✨Bastó con unas semanas para que la carga escolar se hiciera presente. Después de no dormir en toda la noche y ducharse en menos de 20 minutos Jisoo caminaba decidida hacia su edifico.
Era momento de presentar la primera colección. El primer proyecto dentro de una de las clases más importantes en todo el programa de estudios.
Con paso seguro entro al edificio y fue directo al aula donde la clase se llevaría a cabo. Con 15 minutos a su favor Jisoo se permitió respirar profundamente mientras llegaba a su destino.
Un pequeño grupo de gente aguardaba junto al aula, incluso algunos recién terminaban de dibujar o cortar algunos detalles. ¿Cómo podían arriesgarse así? Si la profesora los sorprendía terminando el trabajo seguramente los reprobaría sin titubear.
Con un profundo suspiro Jisoo decidió ignorar a los demás y esperar a Jungyeon. El tiempo parecía dolorosamente lento y el miedo le hacía sentir un nudo en el estómago a la par que escalofríos.
Sin quererlo Jisoo recordó cierta parte de su infancia, cuando solía tener ataques de pánico cuando se sentía asustada o nerviosa en exceso. Había llegado al punto de llorar como una niña debido al pánico. Sin embargo no había sufrido una crisis así desde que sus padres se habían separado, cuando ella aún pensaba que todo aquello era su culpa.
Recordando algunos episodios poco agradables, hasta que sacudió la cabeza en busca de paz y se obligó a guardar la compostura. Estarás bien se decía a sí misma mientras sostenía sus bocetos contra su pecho.
Jisoo frunció el ceño cuando se dio cuenta de la ausencia de Jungyeon. ¿Dónde podía estar en esos momentos? La profesora había sido muy específica con la puntualidad, más aún en un día de entrega. Si Jungyeon no aparecía pronto podría quedarse fuera de la clase, y automáticamente reprobar la primera colección. Con bastante preocupación Jisoo buscó su teléfono, quizá tenía algún mensaje de su amiga.
El tiempo continúo pasando, y justo cuando se disponía a enviarle un mensaje a Jungyeon el sonido de un par de zapatos la hicieron mirar al final del pasillo. Cuando enfocó la vista vio a la profesora, que caminaba tranquilamente mientras revisaba algo en su teléfono. Uno de los chicos que recién terminaban su trabajo se dio cuenta, avisándole a los demás y escondiendo sus materiales.
Con velocidad Jisoo le envió un mensaje a Jungyeon, esperando poder ayudarla con alguna excusa. Jisoo odiaba mentir, pero sabía que aquello era de vida o muerte para su amiga.
La mujer se aproximó hasta donde Jisoo y los demás permanecían, saludo a todos y abrió la puerta del aula. Todos entraron detrás y tomaron asiento, mientras Jisoo permaneció observando la puerta.
— Buenos días — la voz de la maestra hizo que todos se congelaran en sus sitios — ¿Alguien está listo para presentar?
Un escalofrío recorrió la espalda de Jisoo, si Jungyeon no llegaba pronto estaría perdida. Nadie respondía, y la profesora observaba desde su escritorio como buscando una víctima. No me elija, haga lo que haga...
— Bueno supongo que yo tendré que elegir — dijo mirando a su lista.
Todos observaban al frente con nerviosismo, pero cuando la mujer estaba por hablar una figura apareció en la puerta.
— ¿Puedo entrar?
<< ¡Llegó! >> gritó mentalmente Jisoo cuando vio a Jungyeon quien parecía recién terminaba un maratón. Sostenía una bolsa de plástico y su mochila al hombro, su cabello sujeto en un moño desordenado sin rastro de maquillaje alguno en su rostro.
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𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisoo
Fanfic"Donde hay esperanza siempre hay dificultades..." • jinsoo • menciones de otras parejas •romance Ganadora del primer lugar en los BLACKTAN SPANISH AWARDS 2018 en la categoría de "JINSOO".