;Final

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Cuatro años después...

Pequeños pasos resonaban en el suelo seguidos de otros más estruendosos. EunHyung corría lejos de las manos de su padre que trataba de alcanzarla para que se diera un baño, la niña había salido disparada tan pronto escuchó sus palabras y a ChangKyun no le quedó otra opción más que seguirla; no le molestaba que huyera de él, ambos se divertían mucho jugando de esa manera, pero le preocupaba que pudiera caerse y lastimarse, sobre todo cuando se estaba dirigiendo hacia las escaleras.

-¡EunHyung! -gritó, pero la menor, con una risita malvada, bajó rápidamente cada peldaño hasta que estuvo en la sala. ChangKyun apresuró el paso y la atrapó entre sus brazos, consolado por que ella estaba bien. -¡Te he dicho que no bajes corriendo, pequeño monstruo!

-Papáaaa, ¿podemos ved una pedícula? -pregutó ella ignorando sus quejas. ChangKyun chasqueó la lengua mientras la dejaba libre.

-Podemos, pero sólo si te vas a duchar.

-Okay, papá, me podtaré ben -juró con una enorme sonrisa, el ahora castaño aceptó y se inclinó para dejar un beso sobre su frente.

Tal como prometió, ChangKyun se reunió con EunHyung en la sala para ver una película. Decidió poner Los Increíbles porque le parecía una buena opción ya que estaba considerando hablarle sobre lo especiales que eran él y sus compañeros, probablemente para la niña sería un juego divertido, o eso esperaba que fuera, no quería que ella se asustara y temiera de ellos conforme crecía, además todavía seguía la duda acerca de si su hija tendría ya desarrollado algún don o no. KiHyun se acercó de pronto para pasar la tarde con ellos y no transcurrió demasiado tiempo para cuando el resto se les unió alrededor.

EunHyung veía asombrada cada escena y hacía preguntas que ChangKyun podía fácilmente responder, como, por ejemplo, si las personas con poderes existían y si eran tan geniales como los personajes que salvaban al mundo. Pero ella se emocionó especialmente por un momento en que Frozono convertía en nieve una ola completa.

-¡Papá, yo puedo! -chilló mientras se levantaba del suelo de un salto.

-Por supuesto que puedes, princesa -le dijo ChangKyun cariñoso para seguirle el juego, pero EunHyung frunció el ceño y apretó sus manitas en puño.

-¡Yo puedo! -al golpear con uno de sus pies, la madera quedó tapada por una pequeña capa de hielo que asustó a quienes se encontraban sentados en el suelo.

Ninguno dijo nada por unos segundos, todos estaban en una especie de trance, algunos hasta parecían querer llorar (como era el caso de HoSeok, que estaba bastante orgulloso a ese punto). ChangKyun se alarmó al escuchar los sollozos de su hija, por lo que, rápidamente y tratando de no resbalarse, llegó hasta ella para acurrucarla en sus brazos.

-¿Qué pasa, Eun? -sobó su espalda con cuidado y permitió que su mano libre se encargara de derretir el hielo del suelo, ya hablaría de eso con ella más tarde.

-T-Te enojas-te -moduló la menor tallando sus ojitos.

-No, bebé, nadie se enojó -se apartó de ella para tomar sus manos y limpiar sus lágrimas con dulzura. -Esto que haces es completamente normal, papá también puede hacerlo... y tus tíos.

-¿D-De vedad? -ChangKyun sonrió cuando el peluche de abejita de EunHyung llegó flotando hacia ellos. La niña abrió en demasía los ojos, pero más que lucir asustada, estaba alegre por que nadie la consideraba rara.

-Mira, KiHyun puede mover cosas con su mente -EunHyung abrazó a su peluche y observó a los mayores en la sala; ChangKyun volteó hacia ellos y comenzó a explicar. -MinHyuk puede correr muy rápido.

W-ire  [JooKyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora