v e i n t i s é i s

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Un suspiro profundo del mismo cielo pareció provocar que los días se desvanecieran a una velocidad deslumbrante. Al igual que la nieve el frío Enero se desvaneció entre copos de nieve perdidos y nuevos rayos de sol hasta convertirse en un templado Marzo donde todas las cosas parecían volver a su habitual velocidad.

La vida en la ciudad volvía a su característica mezcla de energía y constante cambio. Las calles de nuevo eran transitadas por personas en todas direcciones mientras los sonidos de autos y personas hablando en alto llenaban el aire.

Alrededor se podía percibir la próxima primavera, con los árboles resistiéndose de verde y las flores parecían despertar poco a poco.

Pero la primavera podía traer consigo más que nuevas flores y colores al paisaje. El aire cargado de frescura y el sol cálido y brillante podían ser los ingredientes necesarios para que lo que permanecía oculto despertara.

Para que los sentimientos bajo el hielo de un difícil pasado por fin comenzarán a brotar entre dos jóvenes...








Después de una rutina en la caminadora y un poco de pesas Jin descansaba en una banca con una toalla sobre los hombros.

Los fines de semana aprovechaba sus mañanas en el pequeño gimnasio cercano a la agencia. No conocía demasiado sobre actividad física, por lo que sólo eligió el primer gimnasio que encontró. Julianne le había mencionado lo importante que era mantenerse en forma, dentro de su propia complexión delgada. La agencia se encargaba de ese pequeño gasto, ya que no invertían demasiado en Seokjin ya que él aún no viajaba o trabajaba lejos de la ciudad.

Estaba cansado, sus hombros y su espalda le dolían como si un auto lo hubiera arrollado, sudaba de forma exagerada y sentía su garganta seca. Ciertamente Seokjin nunca había sido aficionado a la actividad física, prefería simplemente nadar ocasionalmente o caminar a todos lados. Pero sabía que debía hacerlo si quería que todo funcionara como parecía que lo hacía hasta el momento. 

Suspiró profundamente antes de secar su rostro con la toalla y beber algo de agua. Con su mano peinó sus cabellos hacia atrás, despejando su frente del flequillo — cada vez más largo — para evitar que interfiriera en su visión.

— ¡Kim!

Una voz escandalosa llamó la atención de Seokjin, hasta que vio al encargado de sus rutinas acercándose a él con una sonrisa. Eso solo significaba problemas para Jin.

Las pesas están listas — sonrió el chico.

Haberse puesto a llorar habría sido más sencillo para Seokjin sino hubiera estado sentado frente a otras personas. Cuando Minho había insistido en imponerle una rutina con las pesas Jin insistió en que no era necesario, ya que no quería que sus brazos se marcaran demasiado, pero aún así terminó con pesas ligeras.

Estupendo... — murmuró el castaño con fingida alegría.

El joven entrenador sonrió mientras llevaba a Seokjin hasta la camilla donde una pesa aguardaba al castaño. Sin demasiadas opciones Jin se colocó en su sitio y espero a que Minho le ayudara para levantar la pesa.

Creo que deberías dejar la joyería en tu casillero a la próxima — dijo Minho.

Seokjin se dio cuenta de que Minho hablaba de su brazalete, el mismo que llevaba en su muñeca. Solía llevarlo consigo, incluso durante el trabajo en la cafetería. Solamente accedía a quitárselo cuando tenía alguna sesión y las estilistas le indicaban que no podía usarlo. Lo guardaba celosamente en su mochila junto a su móvil, y después de terminar con las fotos volvía a cambiarse y se colocaba de nuevo el accesorio.

𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora