Capítulo 29: en la colina de la melancolía.

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Hoseok estaba mirando melancólicamente el relajado rostro de Taehyung dormido a su lado, apoyando su rostro en la palma de su mano mientras ambos yacen acostados en el sillón. Ha estado aproximadamente diez minutos observándole dormir, porque es simplemente precioso. Es la única forma de que el malestar en su cuerpo al pensar en su padre no lo consuma. 

Desde la primera vez que durmieron juntos, le encantaba verle dormir y admirar todas las distintas expresiones que tiene dependiendo de sus sueños o pesadillas. Ni siquiera sabía porque lo hacía, solo le gustaba la sensación cálida que tenía cada vez que le veía dormir, y habían momentos en los que no pensaba en absolutamente nada. Todos sus problemas o preocupaciones del futuro se esfumaban. Tal vez por eso le gustaba verlo dormir.

En ese instante, Taehyung arrugaba la nariz adorablemente y volvía a removerse apegándose aun más a su pecho y rodeándolo con el brazo como si abrazara a una almohada. 

Pensó que seguía estando dormido, pero de repente su respiración cambió y vio como sus pestañas aleteaban aun más abriendo sus ojos legañosos, lo que hizo que se restregara y bostezara, dejando de abrazarlo y mirando desorientado a su alrededor. Sonrió como un reflejo, divertido ante la mirada extrañada que le daba Taehyung. Como si no supiera porque estaban ahí.

- ¿Hoseokie? -masculló, con voz ronca. Parpadeaba lentamente y fruncía el ceño ante los primeros rayos del sol que entraba detrás de él por las cortinas de la ventana.

- Dime.

- ¿Qué hora es?

- Son las seis de la mañana -responde Hoseok, luego de ver la hora en su celular que estaba en la cabecera del sillón. Taehyung se despereza, vuelve a bostezar y se encarama encima del cuerpo de Hoseok, haciendo que éste quede totalmente acostado con una mano detrás de su cabeza. Taehyung se deja caer encima de su pecho como un gato y vuelve a cerrar los ojos, con la mejilla en su esternón.

- ¿Y a qué hora tenemos que estar en la estación?

- A las siete y media.

- ¿Crees que podamos dormir cinco minutos más?

- Claro -sonríe Hoseok, acariciando con su otra mano libre el cabello de Taehyung y provocándole un gruñido placentero-. Te doy diez minutos desde ahora.

A Hoseok le encantaba acariciar el cabello de Taehyung, se sentía suave y mullido y además olía a chocolate, que era el aroma del Shampoo que estaba usando últimamente. Y la crema de vainilla que se aplicaba en el cuerpo, por cortesía de su hermana mayor. Decía que si Taehyung iba a ser una estrella del entretenimiento, tenía que tener una piel perfecta. Pero a Hoseok le divertía mucho cuando a Taehyung le salían granos, era gracioso ver como le ponía nombres y despotricaba en contra de ellos. Podía acordarse de ese grano que le salió en la nariz y como cada vez que pasaba por un lugar que reflejara su rostro, decía entre susurros: << Amigo mini Jungkook, yo te quiero, pero me haces ver feo  y me dueles así que vete, ¡Vete! >> y luego arrugaba el rostro y se enfurruñaba todo el día. En ese momento no pudo evitar que una pequeña risa nasal se le escapara, haciendo que Taehyung abriera sus ojos y alzara la mirada cansada hacia él.

- No estás durmiendo, ¿No tienes sueño? -Hoseok negó y Taehyung volvió a bostezar-. Yo sí... pero puedo estar despierto si quieres dormir.

- No, duerme -vuelve a negar, dándole una tierna sonrisa mientras pellizcaba su nariz de forma cariñosa. Taehyung empezó a pestañear aletargado, relajándose, pero pestañeo varias veces tratando de despertar y se arrimó más al pecho de Hoseok en un abrazo más fuerte-. Hiciste un gran trabajo ayer...

Taehyung volvió a mirarle y sonrió dulcemente mientras restregaba su mejilla contra el pecho de Hoseok. 

- ¿Te gusto la presentación?

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