𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisoo

t r e i n t a y t r e s

⚠️
[Advertencia: Nota de la autora al final]
Celebración inminente.
Proceda con precaución.

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Para ese momento el sol ya se había escapado y el cielo estaba inundado de cálidos tonos anaranjados que darían paso a una noche estrellada. Dentro del departamento, recién habían terminado de ver una película. Habían pasado una tarde de maratón, acompañada de palomitas y frituras, pero sin olvidar el pollo frito. La pelinegra necesitaba — en palabras suyas— una distracción de la escuela.

Y así fue como vieron "Ni en tus sueños" por recomendación de Jungyeon, una película que narraba a grandes rasgos el enamoramiento de un gran ejemplar de "perdedor" y la típica chica inalcanzable y hermosa.

Seokjin odio sentirse identificado en más de una ocasión con el protagonista.

Fue divertido, muy explícito con un poco de humor negro y sexual; y además sumamente incómodo con aquel lenguaje. Jisoo había reído a carcajada limpia, encantada con la personalidad torpe y adorable del protagonista. Y por otra parte Jin había terminado obligándose a verla con la intención de buscar sus propias respuestas.

Para cuando la rubia despampanante y el chico torpe se besaron en medio de un aeropuerto, Jisoo aplaudía el romántico final. Seokjin evitó comentar lo obvio que había sido el final, simplemente para no arruinar el momento para la pelinegra.

Después de eso comenzaron otra película, compartiendo la comida mientras sus ojos permanecían atentos a la nueva trama.

Pero antes de que la siguiente película llegara, Seokjin le dio un vistazo de reojo a Jisoo. Sin darse cuenta su amiga se había quedado dormida sobre el sofá mientras abrazaba una almohada. Estaba cubierta de la cintura hacia abajo con una manta, su cabeza descansaba en el respaldo del mueble y sus manos permanecían quietas sobre su regazo.

Los días habían transcurrido rápidamente, Jisoo había vuelto a sus clases y Seokjin mejoraba gracias a los cuidados de la joven. Pronto se cumpliría una semana, por lo que Jin volvería a su hogar y así a su propia rutina.

Esa simple idea hizo a Seokjin suspirar, desilusionado de tener que separarse de Jisoo justo cuando parecía haber descubierto algo tan importante.

Jisoo, su mejor amiga — quizá en todo el mundo —, le gustaba.

Si, ahora estaba claro en su mente que la afinidad que sentía por la pelinegra parecía ir más allá de una simple amistad como había pensado antes. Tenía sentido cuando lo analizaba detenidamente, después de todo era la joven quien lo apoyaba en todos los aspectos de su complicada vida.

Aunque la idea aún lo hacía sonrojar.

Jisoo era la única que sabía acerca de sus dos trabajos, su situación respecto a la escuela y la triste historia sobre su familia y su aparente huida. Además, era difícil ignorar la forma dulce en que la pelinegra se comportaba con él — y con todos, en realidad—. Su amiga era amable, detallista, atenta, y además era bonita...

Seokjin sacudió la cabeza cuando se encontró a sí mismo divagando sobre Jisoo... de nuevo. Últimamente sus pensamientos parecían seguir ese rumbo con una facilidad preocupante.

El rubio observó de nuevo a Jisoo, dormida sin siquiera imaginarse que el corazón de Seokjin se agitaba cuando pensaba en ella como algo más que una simple amiga. Una sonrisa se dibujó en los labios de Jin mientras revolvía su cabello al encontrarse en esa situación.