q u i n c e

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Después de algunos días más de trabajo y muchas horas de sueño perdidas Jin ahora iba camino a la agencia debido a que el señor Song le había llamado. Tuvo que responderle en el baño debido a que aún no terminaba su turno en la cafetería, pero afortunadamente le citó después de su hora de salida.

El castaño casi pudo sentir los ojos de Hyerin interrogarle después de terminar con la llamada y salir de vuelta al trabajo pero ignoro aquello y siguió con sus labores. El castaño prácticamente corrió hacia la salida cuando el reloj marcó su hora de salida, tomó sus cosas del casillero y apenas se despidió de sus compañeras cuando salió hacia la calle.

Salió del local y comenzó a caminar sobre las calles esquivando personas, pensando en que debía ir a la agencia para una "prueba". Se arrepintió de no llevar ropa extra al trabajo, porque ahora caminaba hacia la agencia enfundado en una camisa blanca abotonada y un pantalón negro recto que solo confirmaba que se trataba de un mesero. Al menos llevaba un abrigo algo largo, por lo que sí no lo pensabas demasiado le hacía lucir algo más formal.

El autobús llegó antes de que Jin llegara a la esquina, por lo que tuvo que correr para alcanzarle. Una vez arriba del vehículo se permitió respirar e incluso dormir en pequeños lapsos, procurando no perder su parada.

El camino fue algo tedioso debido al congestionamiento en el tráfico, pero después de media hora Jin bajo en la parada más cercana a la agencia y se dirigió hacia ahí. Pronto vio el enorme edifico con paredes de cristal donde todo se reflejaba, atravesó la puerta como de costumbre y le dedicó un saludo rápido a la recepcionista para después ir hacia el elevador.



El día había sido en cierta medida aburrido para Jisoo, quien recién terminaba con la limpieza de su hogar. ¡Vivir sola no era ninguna broma! La primera semana de sus vacaciones se había dedicado a poner en orden su apartamento, por lo que había comenzado organizando la cocina y sus materiales de la escuela. Limpió el pequeño taller de costura que había improvisado en una parte de la sala y el resto de la estancia para después sacudir toda la casa de arriba a abajo.

Se recordó enviarle un mensaje a su padre después para recordarle sobre la renta y el pago de los servicios. Definitivamente necesitaba conseguir algún trabajo, al menos algo para traer dinero y no esperar a depósitos bancarios, aunque con la escuela y todos los trabajos que eso implicaba no le dejaba demasiado tiempo.

Con un profundo suspiro terminó de colocar sus revistas sobre la pequeña mesa de café en la sala. Se estiró buscando reducir la pereza que ahora la invadía, podría ir a la cama y seguramente dormiría hasta el día siguiente pero aún era algo temprano.

— ¿Qué debería hacer? — murmuró para sí misma.

Jisoo revolvió su cabello con ambas manos y suspiro, se quedó observando alrededor su apartamento pensando en que podía hacer antes de que la hora de la cena. Pensó por un momento hasta que sus ojos se posaron en la pequeña máquina de coser que descansaba en la mesa de madera junto a uno de los muros de la estancia.

La pelinegra observó con curiosidad su espacio de trabajo, después fue hacia el pequeño baúl donde guardaba la tela que usaba para proyectos o alguna otra cosa. Recordó aquella tela que había conseguido en la ciudad, había olvidado por completo su idea sobre hacer un vestido para sí misma.

Con una sonrisa Jisoo corrió hacia su pequeña mesa de trabajo y comenzó a preparar todo.

Aprovecharía su tarde con un nuevo vestido.

𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora