21- Algo tenemos que hacer

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Un mes, un maldito mes, un puto mes encerrada en esta cueva apestosa. Me sentía mal, no solo físicamente, sino sentimentalmente, no había pasado nada nuevo desde el primer día, solo comer una vez al día, y escasamente me daban una manzana y por supuesto agua, creo que voy a desaparecer de lo delgada que estoy. Me sentía frustrada, cada vez mis esperanzas de salir con vida de aquí junto con Tony, eran pocas y lo peor de todo es que no puedo hacer nada, no tengo ánimos de hablar y mucho menos de pelear o defenderme de los golpes que me daban cuando decía algo que no les gustaba, esto era devastador, sentía que la luz que tenía dentro de mí se iba apagando de a poco. A Tony lo dejaban venir a verme cada dos o tres días, pero solo por media hora o algunos minutos más, era una situación incómoda, no podíamos hablar de nada ya que siempre estábamos vigilados.

-Tu padre y yo tenemos un trato, el pidió tu ayuda, al parecer tú podrás ayudar con lo que le pedimos- hablaba bien español, pero se notaba que su acento era árabe- A partir de ahora estarás con el, y cuidado con lo que hagan, si hacen algo que no nos gusta, les volaremos la cabeza, ¿Entendiste niña?- yo solo asentí desganada- De acuerdo, levántate, vamos- me puse de pie mientras que el sujeto calvo hablaba con los sujetos que me vigilaban, en este momento me arrepiento de no  haber tomado esa clase extracurricular de idiomas en la preparatoria.
Me sacaron de la cueva de donde estaba, y si, era literalmente una cueva, las paredes eran rocas y el piso tierra, se notaba que estábamos algo abajo de la tierra, hacia frío, pero no tanto como en el lugar donde yo dormía, a los costados del estrecho pasillo, habían algunos guardias con armas, la verdad que nos tenían bien vigilados.
-Es aquí- nos detuvimos enfrente de una puerta de metal- Diviértete- soltó burlón.
-Me divertire cuando use tus ojos como pelotas de ping pong- dije en voz baja.
-¿Acaso dijiste algo?- me tomo de mi moño, haciendo que mi cabeza doliera.
-Sueltame-le dije- ¡Sueltame imbécil!
-¿Megan?- se escucho la voz de mi padre del otro lado de mi puerta- ¡Sueltas o te juro que le digo a tu jefe que por tu culpa no terminaré el trabajo!- le dio un golpe a la puerta.
-Ya lo oíste-dije- Sueltame- me miro algo con furia, y me soltó bruscamente.
-No me toques nunca más- solté.
-Te tocaré cuando quiera y adónde quiera- sin pensarlo dos veces, le di un golpe en su entre pierna, automáticamente todos los demás que estaban ahí me apuntaron con sus armas y recargaron listo para dispararme.
-¡Meg!- grito mi padre.
-Descuida, estoy bien.
-Si fuera por mí, ya estarías muerta- dijo aún más enojado- Que desaparezca de mi vista ¡Ahora!- grito el calvo ahora sin bolas.
Me tomaron bruscamente, abrieron la puerta y aventaron al suelo de tierra fría. Mira hacia atrás luego de caer en el piso y vi como cerraban la gran puerta.
-Levántate- volví la vista al frente y ahí estaba Tony extendiendo mi mano, la tome y me puse de pie, en otra situación me hubiese sacudido las rodillas, pero hace un mes que llevo puesta la misma ropa, así que no me importa.
-¿Que tipo de trato hiciste con no sé quién para que yo esté aquí ahora?
-De eso te quería hablar- se sacó la sudadera y al ver su pecho quedé boquiabierta- Tu idea de sintetizar funcionó.
-Pero, pero...- me costaba formular una oración en mi mente para que saliera por mí boca- Como, que, pero...- Jinsen me interrumpió.
-Ese reactor ayuda a mantener con vida a tu padre- mis ojos se agrandaron como dos platos- Luego de la exploración, muchas esquirlas quedaron en el, algunas no las pude sacar, así que busque algo para mantenerlo con vida, primero fue una batería de auto, pero cuando despertó, tubo esa idea.
-¿Puedo?- extendí tímidamente mi mano a su pecho.
-Adelante- primero lo toque con las puntas de mis dedos, tenía miedo de causarle dolor. Era azul con algunos destellos celeste, grueso y algo pesado, no me entraba en la cabeza la idea de que esto mantenía con vida a Tony, este era su nuevo corazón, bueno, si es que alguna vez tuvo- No lo puedo creer- musite- ¿Tú estás bien? Me refiero, al tener esto en ti, ¿Te afecta en algo?
-No-negó con la cabeza- Y ya que tú sabes esto, te contaré que es lo que planeamos para escapar de aquí con Jinsen.
-Soy toda oídos Stark.

Megan 1.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora