Capítulo 15: tu silueta.

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Jung Hoseok sabía que cuando dos trenes van sin control en direcciones contrarias es imposible no colisionar. Y además, siempre habían puesto ese problema en sus preguntas de física en la escuela.
<< ¿Cuál es la fuerza de impacto entre dos trenes que chocan a tanta velocidad? >> No lo sabía. Ni siquiera ahora. Siempre odio física.

Pero ahora por lo menos tenía un valor aproximado, cuando cerró la puerta detrás de sí y estampó a Taehyung contra ella, besándolo de forma insaciable y profunda, con su lengua jugando con la de él en movimientos circulares que le provocaban punzadas de excitación bajando por su espina dorsal. Con sólo besarle de esa forma podía sentir como su ropa interior le apretaba y le cosquilleaban los dedos.

Estaba todo semi oscuro, la sala siendo solamente iluminada por la luz de los faroles fuera de la casa atravesando las cortinas transparentes. Eran las 03:30 am y recién habían llegado a casa, callados, esperando el momento preciso para quedarse solos y poder volver a colisionar.

Taehyung ya había perdido la cabeza, el miedo, su conciencia y a su corazón herido. Hace tiempo que no sentía ese calor entre las piernas subiendo hacia todo su cuerpo haciéndole estallar. La última vez que tuvo sexo con un chico -ese fue Jungkook y sólo cuando se emborrachaban lo suficiente- fue a principios del año pasado.

Ahora Taehyung estaba totalmente deseoso del calor ajeno, de ese sentimiento de placer que no se compara ni con el más sabroso helado de chocolate que podría probar en toda su vida.

Además, ya no podía negarlo. Le gustaba Hoseok. Le gustaba demasiado. Todo su cuerpo le llamaba hacia él por contacto desde que se besaron en aquel sucio callejón. Lo había estado ignorando todo lo posible, pero era imposible. Aun cuando se estaba muriendo de miedo al tal sólo hecho de enamorarse y no querer perderlo, Hoseok lo había inducido a la adicción otra vez. Y Taehyung había caído, extrañando amar de esa manera, extrañando la adrenalina de amar a alguien haciéndole sentir como si estuviera cayendo a un abismo sin fondo.
Aunque cierta parte de él estaba caliente y necesitado, había otra que le decía que quería más que sólo sexo. Quería hacer el amor con Hoseok.

Quería conocer todos los pasajes de su ser, recorrer cada rincón de sus laberintos, quería conocer todas y cada una de sus expresiones. Quería todo lo que no debería tener, lo que le daba terror tener, y más. Quería a Jung Hoseok por completo. Con rabia, admiración, lujuria y pasión.

Y la rabia la tenía porque parte de él estaba tan molesto con Hoseok por hacer que se enamorara de él. Aunque sabía que era su culpa -¿Quién le manda a fijarse en él otra vez?-, no podía evitar pensar que todo era parte de algún plan del mayor para hacerle caer a sus pies. Y lo había logrado, por más que se había resistido. Por más que había intentado ignorar sus sentimientos.

<< ¿Y quién no iba a caer por él? >> y supo que por eso estaba enfurecido. Cuando Hoseok lo estampó contra la pared, él no hizo más que saltar, enredando sus piernas en la estrecha cintura del mayor y pasar sus brazos por sus hombros, enredando con frenesí sus dedos por su cabello para tirar su cabeza hacia atrás y darle más paso a su boca.

Se le vino a la mente que se iban a caer -Taehyung era apenas un centímetro más alto que Hoseok- pero hizo más presión en sus muslos, sujetándolo con fuerza y Taehyung sintió como la espalda y brazos del mayor se endurecían a su alrededor. Le dio vergüenza pensar que Hoseok realmente era demasiado musculoso, aun con su contextura delgada pero rellena a comparación de él, que parecía un fideo con sus extremidades largas y delgadas.
También, siempre había oído por los rumores que Hoseok se metía en peleas, haciéndose cicatrices poco visibles y la mayoría de veces siempre ganaba. Quería averiguarlo.

Sintió como Hoseok pasaba las manos desde sus muslos hasta su trasero, subiendo por debajo de su camiseta y acariciando la piel de su espalda. Hizo más presión al volver a tocar su parte trasera y lo llevo cargando hasta la habitación, tratando de no tropezar con el sillón o la alfombrilla. Taehyung besaba su cuello, pasando lentamente su lengua debajo de la oreja. Al sentirlo Hoseok gimió, entrecerrando los ojos por el placer. Con Taehyung, cada toque lo hacía ser demasiado sensible. Sentir sus dientes rozando la piel de su cuello era majestuoso. Por eso casi corrió a la habitación, abriéndola sin dificultad pero tratando de no hacer mucho ruido y cerrándola con el tobillo de un portazo.

Can't help falling in love. VHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora