Megan 1.0

22- Megan según Tony

Narra Tony:
Estaba dormida en la cama, bueno, si a eso se le puede llamar cama, claro. No le había dicho nada, pero lucía mucho más delgada, y tenía unas ojeras espantosas, esto es mi culpa, nunca tendría que haberla traído a Afganistán.
-¿Está todo en orden?- Yinsen llamo mi atención, volví mi mirada hacia el frente, donde estaba trabajando con el.
-Si, eso creo- resople- ¿Estás seguro de que esto funcionará?
-Por supuesto que si- miro sobre mi hombro, deduje que miro a Megan que estaba dormida a mis espaldas- Eres afortunado Stark, tienes una hija maravillosa.
-Me gustaría que ella estuviera en casa ahora mismo y no aquí, no quiero que le suceda nada, ya sabes, no llevamos tanto tiempo juntos.
-Lo se, se que la paternidad es algo nuevo para ti.
-Algo asi- di media vuelta y la mire nuevamente- Creo que no lo manejo tan mal.
-No, claro que no; ella es muy buena, no se parece en eso a ti- soltó burlón.
-Lo se, es mejor que yo, y será aún mejor- vi como se giró en la cama y seguía durmiendo- Solo quiero sacarla de aquí.

Creo que tener a Megan en mi vida, se siente algo extraño, no del modo malo, solo que no alcance a estar tanto tiempo con ella cuando nació, hasta sus dos años de vida estuve con ella antes de que Sarah me la arrebatará, y ahora 15 años después la tenía conmigo, se que nada reemplazara esos años pero trato de hacer lo que puedo. La amo, es mi hija, mi corazón frío y calculador la ama, a su manera.
Recuerdo como si hubiese sido ayer cuando conocí a Sarah, era la chica mas linda, cabello castaño oscuro y ojos muy claros, labios finos y una gran sonrisa, y destaco que también tenía un hermoso cuerpo, me gustaba, me gustó tanto que luego de salir por un tiempo me enamoré de ella.
Luego de un tiempo ella llegó nerviosa a mi casa, sos ojos celestes me transmitían inseguridad y miedo. Luego de un largo interrogatorio que le hice para saber qué sucedía soltó dos palabras que nos cambiaría la vida a todos "Estoy embarazada". Estaba asustado, muy asustado, éramos unos adolescentes, no teníamos idea de nada, pero hice lo mejor que pude, a pesar de todo iba a tener una hija, iba a darle todo, iba a hacer el mejor padre del mundo, aunque no tuviera idea de cómo serlo, Howard no me había dado un buen ejemplo sobre eso; como sea, creo que la parte mala de esto, fue cuando todo el mundo se enteró que me iba a convertir en padre, Sarah odiaba eso, su vida cada vez era más pública, pero creo que me amo como para soportar eso.

El 15 de junio de 1990, a las 9 de la mañana conocí a Megan, luego de un largo trabajo de parto, la tuve entre mis brazos, era tan pequeña, frágil, tenía su piel blanca y su cabello castaño claro, dormía tranquila mientras que con sus pequeñas manos sostenía mi pulgar. Miraba su pequeño rostro y todavía no podía creer que ella era mi hija, era una parte de mi, era lo mejor que pude hacer en mi vida, y digan lo que diga, me importaba una mierda, me sentía feliz, y esto nadie ni nada me lo iba a arrebatar. No sé qué haría o que sería lo mejor para ella, pero intentaría hacer lo mejor para ella.
Howard aparentaba ser duro y frío cuando la conoció, pero todos sabíamos que detrás de esa apariencia, había un corazón, un corazón que Megan logro ablandar. Y si hablamos de María, esa mujer se volvió un mar de lágrimas de la emoción, ella era muy cariñosa, no sé cómo puede soportar a mi padre, de todas formas, no sé de qué me quejo, yo soy igual a mi padre, espero que Megan no sea así cuando crezca.
Y si hablamos de la familia de Sarah, todos estaban contentos y felices con la llegada de Megan, era de saberlo, su familia es más afectiva que la mía.
Todo era perfecto, bueno, no tanto, Sarah estaba por terminar la secundaria y yo seguía en la universidad, y casi siempre discutíamos por eso, casi nunca teníamos tiempo para ambos y mucho menos para ser la pequeña familia que éramos. Luego de que Megan cumpliera un año, todo se desmoronó, un día de Diciembre como cualquier otro, mis padres decidieron irse de vacaciones, recuerdo haber discutido con papá y no prestarle atención a los concejos de mi madre, se subieron al auto para dirigirse al aeropuerto y tomar un avión con destino a las Bahamas, pero nunca llegaron al aeropuerto, tuvieron un accidente y murieron. Dicen que la naturaleza de la vida es que los hijos despidan a los padres, pero yo apenas tenía 19 años, no tenía que despedirlos a tan corta edad.
Luego de eso, tuve que hacerme cargo de una parte de Industrias Stark, ya no tenía tiempo para muchas cosas, entre la universidad y la industria, y millones de cosas más que demandaba eso, Sarah tomo sus cosas y a Megan y se marchó.

Había llegado a casa preparado para pedirle matrimonio a Sarah con el mismo anillo que Howard se comprometió con María; sé que las cosas no estaban bien, pero quería casarme con ella para que supiera que a pesar de todo quería consolidar la familia que habíamos formado, estaba algo nervioso, muy nervioso, sé que últimamente no le prestaba atención a ella o a Megan, pero no por eso significaba que ya no las amara. Caminé hasta las sala y vi el televisor prendido, subí las escaleras, entre a nuestra habitación y no había nadie, encontré los armarios abiertos y con los estantes vacíos, fui corriendo hasta la habitación de Megan y solo estaban sus juguetes y su cuna vacía y ahí me di cuenta que ya lo había perdido todo, que nada iba a ser lo mismo para mí, nunca jamás.