Capítulo 17: azul.

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  Jung Hoseok abrió la puerta de la casa y se aterró al ver figurillas, almohadas del sillón, vasos de los muebles y cuadros en el piso, todo fuera de lugar y roto, como si un torbellino hubiera pasado arrasando con todo.

Cerró la puerta detrás de sí y llamó a Taehyung a gritos, cuando se dio cuenta que éste mismo estaba en medio del salón, abrazando sus piernas, sin moverse apenas para secarse las lágrimas que caían de sus ojos, una tras otra, sin ningún ruido.

Hoseok se acercó rápidamente hacía él, tocando su rostro y viendo que no tuviera nada grave. Tenía las manos con pequeños cortes y no pudo evitar pensar que tal vez un ladrón había entrado y se estremeció ante la idea.

- Taehyungie, ¿Qué pasó?, ¿Por qué estas así, cariño?, ¿Quién te hizo esto? -preguntó Hoseok, arrodillado frente a Taehyung quien no dejaba de llorar, ahora sollozando con incontrolables espasmos. Pasaron segundos interminables en el que Taehyung pareció recobrar el aliento.

- Fui... fui yo... -lloriqueó Taehyung fuertemente, jalando su cabello-. Yo... yo rompí todo, yo hice daño, yo lo arruiné todo...

- ¿De qué hablas, mi amor? -exclamó Hoseok, atemorizado ante la mirada envuelta en pánico del menor, envolviéndolo con sus brazos y meciéndolo para que se tranquilizase-. Tú no has hecho nada malo, bebé.

- ¡Yo lo arruiné! -sollozó en el pecho del mayor-. Si no fuera por mí, si lo hubiera hecho de otra forma, si hubiera existido otra forma...

- Taehyungie, cariño, cálmate, calma, respira, bebé -susurró Hoseok, como un mantra, mientras trataba de alejar a Taehyung de su pecho para verle el rostro lloroso-. Dime qué pasa, no entiendo, bebé. Habla conmigo.

Pero Taehyung no lo escuchaba, él sólo se aferro fuertemente al pecho de Hoseok y se quedó allí, escondido, llorando con angustia y repitiendo palabras que para Hoseok no tenían ningún sentido, excepto el hacerle ver que el menor estaba muy, muy asustado de quedarse solo.

- Hobi, no te vayas, no me dejes... no te vayas... no te vayas...



...




- ¡Omma, ya llegué! -gritó Taehyung, cerrando la puerta detrás de sí mientras se sacaba las zapatillas y se ponía las pantuflas que estaban en el porta zapatos.

Caminó hasta la sala de estar, dejando su mochila en el sillón y vio como su madre asomaba la cabeza fuera de la cocina. Sonreía como siempre que veía a su hijo llegar sano y salvo del instituto.

- ¡Osito!, ¿Cómo te fue en tu último día? -dijo su madre, revolviendo el caldo de la olla con una cuchara mirando de reojo como su hijo caminaba hacia ella con curiosidad, seguramente para ver lo que estaba cocinando-. ¿Comieron el pastel que les hice?

- ¡Estaba tan delicioso que casi se comen la caja, Omma! -se rió Taehyung, abrazándola por la espalda y depositando un beso fugaz en su mejilla-. Dijeron que iban a extrañar tus pasteles, siempre que haces termino por darle a toda la clase.

Su madre se río, un poco avergonzada, probando una cucharada del caldo y frunciendo el ceño al saborear que le faltaba un poco de sal. Taehyung caminó por el otro extremo de la cocina, donde abrió la puerta del refrigerador y sacó una caja de leche ya abierta. Su madre al verlo sacó un vaso limpio del fregadero y se lo tendió antes de que Taehyung se llevara la caja de leche a la boca.

- Osito -lo reprendió su madre, enarcando una ceja. A su madre no le gustaba que su hijo tomara de la caja, lo encontraba de mala educación, como si fuera un vagabundo y no tuviera suficiente dinero como para comprarse un vaso.

Can't help falling in love. VHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora