ChangKyun estaba sentado en un banquillo frente a una de las mesas en el laboratorio personal de JooHeon, viéndolo teclear en su laptop rápidamente, sin querer distraerlo, mientras escuchaban ambos las noticias en la radio. Desde su primer encuentro con aquellos seres, la misma nota se había estado repitiendo en distintas cadenas, todos parecían estar contentos de tener a su alcance a chicos con poderes, mas tampoco habían faltado esas personas que querían crear controversias a toda costa.
"... pero lo que digo es: si realmente son tan magníficos como todos presumen, ¿por qué han huido? Debieron haberse quedado y desmantelar la nave que todavía se encuentra moviéndose sobre distintas ciudades a lo largo del país. A mi punto de vista, no son más que unos adolescentes cobardes y asustados... La nación debe alzarse y pelear por su cuenta, no dejar eso en manos de personas especiales. Estoy seguro de que todos hemos visto películas de ficción; los superhéroes a menudo decepcionan a la gente que cree en ellos. ¿Qué es lo que sucede en ese filme donde un niño se convierte en adulto y consigue casi las mismas capacidades de Superman? Se aprovecha de lo que es y termina siendo un egoísta... Déjenme decirles que estos siete chicos van por el mismo camino..."
El pelinegro hizo pedazos la radio al arrojar con fuerza una pequeña bola de fuego sobre ella. JooHeon intervino antes de que su laboratorio se incendiara, en todo momento manteniendo sus ojos pegados al computador.
-Pudiste haberte levantado y apagarla.
-Ese sujeto es una mierda. ¡Nos está diciendo gallinas! Que le den -atacó el menor con el ceño fruncido.
JooHeon se tomó unos segundos para observar a su contrario y estiró su brazo para poder apoyar su mano en su mejilla; el sonido que se creó ante el choque de temperaturas le hizo reír, ChangKyun estaba literalmente ardiendo. -Ey, Kyunnie..., apaga esa llama dentro tuyo. Ese periodista siempre busca crear problemas, sólo nos queda ignorarlo y tratar de averiguar qué es lo que pasa con esto.
-Pero es injusto... El ejército ni siquiera ha movido un músculo para ayudar o intervenir ¡y únicamente nosotros tenemos la culpa!
El rubio le vio enrojecer una vez más y decidió que lo mejor sería acercarse. Se levantó de su sitio y aprovechó que ChangKyun continuaba sentado para poder abrazarlo, sintiendo bajo su tacto cómo el chico se relajaba entre sus brazos.
-Deja de pensar en ello, los chismes se crearán por cualquier cosa que decidamos hacer... Debemos concentrarnos.
-Odio que seas un sabelotodo -murmuró el menor con la cara pegada al pecho del rubio.
JooHeon dejó un beso sobre la cabeza de ChangKyun antes de apartarse para ir por su celular, que sonaba al otro lado de la mesa. Puso una expresión confundida cuando leyó el nombre del contacto: era el científico que estaba a cargo de él y con quien usualmente trabajaba.
-Lee JooHeon -respondió con calma, prestando absoluta atención a lo que le fueran a decir.
-Joven Lee, necesitamos que venga al laboratorio... Sabe de cuál hablo.
-¿Cuál es el problema?
-No hay ninguno..., esto podría ser más beneficioso que perjudicial.
-Lo siento, estoy... -echó un vistazo al pelinegro que le observaba y suspiró- algo ocupado aquí.
-Tenemos noticias de uno de nuestros trabajadores en China, quizá usted lo conozca: ¿Wang Jackson?
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W-ire [JooKyun]
FanfictionEllos son diferentes. Ellos son la única esperanza que el país tiene para acabar con una amenaza desconocida. Leales como bestias domesticadas, escudos para la sociedad, almas jóvenes dispuestas a dar su vida por cualquier cosa. Ellos son siete elem...