Capítulo 10

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Profe de historia: Quiero estar contigo.

Es justo en ese momento cuando las pulsaciones de mi corazón aumentan al leer su mensaje y miro a la misma dirección donde estaba, ahora solo se encuentra el otro hombre con el que hablaba. Dirijo mi mirada a la puerta y justo lo veo salir. ¿QUÉ SE SUPONE QUE DEBO HACER AHORA?

Sara, piensa. Si me voy detrás pensará que soy una desesperada o una cualquiera. Decido mejor contestarle al mensaje.

Sara: Tendrá que ser en otro momento Izan, justo ahora ya me iba...

Profe de historia: Te lo perdono si me prometes que habrá otro momento.

Sara: Te lo prometo 😉

Creo que esta noche no dormiré pensando en todo lo que ha pasado. ¿Izan con esta actitud hacia mí? ¿Que estará buscando?.

Decido irme de la fiesta más temprano de lo que tenía pensado, porque sé que si me quedo terminare yendo hacia dónde Izan. Llego a casa y me acuesto en la cama pensando en todo lo que ha pasado en la fiesta, Izan me ha besado...lo ha vuelto a hacer.

Cada vez que pienso en el beso mi corazón se dispara y mi piel se eriza. No puedo negar que Izan me está empezando a gustar demasiado y no debería de ser así, es mucho mayor que yo, y es mi profesor de historia.

(...)

-¿¡Por qué no te fuiste con él!?.-Grita Eli mientras vamos corriendo como cada domingo por la mañana en el parque que hay al final del pueblo.

-¿Como iba a irme con él? Es mi profesor por dios...-Digo y niego con la cabeza.

-Oh dios eres tonta. Izan está demasiado bueno...

-¿Y qué? No puedo irme a su con un hombre que es mi profesor y me saca no sé cuántos años, es de locos.-Digo recapacitando y Eli sigue dándome como caso perdido.

Al llegar a casa me doy una ducha y me pongo ropa cómoda para hacer los deberes de mañana. Antes de subir las escaleras para ir hacia mi cuarto escucho a papá y mamá hablando en la cocina.

-Amor, volveré lo antes posible.-Dice papá.

-¿Como se lo dirás a Sara?.-Ahora habla mamá y por su voz creo que está llorando.

-Ahora subiré a su cuarto para decírselo. Hey, mírame, no puedo irme sabiendo que te quedas así.-¿Irse? ¿Papá se va?

-Héctor vuelve pronto...te necesito tantísimo...-Papá abraza a mamá y se dan un tierno beso. Decido subir a mi cuarto antes de que papá salga. Mis ojos tienen lagrimas de pensar que papá se va a ir.

Cuando subo cierro la puerta de mi habitación y al instante escucho los pasos de papá subir las escaleras. Abre mi puerta lentamente y estoy de espaldas.

-¿Qué hace mi princesa?.-No le contesto ya que estoy llorando.-Sara...

Lo miro y se percata de que estoy llorando, inmediatamente viene y se sienta en mi cama.

-¿Escuchaste mi conversación y la de mamá no es así?.-Asiento lentamente y esta vez rompo a llorar.-Sara...no llores.

-¿A dónde te vas? ¿Cuánto tiempo? ¿Por qué?

-Tengo que irme a Irlanda por un tiempo, unos dos meses quizá...no lo sé aún. Es por mi trabajo pequeña, sabes que le prometí al abuelo que expandiría su empresa, estoy cumpliendo con mi promesa...

-Te voy a echar de menos papá...-Lo abrazo y él a mí.

-Y yo a vosotras, cuídame a mamá, sé que tú eres fuerte y ella también. Llamaré todos los días.

-¿Cuando te vas?

-Esta noche...

Doy un suspiro y me vuelve a abrazar. Dos largos meses sin ver a papá.

Al cenar los cuatro juntos, se le da la noticia a mi hermano también, el cual llora porque quiere irse con mi padre. Mamá mientras tanto no deja de llorar y papá la abraza y le susurra cosas al oído. Debe ser duro no ver a la persona que amas durante tanto tiempo...

Acabamos la cena y escuchamos un claxon en la puerta, debe ser el jefe de papá que viene a recogerlo. Lo acompañamos hasta la puerta y odio este maldito momento de despedida.

-Volveré lo antes posible.-Dice papá mientras abraza a mamá quien llora desconsoladamente.-No llores más amor, así no me iré tranquilo...

-Yo me encargo.-Digo sonriéndole a papá.-Vuelve pronto grandullón, te echaremos de menos...

-Os llamaré cuando llegue, cuídamela...-Me susurra antes de irse y termina saliendo por la puerta y despidiéndose de nuevo antes de subirse al coche.

Entramos y mamá se limpia las lágrimas.

-Se cuánto lo necesitas, pero volverá pronto...-Digo y la abrazo.

-Es tan difícil...-Dice dando un suspiro.-Cuando estés enamorada lo entenderás...-Me sonríe y sube las escaleras.

¿Yo enamorada? Para eso aún falta mucho...

Subo las escaleras al igual que mamá para irme a dormir, ya esta tarde y mañana hay instituto de nuevo.

(...)

Suena el despertador y la paro inmediatamente, odio ese sonido y lo odiaré el resto de mi vida. Me levanto y voy al baño, me lavo la cara, me miro al espejo y pienso: "Hoy tiene que ser un gran día".

Después de desayunar, vestirme...etc voy hasta la parada de autobús y finalmente acabo llegando al lugar que tantas ganas tengo de perder de vista.

-¡Buenos días!.-Escucho detrás de mí. Es Alex.

-Hey, ¿muy alegre vienes no?.-Digo con una sonrisa.

-O tú muy borde...-Dice riendo.

-Para nada, ya sabes mi humor de las mañanas...

-¿Como te lo pasaste en la fiesta de Sergio?.- Escucho esa frase e inmediatamente pienso en un solo nombre. Izan.

-Em...bien, estuvo bien.-Digo un tanto nerviosa y no sé por qué.

-¿Segura? Te fuiste pronto...

-Ya, solo estaba cansada.-Miento y parece que me cree.

Al llegar las demás entramos a clase, las tres primeras horas pasan bastante rápido, repasamos para los próximos exámenes y poco más. A segunda hora hemos tenido clase con Izan, no paraba de mirarme y de vez en cuando hacía alguna que otra broma...la verdad es que cada día me parece más guapo. Antes de salir de clase me ha guiñado un ojo y a sonreído. Eli y María se han vuelto locas al ver ese gesto de él hacia mi y yo solamente las mandaba a callar.

Como en cada recreo salimos a desayunar a la cafetería de siempre. Allí nos encontramos con más compañeros de clase y algunos profesores. Al entrar visualizo en una mesa a las compañeras de clase, en otra a Izan junto a cuatro profesores más.

Eli, María, Sergio, Alex y yo nos sentamos en una mesa.

-¿Que os parece si no entramos a las horas que quedan?.-Dice Sergio.

-Sergio...-Le regaña Eli.

-No, tiene razón. Mañana tenemos examen de lengua importante y las horas que quedan no son tan importantes...-Digo apoyando a Sergio.

-Entonces decidido.-Dice María.

Acabamos de desayunar y cuando pagan cada uno se va a su casa, yo quedo la última pagando en la barra junto a los profesores que han quedado últimos también.

Al pagar, salgo fuera y cuando voy a poner rumbo a mi casa, me encuentro a quien menos quería...

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Sorry por no actualizar chicas, he estado muy liada estas últimas semanas, mil veces os pido perdón. ❤️

Espero vuestros comentarios y opiniones, besos!

El profe de historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora