𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisoo

d i e c i s é i s

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El sol casi se ocultaba por completo para cuando Yoongi y Jin terminaban de comer. Después de caminar un par de calles llegaron a un pequeño restaurante donde, para sorpresa de ambos, descubrieron que tanto Jin como Yoongi gustaban del sashimi. Sin mucha espera ordenaron y comenzaron a intercambiar palabras con más facilidad.

Habían hablado de forma más relajada, incluso Yoongi había hecho un par de bromas haciendo a Jin reír. El pelinegro era bastante agradable, si lo escuchabas podías hablar con él por horas, era bastante ameno cuando relataba algo y parecía alguien de convicciones bastante claras. Parecía serio al principio pero a Jin le agradaba, parecía despreocupado y tan dueño de su mismo.

Ahora Jin sabía que Yoongi trabajaba en la agencia como asistente de fotografía y estudiaba a medio tiempo en la universidad, pero a diferencia de lo que Jin creía Yoongi no estudiaba fotografía.

— ¿Artes liberales? — pregunto incrédulo Jin.

— Si, recién termine el segundo semestre — murmuro Yoongi — Solo acepte el trabajo en la agencia para solventar gastos, y porque la fotografía me gusta.

Yoongi era apenas un año menor que Jin, con tan solo 20 años ya llevaba algunos años viviendo por su cuenta y trabajando en distintas cosas para mantenerse a flote en la ciudad, y eso solo dejaba a Jin aún más impresionado.

— Pero... creí que estudiabas algo relacionado a eso

— Técnicamente lo es, aunque no directamente... la fotografía es más un pasatiempo que se me da bien. No aceptaría trabajar en algo que no me gustara, así que por eso es que sigo ahí.

Jin escuchaba algo sorprendido, tenía la impresión que la fachada reservada y despreocupada de Yoongi ocultaba a alguien ambicioso. El castaño no pudo evitar sentir un atisbo de envidia, ¿Por qué parecía que todos tenían todo planeado a excepción de él? Era como observar a todos siendo "alguien" en la vida mientras él permanecía estático en un solo punto.

Al parecer Yoongi vivía junto a un chico que estudiaba en la misma universidad que él, aunque no en la misma carrera. Compartían un apartamento cerca de la escuela, y pagaban todos los gastos a partes iguales, además de que generalmente Yoongi ayudaba a su roomie con su pequeña estación de radio independiente.

— Entonces, ¿eres una especie de locutor? — pregunto Jin honestamente intrigado.

— Prefiero el término "productor", pero si — respondió el pelinegro encogiéndose de hombros.

La conversación siguió un curso agradable, aun cuando no lo parecía era alguien bastante conversador. Preguntaba lo necesario y no indagaba más allá de las palabras del castaño, lo cual Jin agradeció profundamente. Con algunas excepciones le contó a Yoongi sobre su huida de casa de sus padres en Gwanju porque quería algo distinto a lo que ellos deseaba para su hijo menor.

El pelinegro escuchó atentamente el relato del castaño, pensando en lo mucho que comprendía tener que lidiar con las expectativas de los padres. Para Yoongi pensar en vivir a la sombra de un hermano prácticamente "perfecto" sonaba como un dolor en el culo. Él mismo había tenido que levantarse de entre cientos de problemas y salir de su propia casa para perseguir sus sueños.

— ¿Y aún trabajas en la cafetería? — preguntó Yoongi.

El castaño se limitó a asentir antes de darle un último sorbo a su bebida. Para Jin era agradable poder sacar un poco de sus problemas en su pecho. Yoongi se reservó algún comentario, seguramente lo último que necesitaba era que le dijeran que hacer.