28. Traición

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Departamento de Alec
27 de Julio de 2016
12:37 am
POV Alec

Hacer el amor con Magnus fue una de las mejores experiencias de mi vida.
Sentir su respiración sobre mi cuello, en mi pecho, sobre mi piel.
Sus manos recorriendo mi cuerpo, como si intentara descubrirlo, grabarlo, inspeccionarlo.
Ser uno, escuchar sus jadeos, escucharlo gritar mi nombre, maldita sea es el sonido más hermoso.

Cuando clavó sus cortas uñas en mi espalda y brazos, dejando un camino de marcas rojas, mientras arqueaba su espalda y jadeaba más fuerte y eso fue lo único que necesite para liberarme dentro de él.

Bajamos de apoco del lugar a donde nuestro orgasmo nos ha llevado y entonces le veo, sus ojos me miran como si fuera la cosa más hermosa, me besa con cariño, sus rizadas pestañas bailan cada que parpadea y creo que no puedo tener mejor vista que esa,  me dejo caer sobre su pecho, nuestras respiraciones encontrando el ritmo perfecto.

—Magnus... no se si es muy pronto pero... debo decirlo, porque lo siento y porque lo deseo.

—Dilo ya.

—Te amo.

No se tensa, no se mueve, pero tampoco sale corriendo, solo acaricia mi espalda y traza pequeños círculos en ella.

He visto todo tipo de cosas, normalmente estoy preparado para todas las situaciones, pero ningún momento pudo prepararme para las palabras de Magnus.

—No es demasiado pronto Alexander, porque yo... también Te amo.

Sonrió como un bobo mientras me abrazo más a él.

Siempre he pensado, que con mi trabajo, con los riesgos que corro, jamás encontraría a una persona que deseara estar conmigo. Un trabajo como el mío no atrae fácilmente a alguien, es un constante estrés por tu vida, un constante riesgo. Cuando apareció Wes quite un poco esa idea, solo un poco, porque Wes era alguien que necesitaba ser protegido, alguien que me necesitaba y cuando murió, me sentí tan culpable que me encerré y jure no volver a compartir mis sentimientos con nadie.

Y entonces llego Magnus. Ya poco queda del Magnus que rescate en Tribeca,débil y lleno de miedo; aún cuando las pesadillas lo despiertan por las noches y yo lo tranquilizo con palabras de amor, Magnus cambio, ahora cada que lo veo en el espejo, lo único que veo es a un hombre que trata de recoger los pedazos de su alma y juntarlos, que intenta ser fuerte ante todo y que se propone a salir adelante. Esa es la diferencia entre mi amor con Wes a mi amor con Magnus, el no necesita que lo cuiden, porque es capas de hacerlo por su cuenta, es valiente y se preocupa por mi y me cuida a mi y cuando estás tan acostumbrado a cuidar, no sabes que hacer con esas emociones.

Es probable que esa sea la razón principal por la cual caí tan enamorado de Magnus desde el primer momento.

*****

Nueva York
27 de Julio de 2016
1:40 am
POV Magnus

El sudor corre por mi frente, mis ojos se abren de repente intentando localizar el sitio en donde estoy, parpadeo varias veces solo para recordar que estoy en la cama con Alexander.

De una forma u otra quedamos enredados, un lío de piel desnuda y respiraciones rítmicas.

Otra pesadilla, su máscara de espejos siempre está presente.

Miro el el reloj 1:40... puede que aún encuentre una tienda abierta, me levanto y coloco mis ropas, dejo un beso en la frente de Alec y salgo del departamento.

*****

Había fumado solo unas cuantas veces en las fiestas de la universidad, pero nunca había sido lo mío.
Pero hoy, la necesidad de fumar aumento de pronto luego de la pesadilla, puede que sea algo estupido, pero no pude evitarlo.

El humo del cigarro se pierde con el vaho del frío de la noche. Parado fuera de una casa a unas cuadras del departamento de Alec, fumo ya el tercer cigarro.

—Maldicion...

Lanzó el cigarro al piso, pues si sigo así, me acabaré la cajetilla completa. Miro a ambos lados y comienzo a caminar cuando una voz me detiene.

Su voz.

—Buenas noches Magnus.

No me muevo, no puedo hacerlo.

— ¿Te comieron la lengua los ratones?

Reaccionó de pronto y justo cuando intento correr, escucho como corta cartucho.

—Si te mueves, si giras, si haces algún movimiento en falso. Te mato ¿Quedó claro?

—S-si.

Intento sonar firme pero el miedo me traiciona.

— Bueno, aclaró el punto lo siguiente es muy rápido, puedes respirar que hoy no pretendo matarte querido. Verás necesito que hagas cosas por mi. Se que estás enamorado de Alec y será una lástima ver como traicionas su confianza, pero yo te necesito mas que él, resultaste ser más molesto de lo que pensé así que voy a usar tu inteligencia a mi favor. — Desliza algo en el bolsillo de mi abrigo. — Usarás este teléfono para hablar conmigo y de ahora en adelante trabajas conmigo.

— No.

El arma se pega más a mi cabeza.

— Yo creo que si gatito, verás si no cumples cada una de las órdenes que te doy... tu querido Alexander muere. Y sabes que lo cumpliré, o necesitas otra muestra.

Se que es capas de matar a Alec y no puedo permitir que nada malo le pase, eso no y no por mi culpa.

—Perfecto gatito, ahora regresa a casa con tu amante y mañana me pondré contacto contigo, más vale conteste el teléfono o ya sabes lo qué pasa. Cuenta un minuto y luego regresa a casa.

El minuto pasa y comienzo mi recorrido a casa, sin lágrimas, sin miedo, solo pánico.

Cuando entro veo a Alec aún dormido, descansando tranquilamente.

Le romperé el corazón, le haré daño, me dolerá... pero si eso significa ponerlo a salvo, soy capas de dar hasta mi vida por él.

No EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora