Estaba literalmente en una cueva, estaba todo oscuro y hacia frío. Tenía mucha hambre, no solo anhelaba comer aunque sea una manzana, quería una botella de agua, sentía mi garganta seca y mis labios partidos, hace una semana que me tenían así en este agujero. Me dolía el cuerpo, solo tenía para dormir un colchón no tan grueso en el piso con una manta, la verdad que prefería estar muerta antes de seguir un día más así.
Tenía vendas por varias partes de mi cuerpo, al parecer se tomaron la molestia de sacarme los pedazos de esquirlas del cuerpo, pero aún dolía mucho.
No sabía nada de Tony, nada de nadie, esto era el infierno. Tenía hambre, sed y sentía que en cualquier momento me iba a desmayar o morir, se debe sentir lo mismo creo.Estaba sentada en el colchón, trataba de pensar en algo para no perder la cabeza en este lugar, pero el ruido de la gran puerta de metal llamo mi atención, varios hombres entraron por ahí, cada uno portaba un arma en sus manos, todos me apuntaban, a mi, como si tuviera ganas de pelear o discutir, literalmente sentía un descenso dentro de mi, como si me fuera apagando de apoco.
Estos sujetos comenzaron a hablar en árabe, más bien gritaban; luego de que entraran vi a Tony detrás de ellos, venía caminando junto con un hombre delgado de lentes. Automáticamente saque fuerzas para levantarme e ir corriendo adónde estaba mi padre, pero no fue suficiente fuerza ya que caí de rodillas al piso, me sentía muy débil y mareada.
-Megan- llegó rápidamente a mi lado y se tiro al piso para quedar a mi altura.
-Papá- solté al verlo directo a sus ojos cafés- Estás vivo- forcé una sonrisa.
-Y tu también- se abalanzó hacia mí y me abrazo- No me perdonaría si algo te hubiese sucedido.
-Estoy bien- dije- Solo estoy algo mareada- nos separamos.
-Ven, levántate- se puso de pie y extendió su mano, yo solo la tome para luego estar parada a su lado.
-¿Que está sucediendo?- pregunté en voz baja, se que era algo en vano, ya que estos sujetos no hablaban español, pero de todas formas lo hacía.
-Meg, esto es lo que pasa- poso su mano en mi hombro- Quieren que los ayude a construir unas armas, no sé para qué, pero quieren que lo haga- su tono era serio y preocupante.
-No lo hagas Tony.
-No tengo otra opción- me interrumpió- Si no los ayudo te matarán.
-Pero Tony, ya encontraremos como salir de esto.
-Meg, mírate- sus ojos se cristalizaron- Estás echa un desastre, no sobrevivirían una semana más en este agujero, tengo que hacerlo por ti hija.
-¿Que nos garantiza que ellos nos liberarán cuando tú cumplas con lo que te pidieron?- le dije.
-Nada, pero antes de que ellos te toquen, ya se me habrá ocurrido algo para largarnos de aquí- beso delicadamente mi frente- Te lo prometo, saldremos vivos de aquí- dirigió su mirada hacia el hombre delgado de anteojos- Yinsen, diles que hay trato si le dan comida y agua a Megan todos los días- este sujeto al parecer era el intermediario entre Tony y los árabes, como Tony y yo no sabíamos hablar árabe, el lo hacía a la perfección.
-Dicen que de acuerdo- respondió ese tal Yinsen.
-Meg te prometo que todo saldrá bien- un hombre calvo entro al lugar.
-Vamos Stark, el jefe quiere verte- me di cuenta de quién se trataba cuando lo vi directo a los ojos. Era el mismísimo que entro hace unos meses a mi casa y trato de asesinarme, el tipo alto y calvo, ahora todo tenía sentido- Hola mocosa- soltó al verme.
-Maldito bastardo- quise darle un golpe en la cara, pero el fue mucho más rápido que yo y me dio un golpe en el estómago haciéndome caer de rodillas al piso del dolor. Seguido de eso escuché discutir a Tony, no supe que tanto dijo ya que todo se volvió oscuro, otra vez, para mí.-Niña, despierta - escuché que me llamaban, esperaba despertar de un mal sueño, pero no, el infierno era verdad. Abrí mis ojos y me encontré con el hombre que estaba con Tony.
-¿Yinsen?- pregunté confundida-¿ Que haces aquí? ¿Donde esta Tony?
-El está bien, está haciendo lo que le piden, yo vine a traerte esto- me dio una botella de agua y un plato con comida, no tenía aspecto de comida, pero no me iba a poner a debatir eso, tenía mucha hambre.
-Gracias, creo- tome las cosas con cautela- ¿Tú eres bueno o malo? No quiero comer algo envenenado.
-Yo estoy prisionero al igual que tú y tu padre, pero descuida, saldrán de aquí cueste lo que cueste.
-Eso espero- resople.
-¿Tú estás bien? Quiero decir, ¿Te duelen las heridas? Me costó sacar algunas esquirlas.
-¿Tú lo hiciste?- él asintió con la cabeza- Si, estoy bien, gracias por hacerlo.
-Tu papá fue el más grave, pensé que no lo iba a poder salvar.
-Pero está vivo gracias a ti, así que te debo mucho.
-No solo gracias a mi, gracias a sus ideas también- se levantó del colchón y fue hasta la salida.
-¿A qué te refieres con eso?- pregunté analizando en mi mente lo que acababa de decir.
-Cuídate Meg- soltó antes de irse por la puerta de metal.Me sentía sucia, fea y decaída, creo que si no fuera por la comida y el agua que me daban, ya estaría muerta, a veces me quejaba de la comida que hacía mamá, pero ahora más que nunca desearía tener ese plato de pollo relleno con ensalada de lechuga y queso que me hacía, y hablando de mamá, ¿Sabría lo que pasó? Ni siquiera quiero imaginar cómo está si sabe que Tony y yo fuimos atacados y secuestrados, se que si salgo viva de esto, tratará de convencerme de dejar todo en Malibú y volver a Chicago sin ningún pero; y por supuesto que la entendería, es lógico, yo creo que haría lo mismo si los roles fueran visebersos. En estos momentos es cuando me pongo a pensar en todo y todos, ¿Y si las cosas no salían como Tony planeaba? Lo peor de cuando algo malo te sucede, no es el dolor que causa en ti, si no el dolor que causa en las personas que te rodean, eso sí que daba rabia, y literalmente no podía hacer nada, me tenían cautiva, y si llegase hacer algo que a los demás disgustara, me matarían.
Mike. No sé por qué se me vino el nombre del el, lo extrañaba, y mucho, mucho más si no sabía si lo volvería a ver. Sé que debe estar más que preocupado, y que si el estuviera aquí conmigo no se daría por vencido tan fácil como yo lo estaba haciendo. Era duro todo esto, no solo por la parte que estaba prisionera en una cueva, si no, que me iba a volver loca si no hacia algo.
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Megan 1.0
FanfictionHabía conocido dioses, criaturas de otros mundos, súper héroes de otra época, criaturas que vienen de galaxias lejanas, personas con poderes, creo que a mi corta edad había vivido y conocido más de lo que debería, pero no les contare todo ahora. Me...