𝑺𝒐𝒇𝒕 ✩ k.seokjin • k.jisoo

v e i n t i d ó s

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La mañana era fría y monótona, la temperatura parecía seguir bajando conforme el día avanzaba y para el medio día apenas había rastro del sol en el cielo. Era el comienzo de una nueva semana, y aunque Jisoo había intentado postergarlo por mucho tiempo ahora terminaba de empacar para viajar de vuelta a Gyeonggi.

Esa mañana había reservado un boleto para viajar en tren, por lo que tendría que dejar todo listo antes de las 4, ya que el tren salía de la ciudad a las 4:30. Había despertado algo tarde esa mañana por lo que seguía intentando ponerle orden al departamento.

Después de colocar la mitad de su armario en la valija y guardar sus objetos de higiene y algunos pares de zapatos, Jisoo reviso en su tocador para asegurarse de no olvidar nada. Su móvil permanecía cargándose sobre la cama mientras Roar de Katy Perry se reproducía, obligando a la pelinegra a moverse al ritmo mientras doblaba la ropa. Cantando con un inglés roto y organizando la segunda valija, Jisoo pensaba en el largo viaje que le esperaba.

Había hablado con Leehi por mensaje y su amiga se había puesto feliz al saber que podrían verse. No habían hablado desde las vacaciones de verano después de la graduación, y francamente Jisoo extrañaba a su amiga. En cuanto Jisoo le dio la noticia Leehi comenzó a planear cientos de cosas que hacer juntas, incluidas unas merecidas compras y quizá alguna visita a la estética donde siempre iban en busca de algún cambio de look. Ciertamente la idea sonaba tentadora, el estrés de la escuela había cobrado factura en la joven pelinegra, y dejarse hacer en algún lugar era una grandiosa idea.

—  I got the eye of the tiger... dancing trough the fire... — cantaba Jisoo, evitando las partes de las que no estaba segura como pronunciar.

Fue hasta el baño, tomo su nuevo shampoo con aroma a coco y vainilla junto a la crema corporal y a un par de mascarillas que había evitado usar. Volvió hasta la bolsa donde todos su objetos personales esperaban y después reviso la ropa una vez más. Se sentía extraño pensar en empacar para volver a casa pero no para quedarse sino para ser solo una visita. ¿No debía estar emocionada? Extrañaba a sus padres y a sus amistades, pero había un pequeño espacio en su mente que no parecía consciente del todo. Se había acostumbrado a la privacidad de ese lugar, a la libertad que vivir sola conllevaba y a la tranquilidad de ser solo ella sin situaciones externas preocupándole – además de la escuela, claro estaba-.

Termino con las maletas y después le dio una rápida limpieza a su habitación y al baño, para después ir a la sala y dejar todo limpio. Sabía que lo último que querría hacer al volver seria limpiar el lugar, por lo que procuraría dejar todo listo. Después de poner en orden todo en la sala se dio cuenta de que no había desayunado nada aun, y su estómago se lo confirmo cuando gruño por comida.

Fue rápidamente a la cocina y reviso en la nevera, aunque no había demasiado de donde elegir. Preparo rápidamente un bollo con pollo agridulce y un poco de ensalada, aunque estaba segura de que terminaría comiendo de nuevo en la ciudad antes de irse.

Ya después del improvisado almuerzo fue hasta su habitación y comenzó a cambiarse, decidiéndose por un par de jeans claros al tobillo y una camiseta blanca que le quedaba suelta a la cadera. Sujeto su cabello en un moño algo desordenado y después maquillo ligeramente su rostro, ya que el frio era ya algo agresivo para la piel.

El reloj apenas y marcaria la 1 de la tarde, pero Jisoo ya estaba lista para salir así que sin más tomo sus valijas y fue a por su bolso de mano y su teléfono. Se enfundo en un suéter rosado y sobre el coloco un abrigo negro, además de una delgada bufanda. Tomo las llaves de la pequeña barra de la cocina y fue hacia la puerta, dándole un último vistazo a su apartamento antes de partir. Intento mantener un buen ánimo, después de todo iría a unas pequeñas vacaciones en su hogar, y podría volver después para regresar a la universidad, pan comido.