𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisoo

t r e i n t a y c u a t r o

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El sol parecía golpear con toda su fuerza las calles de la ciudad, mientras los árboles presumían flores nuevas de todos los colores. La tarde había avanzado lentamente entre los anaqueles de numerosas tiendas, Jisoo y Jennie paseaban en busca de un nuevo atuendo para la castaña.

Ambas habían terminado con sus clases, era viernes y podían pasar tiempo juntas mientras Jisoo ayudaba a su amiga a elegir entre un vestido y otro. Era la cuarta tienda, pero Jisoo había descubierto recién que Jennie era todo un espectáculo cuando de compras se trataba.

— ¡Este es adorable! — exclamó Jennie tomando otro vestido.

— Eso dijiste de los últimos tres — respondió Jisoo.

Jennie ignoró a su amiga y lo llevó consigo mientras recorría el pasillo lleno de ropa. El evento en el hotel de su padre sería en la siguiente semana y quería estar maravillosa, iba a ser una noche importante para su padre y no quería hacer el ridículo o algo. Por ello habían recorrido todas las tiendas que se habían cruzado en su camino. Jisoo era muy objetiva con sus opiniones, lo cual Jennie apreciaba ya que probablemente ella se habría precipitado a comprar media tienda a la primera oportunidad.

— ¿Por qué no te pruebas los que ya elegiste? — preguntó Jisoo.

— De acuerdo, vayamos a los probadores.

Se dirigieron a la zona de probadores donde un par de sofás permanecían frente a los cubículos individuales donde los clientes podían cambiarse. Jennie entró a uno y comenzó a cambiarse mientras Jisoo revisaba su móvil; aunque ambas seguían conversando a través de la cortina que las dividía.

— ¿Entonces vendrás a la fiesta? — preguntó Jennie.

— No lo sé, Jennie. Tengo tareas, y además tengo que seguir estudiando para el examen de historia y el segundo parcial de francés...

— ¡Ya te dije que puedo ayudarte a estudiar! Lo hiciste bien en el primer examen, así que el segundo será pan comido. Además, te conozco; seguramente tus deberes no se juntan porque siempre estás haciendo tarea.

Jisoo sonrió ante la declaración, ella y Jennie se habían hecho amigas bastante rápido y ahora ambas eran más abiertas entre ellas.

— Está bien, supongo que puedo esforzarme y hacer toda mi tarea antes del viernes...

La cortina del probador se abrió, Jennie sonreía mientras aplaudía emocionada. Ahora la castaña iba ataviada con un vestido rojo con botones de perlas, escote amplio que mostraba sus clavículas y mangas cortas que parecían dos pequeños globos.

— ¡Ya verás que nos divertiremos! — exclamó feliz Jennie.

Después de eso Jisoo se dedicó a juzgar y valorar cada vestido que Jennie se probaba. El tiempo avanzó rápido mientras la castaña modelaba vestidos diversos, pero siempre había algún detalle que le impedía amarlo por completo. Para cuando Jennie termino con todas su opciones Jisoo estaba casi recostada sobre una montaña de vestidos.

— Deberíamos dejarlo así por hoy... hemos recorrido diez tiendas distintas, Jennie — dijo Jisoo antes de suspirar.

— Este bien, solo porque mi madre quiere que llegue temprano al hotel.

Las empleadas tuvieron que arreglárselas con aquel cumulo de prendas, pero aun así despidieron a las dos chicas con una sonrisa. Después, caminaron por la acera hasta donde Jennie tuvo que esperar por el auto que la recogería.