12. Muchos problemas

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03 de Julio de 2016

Departamento de policía NY

5:10 pm

El día pasó rápido luego de lo sucedido con Alec. Cat y Ragnor siempre hacen que me sienta mejor, en un inicio ambos se pusieron bastante emocionales, me abrazaron y repartieron besos en toda mi cara en una clara señal de lo mucho que me habían extrañado, pero luego de esto el tema quedo zanjado y ninguno pregunto nada y se los agradezco infinitamente.

Me dieron de alta en el hospital hace una hora y vengo vestido con un pants sencillo en color negro que Cat saco de mi casa.  Tuve que venir de inmediato al departamento de policías pues esa fue la orden, aun cuando me sintiera cansado y con el cuerpo adolorido por los golpes y cuando la ropa cala por todas las heridas que ese hombre había dejado.

Me veo interrumpido por Alec, cuando entra a su oficina y se sienta justo frente a mí, tras él viene un joven de cabello rubio y ojos difíciles de no admirar.

—Magnus... ¿Qué tal te sientes? — Pregunta Alec.

—No puedo decir que bien, porque te estaría mintiendo, pero... mucho mejor. Gracias —

—Bueno Magnus, estas aquí para contarnos todo lo que recuerdes y como paso — Saca una pequeña grabadora de su escritorio y la coloca en la mesa, justo entre nosotros. — Todo será grabado con el fin de tener un registro para el caso, revisarlo y usarlo como prueba ¿estás de acuerdo?

—Claro.

—En ese caso comencemos, recuerda que no puedes dejar nada fuera, nada de lo que recuerdes.

—Lo tengo.

Les cuento todo lo que se, como pasaron las cosas ese día en la estación, como fue todo cuando desperté y deje los garabatos en las notas, como fue el primer día, incluso y por muy vergonzoso y humillante que me resultara les narre como abuso de mí y como por poco pasa de ser abuso a violación, intento describir todos los lugares y a la gente que estuvo el día que me encontraron.

— ¿Eso es todo? ¿No recuerdas nada más? — Pregunta el chico rubio.

—Es todo lo que recuerdo.

Pero al final mentí, porque no les conté todo, no les conté que la voz del hombre de los espejos me es familiar, que lo recuerdo y que puede que lo conozca, pero no es algo que pueda decir, no hasta que este seguro.

—Bueno... — Alec apaga el pequeño aparato lo guarda en la bolsa de su chaqueta. — Ahora Magnus, vamos a informarte un poco de lo que está pasando con el caso, porque eres una víctima y porque la información te concierne.

—De acuerdo...— Digo dudoso de querer saberlo.

—El hombre de los espejos no fue capturado ese día, por lo que sigue suelto, solo logramos retener a una de las mujeres que se encontraba en el momento, pero no fue mucha ayuda, no puedo revelarte el nombre, pero lo único que dijo fue que ella pago para tener una experiencia sexual, que no sabía que tan enserio iban con todas esas cosas de los videos gore. Así que al no tener muchas pruebas en su contra tuvimos que dejarla ir.

Intento mostrar que las palabras no me afectan, pero soy malo mintiendo y sé nota al instante por el temblor de mis manos.

—Jace... nos das un momento.

—Alexander...

—Jace...

El rubio niega varias veces con la cabeza, pero sale de la oficina.

Alec cierra la puerta con seguro y baja las cortinas, dejándonos solo con la luz de la habitación.

—Magnus, lo que te voy a decir es muy delicado y necesito que mantengas la calma lo más que puedas. — Yo solo asiento, no puedo hablar sin el miedo de echarme a llorar. — Las cosas no están muy bien, el hombre de los espejos... bueno, dejo una amenaza.

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