18- Premio Apogeo

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Y como dije antes, mamá me había advertido de la vida de Tony, el era muy famoso, no solo por manejar la más grande industria armamentista, si no por ser muy famoso por cada cosa que hacía y dejaba de hacer; y hoy lo vivía en carne propia. Luego del gran evento que hizo Tony, todo cambio, o mejor dicho, se revolucionó, miles de fotos se empezaron a publicar, no solo, fotos, si no también notas, inventos y algunas suposiciones de mi y mi vida, pero ¿Saben que? Pensé que iba a odiar esto, pero ¿A quien no le gustaría ser famoso? Si, lo se, suena muy estúpido, ¿Verdad? Pero vamos, se qué un lado de ti, una parte mínima, te gustaría sentirte famoso o conocido, en fin, espero que esto sea solo temporal, ya saben, no me gustaría que la gente supiera hasta cuándo voy al baño.
Pepper me ayudó en estos días a controlar el fuego mediático, por ejemplo, a mantener un margen bajo en las redes sociales, nada de subir o publicar estupideces, esa era la peor parte, ya no podría compartir imágenes graciosas o publicar cuando estaba ebria, de todas maneras no dejare de ser quien soy solo por qué ahora la gente me conoce, sería absurdo.
Hoy se publicaba el nuevo número de la revista Seventeen, en la portada salía yo, obviamente le dije que si a la editora para hablar con ella en su entrevista, la entrevista estuvo bien, hablé un poco de mi, de mi vida, mis gustos y todas las bobadas que te pueden preguntar en una entrevista, la mejor parte fue la sesión de fotos, me había puesto diversas prendas de ropa, algunas muy modernas y otras muy sexys, en fin, todo había salido bien para ser la única entrevista que acepte hacer; después de que Tony anunciará que su hija, osea yo, había vuelto, muchas revistas, periódicos y programas de televisión habían contactado a Pepper para darles una exclusiva, pero no quise.
Como sea, ahora todo era algo un poco más distinto de lo que venía siendo, pensé que luego de saber que Tony era mi padre, todo sería diferente, y si que lo fue; pero ahora, todo era mucho más que diferente.

-Señorita Stark, tiene una vista del señor Ian- mi secretaria dijo entrando a mi oficina.
-Dile qué pase- conteste, ella solo asintió con la cabeza, luego de unos segundos, el sobrino de Odie, entro a mi oficina con una gran sonrisa.
-Hola Megan- se adentro- ¿Cómo estás?
-Cansada- resople y me recosté en mi asientos- ¿Y tú?
-Bien, con mucha hambre, y pensé que sería buena idea ir a comer juntos , ¿Tu qué dices?- se sentó en mi escritorio.
¿Algunas vez no les sucedió que conocieron a una persona y de repente congeniaron tan solo en segundos? Bueno, eso me pasó con Ian, no solo nos caímos bien apenas nos conocimos, si no que teníamos muchos gustos en común, así que siempre teníamos de que hablar cuando íbamos a McDonald's o cuando iba a mi casa a pasar el rato. Ian Stane, tenía 24 años, hace unos meses había recibido su título en doctor, una carrera que según el, se le hizo eterna. Vivía solo y aparte de ser doctor, en sus tiempos libres, reparaba autos, nos llevamos muy bien, tan bien, que Mike se ponía celoso, pero no me preocupaba mucho que digamos, son cosas muy distintas.
-Hoy quiero ir al restaurante Mexicano- dije- Una vez probé los burritos y los tacos, son deliciosos.
-Bueno, entonces serán burritos y tacos- se bajó del escritorio mientras que yo me ponía de pie.
-Quiero probar la salsa picante- tome mi bolso y abrigo.
-Estas loca, yo la probé una vez y casi muero- salimos de la oficina- Primero termine con la boca caliente, y luego sufriendo en el baño.
-No necesitaba tantos detalles- ambos reímos.
-Meg- Mike estaba sentado en el vestíbulo del edificio- Hola Ian- se puso de pie.
-Hola Mike- mi amigo le sonrió- Te espero en el auto Meg.
-De acuerdo-mire como el castaño se iba, luego volví la mirada hacia Mike- ¿Que haces aquí? Pensé que Tony ya no te mandaría a vigilarme.
-No, ya no me manda- rio- Vine a verte, pero veo que estás ocupada- aquí van los celos.
-Mike, es solo un amigo- resople- No te preocupes de nada, tu siempre seguirás siendo mi chico- bese tiernamente sus labios- ¿De acuerdo?
-Estas bien- me sonrió- Oh, y quería decirte otra cosa, ¿Mañana a la mañana puedes acompañarme?
-Si, claro, ¿Pero adónde?
-A ir a ver unas casas, tengo pensado rentar o comprar, no lo sé.
-Si claro, ¿Entonces te quedarás en Malibú?
-Así es, Tony me consiguió trabajó gracias a unas recomendaciones que él y Rhodes hicieron, soy jefe de la parte de investigación- soltó feliz.
-Vaya, Mike- lo abrace- Estoy feliz por ti- estaba sonriendo de oreja a oreja, estaba feliz por el- Está noche hay que celebrar.
-Tu siempre a buscas una excusa para beber.
-Cállate- reímos.
-Nos vemos esta noche, ahora ve que Ian te espera.
-De acuerdo- nos besamos- Adiós.

Megan 1.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora