W-ire [JooKyun]

;Dudas

Terminaron encontrándose frente a un café en el centro de la ciudad, cerca a la zona donde JooHeon había aparcado la camioneta. Algunos estaban confundidos por el repentino mensaje de su líder que pedía que se vieran de inmediato, pero, a juzgar por el abrazo que le dio a ChangKyun tan pronto lo vio, pensaron que quizás el llamado no era por algo grave, por lo que se adentraron al pequeño sitio para conversar durante otro par de minutos.

-A penas tuvimos chance de comer, ¿qué fue lo que sucedió? -preguntó un preocupado ChangKyun, poniendo su atención en el rubio, a pesar de que este tenía la mirada perdida sobre un punto de la mesa.

-No lo sé -respondió él. -HyungWon, ¿puedes decirles?

-¿Decirnos qué? -esperó KiHyun más confundido, ya que había estado con ellos y no le mencionaron nada al respecto.

-En resumidas cuentas -comenzó el delgado, observando uno a uno a sus compañeros-, puede que suceda algo grande y debemos estar preparados. Tuve... Tuve uno de esos sueños.

-¿Lograste ver algo? -asustado, el pelirrojo cuestionó con cautela.

-No mucho. Es decir, nada en realidad. Todo estaba oscuro, pero... Había muchos gritos. No lo sé. Supongo que era una escena triste. Hay que cuidarnos.

JooHeon suspiró una vez más, no sabía con exactitud qué iba a suceder, pero le preocupaba que los involucrados fuesen él y ChangKyun. Agradecía que HyungWon no hubiese dado detalles, porque al menos a él lo dejaron bastante alterado. ¿Algo iba a pasarle al pelinegro de nueva cuenta? Ya no podía permitirlo.

-JooHeon.

Espabiló cuando escuchó su nombre, y elevó la mirada sólo para encontrarse con seis pares de ojos que esperaban algo de su parte. -Sí, ¿qué sucede?

-¿Estás bien? -quiso averiguar HyunWoo; JooHeon se sintió tonto por un instante, si quería que no ocurriera nada malo no debía distraerse.

-Estoy bien, debemos, eh, irnos.

-¿Compraron ya los víveres? -inquirió HoSeok.

-Todo listo.

××××

ChangKyun fue ligeramente movido para despertar. Abrió los ojos y bostezó, tratando de enfocar su vista luego para darse cuenta de que ya habían llegado a casa. JooHeon le dedicó una suave sonrisa y le quitó el cinturón de seguridad para ayudarlo a bajar del vehículo.

-¿Dónde están los demás?

-Ya han entrado, faltabas tú.

-¿Por qué no me despertaste antes? -preguntó el menor con fingida molestia. -Ahora me duele el cuerpo por tu culpa.

-Pues, disculpe usted, majestad -bromeó el rubio. -Permítame llevarlo como se merece -musitó mientras se agachaba frente a su pareja.

ChangKyun rio y no dijo nada, agradeciendo silenciosamente que JooHeon lo llevara en su espalda hasta los interiores de aquella enorme casa porque él no tenía muchas ganas de caminar.

-Oye, Lee.

-Dime.

-¿Puedo preguntarte algo?

-¿No lo hiciste ya?

El pelinegro mordió con suavidad la nuca del otro y JooHeon terminó riendo, deteniéndose una vez que llegaron a la puerta de la casa. -No seas tonto -dijo bajando de la espalda de quien era su novio.