Pareces feliz ahora, sentada alrededor de todas esas personas borrachas, tienes un vaso rojo como todos los demás, no es de extrañar que estés tan sonriente cuando te has bebido siete chupitos, casi ocho contando el que te entregan ahora, saltas del sillón en el que estabas sentada y te diriges a la pista donde todos bailan ya sin consciencia, te mezclas entre ellos, yo me encuentro en una esquina, mirándote, bebiendo cada uno de tus movimientos, postrando mis ojos en tu figura, delgada, con curvas no tan marcadas pero bonitas, tu atuendo, una falda blanca que cubre solo tu trasero, tu blusa holgada color azul y tus tacones negros, estoy seguro que si me parara a tu lado estaríamos de la misma estatura, tu cabello moviéndose de un lado a otro como olas oscuras, siempre tan hermosa, tan sencilla, siempre tan tú.
Las canciones pasan y tú sigues en la pista como si quisieras cansarte hasta la muerte, muchos se han acercado pero tú los rechazas y ellos están tan borrachos que suelen confundirte y se van con otra chica a tu alrededor.
Todos van en tu dirección, pero ninguno llega a ti.
Eres incansable, eres imposible incluso para alguien como yo, sin embargo voy hacia ti...