;Conexión

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JooHeon abrió los ojos lentamente, le costó varios parpadeos poder mantenerlos a la expectativa de todo; su garganta se sentía seca y había un ligero cosquilleo recorriendo su pecho: algo le estaba haciendo falta. Se sentó sobre la cama que, después de observar con detenimiento, supo que le pertenecía y sencillamente se levantó de ahí, teniendo cuidado al caminar por la habitación porque todo estaba a oscuras. ¿Había sido un sueño la lucha que antes había tenido con los otros? ¿Por qué de repente estaba de vuelta en casa y no en donde estaba seguro que se había desmayado?

Con una mano tocó su frente porque de la nada había comenzado a sentirse mareado y decidió que bajaría a buscar a los chicos, seguramente ellos podrían explicarle las cosas. A paso calmado descendió por las escaleras y se extrañó de no ver a nadie. ¿Dónde era que estaban sus compañeros? ¿Era esto real?

-¿HyungWon? -cuestionó al vacío, ni siquiera obteniendo un eco como respuesta.- ¿Alguien está aquí?

-Solamente estamos nosotros.

El rubio dio un brinco en su lugar y se giró con el corazón en la boca mientras se llevaba una mano al pecho debido al susto que aquella persona le había causado, pero pudo respirar con normalidad cuando supo que se trataba de ChangKyun. Sus manos cosquillearon al verle, no sabía por qué estaba reaccionando así, mas se obligó a contenerlo. De un modo literal le estaba doliendo que el menor estuviese tan siquiera a menos de un metro de distancia. Tan lejos.

-¿Sientes esto?

-¿Ah? -JooHeon salió de su pequeño trance y observó al pelinegro.

-Esta cosa. Dentro de ti, o de mí..., o de nosotros -intentó explicar mientras veía sus propias manos y después las llevaba a la altura de su corazón.- Es tan raro. ¿No te falta el aire?

JooHeon asintió porque era exactamente como se estaba sintiendo, todas esas reacciones tan repentinas por la simple presencia del otro, no entendía absolutamente nada de lo que sucedía y no sabía cómo es que era capaz que ChangKyun estuviese pasando por lo mismo, pero estaba inquieto, necesitaba abrazarlo, besarlo, confesarse de una vez por todas. ¿Desde cuándo ChangKyun se veía tan lindo? El rubio tuvo que suspirar con fuerza para tratar de olvidarse de su ajetreado corazón, concentrarse en encontrar a los otros era su primer objetivo. Pero justo cuando estaba por volver a subir las escaleras, una mano lo tomó por la muñeca.

Su pulso se detuvo. Una especie de corriente se disparó por todo su cuerpo y lo único que pudo hacer fue voltearse hacia el chico y estampar sus labios en los ajenos. La inquietud se vio disipada por el simple hecho de estarse besando al fin con la que persona que secretamente tan feliz le hacía, estaba lejos de sentirse angustiado ahora, la boca de ChangKyun estaba haciéndole olvidar todo. Nunca antes había sentido tanta emoción y dicha al hacer algo tan sencillo como besar, pero entonces aquí estaba, enredando su lengua a otra en un baile por la victoria como si su vida dependiera de ello, satisfaciéndose totalmente con los sonidos que el pelinegro dejaba atrapados en su boca mientras sus manos hallaban lugar en la cintura del chico. No supo cuánto tiempo estuvieron sumidos en su propia necesidad pero fue consciente de que debían separarse para tomar algo de aire.

ChangKyun mantuvo sus ojos cerrados cuando estuvieron a milímetros de distancia, respirando agitadamente por la boca todavía sobre los labios de JooHeon.

-No sé qué ha sido eso -dijo apenas entre sutiles jadeos. JooHeon sonrió y dejó un pequeño beso sobre sus húmedos e hinchados belfos que tanto le tentaban.

-Yo tampoco.

-Tengo una idea mejor de lo que podemos hacer.

-Me gustaría saber de qué hablas.

W-ire  [JooKyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora