Capítulo 19

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N/A: les recuerdo que subí el capítulo 17 y 18 para que no se vayan a confundir y leer este primero. Pasa que wattpad no estaba notificándolo asi que les paso el aviso, eso. Buena lectura ❤

-¡Hola princesa!- decía su dulce voz detrás de la línea-. ¿Cómo va todo?

-¡Muy bien ma! ¿Qué tal todo por allá?- respondí alegremente.

Sostenía firme la mochila sobre mi hombro y con la otra mano mantenía el teléfono cerca de mi oreja. Acaba de salir del último examen del año y ya casi rozaba mis deliciosas vacaciones.
Caminaba con calma hacia la salida del campus para esperar a los chicos que también finalizaban la etapa de examenes finales. Por mi parte me sentía súper segura de que había aprobado todo, asi que me concentraba únicamente en mis ganas de reencontrarme con mi familia.

Me senté en una banca cercana a unas oficinas y continúe hablando con mamá.

-Muy bien gracias a Dios, emocionados por verte pronto.

-¡Ay sí! Yo también, cuento los días para que llegue navidad y darte un abrazote- respondí enfatizando la última palabra, mamá se echó a reír con ternura.

-Lo sé pequeña, ya tenemos todo casi listo para viajar. Hace mucho tiempo que no voy a esa casa, ¿te has portado bien? Espero no hayas hecho ninguna fiesta, eh- bromeó.

-Claro que no mamá, sabes que no me gustan ese tipo de cosas- reí- está todo tal y como me la entregaron; todas tus cosas están a salvo.

-Me alegro entonces, porque te llevamos un regalo que seguro te va a encantar.

-¡Pero mamá! ¡No me digas eso porque ahora no podré aguantar para saber!- respondí agudizando mi voz como una niña- Dame una pista.

-No, no, no. Nada de pistas, tendrás que esperar.

Hice un pequeño puchero sin que pudiese verme, y me rendí.

-Está bien- con voz de niña regañada-, pero no te diré pistas sobre tu regalo.

-Ajá, muy bien. Conmigo no funciona ese juego, Carolina- rió.

Continuamos charlando y riendo juntas por un largo tiempo. Le contaba pequeños detalles de lo que había sido mi año escolar y como había aprobado casi todas mis materias, sólo me faltaba saber este último. Pero lo que mas destacaba era la falta me hacía al estar sola en esa casa, y lo mucho que extrañaba verlos. Mamá se conmovía, sabía que también sentía lo mismo pero sólo me quedaba esperar un par de días para poder reencontrarnos.

Al inicio del año escolar, decidieron dejarme a cargo de la casa para independizarme. La universidad quedaba cerca y pensaron que lo mejor sería era darme mi espacio como una "mujer adulta", pero se equivocaban; yo aún no maduraba lo suficientemente para estar tanto tiempo lejos de ellos. Ahora vivían fuera de la ciudad en una gran casa junto a mis abuelos, donde antes solíamos vivir.

Aun así agradecía este tiempo, había aprendido demasiado valiéndome por mi misma durante todo un año, y me había hecho cambiar en muchos ambitos de mi vida. De todas formas intentaba viajar de vez en cuando y cuando hubiese tiempo, ya que la universidad solía consumir la mayoria del mio.

Aún asi, volvía a sentir esas ansias y nerviosismo de saltar y llenar de besos a mis padres otra vez.

Los chicos llegaron luego de unos diez minutos charlando con mamá, Ana y Jorge caminaban adelante y Agustín les seguía detrás. Se veía desanimado, frio y perdido. Tal vez no le fue como esperaba, pensé.

Me despedí rápidamente de mamá explicándole que ya debía irme, y guardé el teléfono en el bolsillo trasero de mi short negro.

-¿Cómo te fue?- preguntó Ana, a la vez que me saludaba besando mi mejilla.

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