—Esa parece un oso— pensé—. Bueno, no tanto— entrecerrando los ojos para encontrarle forma a una de las nubes.
Hoy había decidido pasar mi tarde recostada en el patio trasero, debía esperar que llegase Agustín para poner nuestro plan en marcha y no tenía un mejor pasatiempo que observar las nubes.
Solíamos hacerlo junto a Ana cuando eramos más pequeñas, nos recostabamos en el cesped aún cuando estuviese húmedo por el rocio, y nos quedabamos horas mirando al cielo. Luego, mamá me castigaba por llegar con mis vestidos llenos de lodo, pero valía la pena.Tomé mi teléfono sin levantarme, y escribí un mensaje para Agustín.
—"Dejé la puerta abierta para cuando llegues, estaré en el patio trasero"—.
Apreté el botón de enviar y dejé mi teléfono a un lado nuevamente.
Cerré mis ojos e inhalé profundo, el aire fresco se sentía increíble en mi rostro. Aún cuando mis piernas desnudas temblasen un poco cuando azotaba la brisa.
¿Cómo estaría Mike?, me pregunté de repente. El cielo despejado, las nubes regordetas, coloridas flores listas para una fotografía; todo me recordaba a mi viejo amigo. ¿Qué estaríamos haciendo ahora si nada hubiese pasado? Negué con mi cabeza deshaciendo el recuerdo, debía darle su espacio como dijo Ana.
Debía mantenerme distraída, y que mejor forma que jugar una pequeña bromita inocente.
Le llamé temprano por la mañana rodeando las diez, sabía que estaría despierta porque tenía clases de danza junto a Jorge en la academia. Que mejor manera de convencer a alguien que pillarle desprevenido cuando estaba apunto de salir de casa, era el momento perfecto.—¿Caro?— dijo la pelirroja, tras la línea.
—Hola Anita, buenos días.
—¿Pasó algo? Nunca me llamas tan temprano un sábado.
—No, nada malo. Es que necesito pedirte un favor.
—¿Debe ser ahora? estaba por salir y-
—Sí, sí. Ya sé, es que es urgente — le interrumpí enfantizando la última palabra. —Pasa que una amiga estará de cumpleaños hoy y.. necesito que me hagas un pastel.
—¿¡Hoy!? —exclamó—. Caro, sabes que es poco tiempo, salgo de clases cerca de las cinco y tengo otro compromiso por la noche.
—Por favor prima, es que.. —supliqué—. Es que es una fiesta sorpresa y no nos dio tiempo de encargar uno.
—Ugh, ¡está bien! Pero conste que es sólo porque te quiero— chillé de alegría haciéndola reir—. Pero bueno, ¿de qué sabor lo va a querer? necesito pasar al super por los ingredientes.
—Eh, sí. Con respecto a eso.. este es un tanto inusual.
—¿Cómo inusual? — preguntó con tono de "Carolina no me salgas con sorpresas"
—Bueno, mi amiga tiene una extraña afición por la.. — respondí dudando si continuar—. Por la mostaza— cerré mis ojos con fuerza, ahora era cuando Ana explotaba en risa.
—¿Dijiste mostaza? ¿Es en serio, Carolina?— preguntó molesta. Eso no lo esperaba.
—Sí, sí. Por eso no pudimos encargarlo en otro lugar, nadie lo quería hacer — inventé algo. Fue lo único que se me ocurrió.
—Mmm— soltó dudosa, tardando un par de segundos—. Bueno está bien, compraré mostaza entonces.
—¡Gracias! —dije eufórica—. Te espero en casa, adiós.
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Si tú quieres
Fanfiction*ESTA HISTORIA ES DE GÉNERO FANFIC, PERO PUEDE CLASIFICARSE COMO ROMANCE SIN PROBLEMAS, ¡ADELANTE!* ˗ˏˋ historia completa ˎˊ˗ El primer beso suele ser inolvidable y Carolina lo tenía más que claro. Tan perfecto como en sus más intimos sueños, o tan...