venir conmigo.

El profe de historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora