Capítulo 4

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No existe una sensación más deliciosa que volver a casa, quitarte los zapatos y acurrucarte en el sofá para olvidar todo. Esa era mi parte favorita del día, sobretodo cuando venía Ana y cocinaba uno de sus tantas delicias.
Habian decidido pasar la tarde conmigo aprovechando que no teníamos ninguna tarea por hacer, asi que Jorge le sugirió a su novia que viniesen a visitarme.

-¡Odio esta manía de Carolina, de ordenar los huevos por tamaño!- decía la pelirroja buscando ingredientes dentro de la nevera.

-¡No me gusta el desorden!- grité desde la sala.

-¿Ustedes no pasan un día sin gritarse por alguna razón?- preguntaba Jorge, sentándose junto a mí en el sofá.

-Ni un día, sin falta- Jorge rió.

Mi teléfono comenzó a vibrar dentro de mi pantalón, tenía un mensaje de un número desconocido.

-"Holaa, espero no te enojes pero ya tengo tu numero. Soy Agus."-

Inmediatamente supe quien había cometido el delito, lo miré amenazaste.

-¿Puedes parar? Lo digo en serio, eh.
-¿De qué estás hablando?- preguntó Jorge con cara de confusión.

-Esto- enseñándole la pantalla-. En serio chicos, no necesito que me ayuden. Soy feliz estando soltera.

Ana se asomó hacia la sala compartiendo mirada de complicidad con su novio.

-Si tan sólo no fueses tan ciega- dijo Anita.

-¿Ciega con qué?- ambos comenzaron a reir-. Ya basta, no entiendo.

-Con Mike, tal vez- dijo Jorge alzandose de hombros.

Rodé los ojos y me levanté del sofá, otra vez comenzarían con esa historia. Estaba cansada.

-¿Otra vez con lo de Mike?- pregunté molesta-. ¿Acaso un chico y una chica no pueden ser amigos?

-Para tí claro, pero para él no Carolina-soltó la pelirroja-. No entiendo como no notaste la cara de celos que tenía cuando te vio riendo con Agustín.

-¡Sólo están confundiendo las cosas!

-Yo creo que tienes miedo de enamorarte de Mike- dijo Jorge, siguiéndome con la mirada.

-¡Ay no, te gusta Mike!- dijo Ana cubriendo su boca con una mano.
-¡No! ¡No me gusta Mike!- exclamé a la defensiva.

Me sentía entre la espada y la pared, tenía una confusión en la cabeza y los comentarios de los chicos no me estaban ayudando. Cubrí mi rostro con ambas manos intentando desaparecer.

-Escucha Caro, es tú decisión estar con la person que quieras estar. Pero tienes que saber que gustar de tu mejor amigo no tiene nada malo, siempre es mejor arriesgar que no haberlo intentado- se acercó la pelirroja y tomó mis manos.

-Ustedes conocen a Mike, no merece que alguien le rompa el corazón- dije con tristeza-. No me gustaría ser yo quien lo haga.

-Ese es el precio Caro, debes decirle la verdad- dijo Jorge cálidamente.

¿Cuál era la verdad? Decirle que le quería como un amigo y perderlo para siempre, o simplemente abrir mis ojos a la oportunidad de intentarlo con la persona que más quería con el riesgo de terminar mal.
Tenía que pensar esto seriamente, los chicos habían metido ideas a mi cabeza que creía tener claras.
Mike es mi mejor amigo y eso no va a cambiar, creo.

Nuevamente sentí la vibración del teléfono en mi pantalón, era otro mensaje de Agustín.

-"Espero no te hayas enojado con los chicos. Quiero que sepas que fui quien les pidió tu número, lo siento"-.

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