35 - Pequeña dosis de problemas.

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Me arrastro hasta llegar al lado de una camioneta negra, mis intentos por escaparme de el fueron en vano ya que en mi cuerpo seguia habiendo gran cantidad de alcohol.
Abrio la puerta de copiloto y trato de meterme allí.
- ¡Sube! - solto furioso.
- ¡No lo hare! - chille. Resoplo exageradamente y saco un arma.
- Sube a la maldita camioneta o juro que te mato ahora mismo - solto apuntandome. Sin decirle nada, le hice caso.
Cerro mi puerta, y en el trayecto que el rodeaba la camioneta, fije mi vista en la entrada del antro, donde Mike, Tom, Alice y Frida salian discutiendo y con cara de preocupación. Trate de abrir la puerta, pero Ian iba a un paso más adelante que yo: le había puesto el seguro de niños. Así que comencé a gritar y a golpear el vidrio de la ventanilla.
- ¡Chicos! - seguí gritando hasta que Tom miro directo a donde yo estaba. Para eso entonces Ian ya habia subido a mi lado y habia golpeando mi cabeza contra el vidrio dejándome inconsciente.

Mi cabeza dolía, y recordé todo lo que habia sucedido. Abrí mis ojos de apoco y todavía seguía en la camioneta, Ian conducía, lucia tenso y nervioso.
- ¿Por que? - me miro extrañado.
- ¿Que?
- ¿Por que haces esto?
- Por culpa de tu padre mi tío murió, así que ya saben como dicen, ojo por ojo diente por diente.
- Hagas lo que hagas no va a compensar nada, la policía te busca por lo que me hiciste, por ser cómplice de Obadiah, ¿De verdad quieres seguir sumándo puntos en contra?
- No me encontrarán nunca - sonrió maliciosamente, me causó algo de miedo.
- Eres un desperdició - rodee los ojos.
- ¡Cierra la maldita boca!
- ¡Vamos, matame! - ahora estaba con una mezcla dentro de mi: rabia y tristeza, tristeza por el -¡Eres igual que tu tío, un cínico que piensa que el camino fácil es ir matando a los demás a su alrrededor! - Ian comenzó a acelerar cada vez más, de seguro lo hacia para hacerme dar miedo, lo cuál no funcionaba - ¡Adivina que idiota, las personas como el, como tu, terminan muriendo como estúpidos, terminan pudriéndose bajo tierra y los únicos que te van a querer van a ser los gusanos para comerse tu asquerosa carne llena de odio y rencor! - estábamos por la Interestatal, a punto de subir el puente, donde abajo se encontraba el río.
- ¡Callate, callate, callate! - gritaba.
- ¡Podrias haber sido diferente a la basura que fue Obadiah, pero no, eres un estúpido que morirá igual que el! A mi podrás matarme, pero créeme que tu también morirás.
- ¡Cierra la puta boca! - saco el seguro del arma apuntandome.
La camioneta iba a toda velocidad en el medio del puente, en menos de un segundo, tome el volante de la camioneta, esta iba de un lado al otro para luego destruir la orilla de seguridad que habia en el puente y que la camioneta saliera volando.
Estaba desesperada, no podía respirar, la camioneta estaba hundiéndose cada vez más en el río, logré sacarme el cinturón de seguridad, pero abrir la puerta era imposible en este momento. Comencé a golpear la ventana, también fue en vano ya que esta no se rompía. Mis pulmones pedían aire, sentía que mi cabeza iba a estallar, cada vez mis fuerzas eran nulas, sentía mucho miedo. Comence a ahogarme, ya no podia resistir más, mi vista se comenzó a nublar mientras que sentia como el agua inundaba mis pulmones.

Narra Tony:
Luego de la llamada desesperada a las 5:15 de la mañana de Mike diciendo de que Megan habia sido secuestrada; me puse mi traje y salí volando hasta donde el celular de mi hija habia sido rastreado por Jarvis.
Al llegar al puente que unia a la Interestatal con la 7, debajo estaba el río, donde vi un par de luces que se hundía de a poco. Entonces me percate de lo que estaba sucediendo.
- Jarvis llama a la policia y a una ambulancia ya - demande mientras que me adentraba al río.
Me acerque hasta la camioneta, pude ver a Megan inmóvil, rápidamente tome la manija de la puerta y con toda la fuerza que el traje me permitía, arranqué la puerta negra. Tome el cuerpo inerte de mi hija y sali hasta la superficie. Volé hasta el mismo puente de donde supongo fue que la camioneta perdió el control y deje a Megan sobre la acera. Saque mi parte delantera del casco de mi traje y comence a hacerle primeros auxilios.
Lo tuve que intentar tres veces y ella no reaccionaba, estaba mas que preocupado, tenia miedo. Senti el ruido de las sirenas y me percate que la policia y la ambulancia estaban llegando.
- Vamos hija, no me dejes - susurre para luego hacerle por tercera vez respiración boca a boca. Y nada. Ella seguía igual, su piel se tornó cada vez más blanca y sus labios algo lilas.
- No puede ser - escuché detrás de mi, mire sobre mi hombro y se trataba de Mike, detras de el estaban los demas amigos de Meg.
- ¡Megan despierta! - grite mientras que presionaba su pecho. Escuche como sus amigas lloraban, no se por que lo hacían, mi hija no iba a morir, no ahora después de todo. Ella era una Stark, era fuerte por naturaleza. Por quinta vez me dedique a hacerle primeros auxilios, y eata vez funcionó.
Comenzo a toser y a largar toda el agua que tenia en sus pulmones, abrio sus ojos y se comenzó a incorporar mientras que lo hacía con ayuda de mi brazo.
- Jarvis, toma signos vitales - posicione mi mano en su mejilla.
- Su ritmo cardiaco es irregular, la temperatura corporal esta por debajo de los niveles y detecto problemas en la presión sanguínea, es recomendable que la vea un profesional ahora mismo.
- ¿ Que paso? ¿Donde esta Ian? Quería matarme - comenzó a hablar mientras que se ponia de pie, pero algo fallo en ella ya que casi se cae, no lo hizo gracias a que la sostuve.
- Ya, tranquila - le dije - Meg, ya oíste a Jarvis - mire a Mike que estaba a unos metros de mi - Kapplan, acompañala a la ambulancia - el solo tomo a Meg y la ayudo a caminar hasta donde le indique.
- Señor Stark - un oficial llamo mi atención.
- Si, ¿Que sucede?
- Logramos capturar a la persona que secuestróa su hija.
- ¿Se logro salvar?
- Sorprendentemente.
- ¿Y quien es?
- Ian Stane - mi mandíbula se tenso al oir eso.

Narra Mike:
- Tienes que descansar - dije mientras que apagaba el motor de mi auto, ya habíamos llegado a la casa de su madre.
- Creeme que es lo que más deseo ahora - resoplo tirando su cabeza hacia atrás - ¿Saben algo en casa? - miro el lugar que mencionó por la ventanilla.
- No - respondí - Al único que le avise fue a Tony, ya sabes, el sabría como ayudar, en cambió tu madre...
- Se hubiese vuelto loca y hubiese puesto loco a los demás - me interrumpió - Ya se cómo es.
Bajamos del auto e ingresamos a la casa sin hacer ruido en absoluto ya que su família dormía, eran recién las 7:30 de la mañana.
- ¿Tomaste el analgésico? - pregunte ingresando a su habitación seguido de ella.
- Si cariño - dijo algo desganada, se le notaba en la mirada que si cuerpo habia tenido suficiente - Me iré a duchar - abrio la puerta del baño y pude ver como luchaba para sacarse el top negro entré pequeños gemidos, me levante de la cama y fui a ayudarla.
- Dejame a mi - susurre, ella no protestó ni nada. Primero saque si top negro, debajo de este estaba sus sostén del mismo color, vi su hermosa piel blanca llena de hematomas y rasguños, sin contar sus viejas cicatriz, como la de la bala en si brazo.
- Deja de mirarme con lástima.
- Jamás te miraría con lástima - suspire - Te miro por que si Tony no hubiese llegado a tiempo, no hubiese seguido teniendo la suerte de verte - apoye mi frente con la de ella - Prometo protegerte aún más.
- Gracias Mike, agradezco todo lo que haces por mi - beso tiernamente mis labios - ¿Me ayudas? - señalo lo que restaba de ropa.
- Por su puesto - le sonreí.
Luego de habernos bañado juntos, estabamos en la cama, ella dormía con su cabeza en mi pecho, estaba dormida profundamente, estaba cansada y aturdida por todo lo qué habia sucedió, mañana espero que sea un buen día para ella, estaba frustrado por cada intento de querer protejerla, no se lo merecía, a veces pienso que fue una desgracia que Tony volviera a su vida.

Megan 1.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora