Capítulo 11: no puedo hacer que me ames.

4.7K 725 529
                                    

Jung Hoseok observo el tablero de ajedrez frente a él, con el ceño fruncido y tocándose el mentón en una pose pensativa y concentrada.

Su Rey estaba encerrado entre la torre, el caballo y un maldito peón. Y había perdido a su Reina minutos atrás cuando inútilmente creyó poder deshacerse del alfil de su oponente.

Pensó y pensó pero, por más que trataba de buscar una salida, siempre terminaba en Jaque. Se sentía tan frustrado que empezó a comerse las uñas. Siempre había sido bueno en el ajedrez y ahí estaba, recibiendo su primera paliza.

- Jung Hoseok, de verdad eres terrible en esto -comentó Taehyung a su lado, palmeando su hombro-. Te dije que mi abuela es buena pateando traseros.

Hoseok refunfuñó, aun mirando el tablero. No pudo más, así que acostó su cabeza en el regazo de Taehyung, inflando los cachetes.

- Hobi, ¿No vas a mover a tu Rey? -le preguntó la abuela Kim frente a ellos, dejando de lado su taza de té humeante.

Los tres se encontraban sentados en la cama del hospital, con un tablero de ajedrez puesto en la mesa de alimentación entre ellos.

- Lo siento, abuela Kim, me he dado por vencido.

Taehyung resopló, poniendo sus manos en el cabello de Hoseok e inconscientemente acariciando su cabello. Hoseok estuvo a punto de tirar a su Rey, sino fuera porque le dio un palmazo para evitarlo.

- ¿Cómo te das por vencido tan fácil? No creí que fueras así.

- Voy a morir de todas formas. No hay salida -rebatió indiferente. La abuela Kim los miraba de hito en hito, volviendo a posar sus labios en la taza-. Creo que se me murieron varias neuronas en el proceso.

- Ya lo sabía. Pero tu idiotez no es excusa para darte por vencido tan fácil.

Taehyung analizó la jugada, con lo mucho que sabía del ajedrez por su abuela podía darse cuenta que Hoseok tenía razón. Su Rey estaba en Jaque. Pero existía la mínima posibilidad de que, si la abuela Kim se descuidaba, el alfil que le quedaba a Hoseok pudiera liberarlo. Además, aun le quedaban cuatro peones, inútiles, en juego.

- Abuela Kim, usted de verdad es increíble en el ajedrez -le halago Hoseok, sonriente otra vez. Hoseok se sentó, volviendo a mirar a su Rey, para luego mover a su alfil-. Sé que moriré, pero Tae tiene razón, hay que luchar hasta el último aliento.

Hoseok dramatizaba, la abuela Kim no pudo evitar reírse por su expresión de tragedia.

- Adiós al reino de Jung Hoseok, querido por todos y odiado por muchos -siguió dramatizando, mientras veía como la abuela movía su torre quedando a la merced de su alfil. Hoseok se descolocó ante su movimiento-. ¿Está apiadándose de mí?

- No. -negó divertida su abuela-. Te estoy dando una oportunidad.

- Abuela Kim, usted es la mejor. Es un honor morir por sus bellas manos. -dijo Hoseok, tomando la mano de la abuela y depositando un beso en ésta. Taehyung le miró sorprendido y lo empujó fuertemente con su hombro.

- ¡Oye, pervertido, no profanes a mi abuela! -exclamó con el ceño fruncido, mientras Hoseok se alejaba de ella y tomaba la mano de Taehyung.

- ¿Qué?, ¿Quieres que te profane a ti? -bromeó, moviendo las cejas de arriba hacia abajo.

La abuela Kim vio como su nieto se ponía tan colorado -notándose aún en su piel canela- que incluso podía sentir el calor de su rostro emerger de él. Se sentía tan bendecida al ver como su nieto por fin era feliz, aunque fuera tan reacio a aceptar la razón.

Can't help falling in love. VHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora