-Ah, no- respondió Valentina, azotando el vaso de jugo sobre la mesa-, eso sí que no.
-¿Por qué no? A mi me parece una buena idea- dijo el castaño encogiéndose de hombros.
Se encontraban sentados a la mesa para cenar, Agustín se había ofrecido para cocinar esa noche y había preparado una deliciosa pechuga de pollo a la plancha con ensaladas. Estaba demasiado entusiasmado desde que llegó de la casa de Caro, tanto que ni siquiera prestó atención a la película. A pesar de que en parte también tenía su pequeña porción de frialdad, la idea sonaba al menos lo más practico que se les había ocurrido hasta ahora, y ya casi no quedaba tiempo para pensar algo mejor. Moría de ganas por contarle a su hermana, sabía que había quedado afligida el día en que Agustín le contó sobre el problema, asi que ofrecerle esta solución tal vez aliviaría la pena; pero no fue así, ella puso su peor cara de desaprobación.
-¿Estás loco? ¡Cómo se te ocurre que dejaré a mamá con una desconocida durante todas las fiestas! -exclamaba con exageración.
-No es una desconocida, es una amiga de confianza.
-Para ti tal vez, pero no para mí- respondió pinchando con brusquedad la lechuga sobre el plato-. No la conozco ¡y nisiquiera mamá!
-Ya te expliqué que la conoces de años pero no te diste cuenta.
-¡Ya sé que es la prima de Ana, pero aún así no la conozco Agus, entiende eso!
El muchacho resopló y se dejó caer sobre el respaldo de la silla.
-No entiendo por qué eres tan negativa. ¿Querías una solución? ahí la tienes- se cruzó de brazos.
-No se trata de ser negativa, Agustin- soltó el tenedor-, soy realista. ¿En serio crees que mamá estará cómoda en un lugar dónde no conoce a nadie, y que además celebrarán algo familiar como navidad y año nuevo? No lo creo- negó con la cabeza.
-Estoy seguro que si le pregunto estará de acuerdo. Cualquier cosa que nos saque de esta situación le parecerá bien- se encogió de hombros-, además, ya sabes que ama conocer gente nueva.
Valentina rodó los ojos.
-¿Y esa tal Caro es algún tipo de enfermera o algo así? Porque supongo también está enterada que mamá está delicada en su salud y necesita una dieta especial.
-No es tan complicado su cuidado, sólo debe cuidar bien su alimentación según lo que indicó el médico y realizar sus dialisis como corresponde. Sé que podrá cuidarla sin problemas.
-Bien, pero queda una semana para que sea navidad, y nosotros nos vamos el día 23 por la mañana- se cruzó de brazos- te daré 3 días, si logras que mamá se sienta cómoda con ella, entonces te daré mi visto bueno.
-No hay problema, así será- sonrió una alzando ceja desafiante.
Terminaron de cenar y cada uno regresó a su habitación para irse a dormir. El castaño estaba ansioso, giraba y giraba dando vueltas sobre la cama pensando en que mañana sería su primer día de vacaciones con una importante misión. Valentina lo había puesto difícil, tres días eran muy poco tiempo para que su madre se enlazara a Carolina, pero seguro todo salía bien, pensaba.
-Caro es amorosa y alegre, cualquiera quedaría encantando con su simpatía. Espero que mamá también-decía mentalmente.
Se volteó hacia su lado izquierdo mirando a la pared, y finalmente durmió.
Al día siguiente, eran cerca de las 10 de la mañana y ya estaba listo para su misión. Se había dado una buena ducha fría para activar su energía y empezar el día con buen animo.
Tenían todo planeado con Valen, pasarían por Caro luego de almorzar para llegar a tiempo a la hora de visitas. Se moría de ansias por ver su cara de emoción cuando lo viera llegar con Valentina.
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Si tú quieres
Fanfiction*ESTA HISTORIA ES DE GÉNERO FANFIC, PERO PUEDE CLASIFICARSE COMO ROMANCE SIN PROBLEMAS, ¡ADELANTE!* ˗ˏˋ historia completa ˎˊ˗ El primer beso suele ser inolvidable y Carolina lo tenía más que claro. Tan perfecto como en sus más intimos sueños, o tan...