𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisoo

d i e z

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La tranquilidad en el aire de un viernes cualquiera fue interrumpida de pronto por el sonido de la alarma, misma que dio por terminado el sueño de Jisoo. La pelinegra se vio obligada a abrir sus ojos de inmediato, asustándole en su profundo sueño. Se removió entre las sábanas mientras se acostumbraba a la luz que se colaba por las ventanas del apartamento. Pronto se encontró en ese momento entre la somnolencia y la conciencia cuando consideraba pasar desapercibido el despertador y seguir envuelta en los brazos de Morfeo. Pero cuando su mente pareció despertar se dio cuenta de que no era un día cualquiera, ni mucho menos uno para desperdiciar en cama.

<< ¡Hoy es el día! >>.

La joven se reincorporó rápidamente en su cama, estiró ambos brazos al cielo buscando desperezarse y buscó con sus ojos sus pantuflas. Había dormido temprano, había preparado su atuendo y su pequeño bolso con lo necesario para sobrevivir ahí la mitad del día. El reloj anunciaba que tenia media hora para prepararse, por lo que rápidamente fue al baño y se despojo de su pijama para tomar una rápida ducha. La emoción la movía mas deprisa que otros días, siempre procuraba ser rápida para no llegar tarde a la escuela pero esa mañana su sistema funcionaba en base a las grandes expectativas en que todo saliera perfecto.

El paso de agua se detuvo y con eso Jisoo salio a la habitación, envuelta en una toalla desde su pecho hasta sus rodillas. Con cuidado se acerco a su armario recorriendo su cabello aun mojado con sus manos, tratando de evitar mojar su ropa. Se decidió por un par de pantalones negros con una camiseta blanca y sus zapatillas deportivas para poder estar cómoda, presentía que seria un día ajetreado por lo que optaría por la comodidad ante todo.

Fue hasta el espejo que descansaba contra el muro cerca de su cama y comenzó a cepillar su cabello buscando que este se quedara lo suficientemente lacio como para amarrarlo sin problema si llegaba a molestarle. Se permitió maquillarse rápidamente para evitar que su rostro luciera pálido y después de dedicarle una ultima mirada a su reflejo fue a la pequeña sala. En la mesa estaba su pequeño bolso, donde se aseguro de tener todo lo necesario.

Fue rápidamente a la cocina y rebusco entre los anaqueles hasta que dio con un par de frascos de cristal. Debía llevar algo de comer si quería sobrevivir, por lo que tomo un poco de yogurt junto a un par de frambuesas y moras, le gustaban como desayuno rápido. Coloco algunas nueces y semillas en otros, ya que las almendras lograban mantenerla despierta si le pereza la molestaba entre horas. Era un pequeño truco que Jungyeon le había contado, su hermana solía comerlas cuando estudiaba hasta tarde.

Ya con ambos recipientes llenos y una botella de agua en su bolso, se aseguro de tener consigo su billetera y sus llaves, sus confiables audífonos junto a su cargador portátil y el cable de su teléfono. Además de su confiable bolso de maquillaje. << Nunca sabes cuándo necesitarás un retoque >> pensó para sí misma. Se seguro de que la dirección del lugar para la exhibición estuviera ya guardada en el bolsillo de su pantalón y con una enorme sonrisa fue a por una chaqueta. Aseguro la puerta, reviso la hora en su teléfono y con prisa salió del edificio hasta la entrada al metro, debía llegar en menos de veinte minutos, ya que les habían pedido llegar antes para poder ayudar a montar.

Conforme avanzaba entre la multitud para poder acceder al metro la emoción crecía en su pecho, como si ese día fuera... especial.

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Sumido en sus sueños Jin permanecía recostado en su cama envuelto entre las mantas que recién había colocado la noche anterior. El frió parecía aumentar y hacia días que en las noches se hacía imposible no temblar.