𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisoo

o c h o

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— ¡Esto es un desastre! — exclamó Jisoo.

—  ¿Quieres calmarte? No es tan grave... — respondió Jungyeon

— ¡Es grave!

— ¡Es solo un dibujo!

Ambas observaban el dibujo frente a Jisoo, quien había confundido por completo dos colores y ahora tenía un figurín con piel naranja.

— Necesitar dejar de dramatizar, Jisoo — dijo Jungyeon— Solo hazlo de nuevo y relájate. Además, ¡solo te falta uno!

Jisoo había estado inquieta toda la mañana, aún cuando iba bastante bien en cuanto a tiempo y deberes, se sentía extrañamente presionada.

— ¿Podrías decirme que ocurre? — insistió Jungyeon — Parece que estás a punto de tener un ataque cardiaco.

— ¡Nada! Solo estoy ansiosa... Creo.

Jungyeon bufó y puso los ojos en blanco, Jisoo podía ser toda una reina del drama cuando perdía el control. Jungyeon aún tenía montañas de tarea y estaba bien, mientras que Jisoo ya había terminado prácticamente con toda su tarea y estaba más ansiosa que un fumador en recuperación.

— ¡Suficiente! Después de clases iremos a por un café, hay una cafetería cerca de una estación a unas calles de mi casa. — declaró Jungyeon.

Jisoo no pudo discutir cuando Jungyeon la hizo callar con su dedo índice. Ella se limitó a hacer un puchero y mirar a su amiga de forma amenazante, pero ambas terminaron riendo.

Quizá Jungyeon tenía razón, debía relajarse sino terminaría enferma o algo peor. Jisoo se dio un par de palmadas en las mejillas y siguió con su trabajo, esperando que aquel café la relajara.

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— ¡¿Pero que te ocurrió?!

Al girar después de cerrar la puerta detrás de si lo primero que llego a los oídos de Jin fue el grito de Hyerin. Apenas y se había dado la vuelta cuando la chica se acerco frenética hasta donde el estaba y le observo como si no supiera quien estaba frente a ella.

Jin iba enfundado en su uniforme usual, cubierto con una chaqueta de mezclilla y una bufanda porque esa mañana había sentido mas frió de lo usual. Había despertado mas temprano de lo acostumbrado, aun cuando estaba exhausto debido a la sesión del día anterior. Seguramente nadie esperaba que llegara con aquel cabello que parecía recién salido de un salón de belleza costoso y lujoso, ni con la piel ligeramente exfoliada, cortesía de algunos productos que Julianne le dio para comenzar a cuidarse mas.

— Buenos días a ti también... — murmuro Jin antes de escabullirse a donde los casilleros estaban.

Hyerin observaba anonadada al ahora castaño de cabello brillante y piel impecable, ¿que se supone que le había pasado en tan solo un día? Por su parte Jin trato de no llamar la atencion mientras dejaba su mochila dentro del casillero y se colocaba el delantal.

— ¡Pero mírate! Hace unos días estabas tan abatido y triste... ¡Y ahora parece que alguien te hubiera preparado para un programa de televisión! — exclamó Hyerin.

— Solo es un corte de cabello — dijo Jin — no es nada de que alarmarse.

Jin se disponía a seguir con su rutina cuando la pequeña puerta se abrió de nuevo, Hani entraba envuelta en un abrigo y con su bolso al hombro. Hyerin y Jin la observaron mientras parecia guardar algo en su bolso hasta que su mirada se alzo topandose con ambos, abrio los ojos sorprendida y permanecio en el umbral de la puerta.