27. ¿Qué pasara ahora?

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Chelsea
26 de Julio de 2016
7:35 pm
POV Magnus

No tardo en identificar el cuerpo que yace en un charco de agua cerca de Verónica.

El cabello negro perfectamente acomodado sobre el agua, la piel pálida, los labios delgados y los perfectos ojos verdes abiertos. La única diferencia es el vestido; blanco como la nieve, solo son un par de gotas de sangre en el pecho, tan largo que es raro verlo en ella.

En el mismo lugar, varios pétalos de flores blancas y rojas adornan su figura y una corona de flores rojas evitan el contacto con la herida en su cabeza.

Es Camille.

— Si es Camille. ¿Cómo es posible? Hablé con ella por la mañana, ella...

—Contó más de lo que debía. — Termina Iz.

— Y tenía que acabar con ella de una forma u otra, pero ya no podía confiar más.

Alec acaba de decir las palabras correctas. El hombre de los espejos la vigilaba, por eso se fue con tanta urgencia, porque sabía lo que venía.

—Pero al final no lo traiciono del todo, ella coloco un micrófono en mi saco. — No sé bien porque intento defenderla.

— ¿Y si no fue ella? — Me dice Alec.

— ¿Y quién si no? Fue con la única persona que hable fuera de la oficina.

Algo no cuadra, pero no podemos saber qué es exactamente.

—Iz... ¿Qué fue lo qué pasó? — Me atrevo a preguntar al fin.

— A Verónica la hicieron desangrarse hasta la muerte, por medio de diferentes heridas y a Camille, fue un golpe en la cabeza y por como lo veo desde aquí, pudo estar viva por al menos 5 o 6 minutos.

Me pongo de cuclillas cerca de su cuerpo, sin alterar la escena.

— Lo siento Camille, es mi culpa que esto pasara, lo siento.

Su mano sobre mi hombro resulta ser todo lo que necesito para tranquilizarme. Me levanta y rodea en sus brazos con un abrazo.

— No es tu culpa, esto... le iba a pasar tarde o temprano, el único fin para las personas que se unen a estos "cultos" es la muerte.

Asiento mientras me aferro más a él.

—Detective Lightwood, esto es para usted.

El oficial le ofrece una nota, que Alec toma cuidadosamente.

"Siempre estoy un paso más adelante que tú, ¿aún no lo entiendes Alexander? Yo siempre gano. Siempre"

Entrega la nota a Iz y esta se encarga inmediatamente del embalaje de la misma.

Parece ser que tiene razón, por más que no es esforcemos... el siempre estará un paso más adelante.

****

Luego de horas en el lugar y otras tantas en la oficina, por fin podemos llegar al departamento, donde inmediatamente nos recostamos sobre la cama.

— ¿Que pasara ahora Alec?

—Seguir investigando, es todo lo que podemos hacer.

Me levanto y camino hasta estar frente al espejo.

— Entonces solo esperaremos a que pase algo más. — El saco resbala por mis hombros y lo coloco en el respaldo de la silla.

— No exactamente... pero, dejemos de hablar de trabajo.

En segundos Alec está detrás de mí, sus manos jugando en mi espalda sobre la tela de mi camisa.

Mil sensaciones comienzan a recorrerme el cuerpo y el deseo comienza a crecer sin poder controlarlo. Me pego más a él me inclino mi cabeza dándole acceso a mi cuello, uno que por cierto no duda en aceptar, pues al momento ya siento su boca en mi cuello, dejando un camino de besos húmedos.

Me giro de pronto para quedar frente a él y solo busco sus ojos para saber si estamos seguros de lo que vamos a hacer. Porque incluso en mi situación, no es solo sexo lo que quiero con Alec, quiero hacer el amor con él, porque los sentimientos que tengo cada que lo veo, cada vez que me toca, me besa o me abraza... no pueden ser algo pasajero, no pueden ser nada más que amor.

No sé si el me corresponda o se sienta de la misma forma, pero aún si no lo hace, yo tengo suficiente amor para los dos. Y pensando esto me doy cuenta de que ya no podría vivir sin Alec, que le quiero como no había querido a nadie en la vida.

Le beso sin pensar más y ya no se trata de un beso dulce, se trata de uno lleno de pasión, de uno que estaba desesperado por darle.

Sus ágiles manos desabotonan mi camisa y la deslizan sobre mis hombros en cuestión de segundos, para luego tomarme de los muslos y alzarme de forma que debo enredar mis piernas en su cintura.

Me besa de forma frenética como si no tuviera suficiente, yo hago lo mismo con él.

Me doy cuenta de que en verdad lo voy a hacer cuando estoy sobre el colchón ya en ropa interior y Alec se está desnudando para mí.

Estoy a punto de hacer el amor con el detective a cargo de mi caso, con Alexander Lightwood, con la única persona con la que deseo estar.

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