La alarma repiqueteó en mis oídos. Abrí los ojos de golpe y me puse de pie. Miré por la ventana y el sol estaba por salir, aún no ha amanecido, son las seis de la mañana.
Y ahora es lunes, día en el que regreso a clases. No quiero.
Prendí mi teléfono para revisar si tenía algún mensaje o alguna llamada. No hay nada. Pero me reconforta ver esa fotografía de la media sonrisa de Asaiah.
Tomé una ducha y salí para tomar mi mochila. Bajé las escaleras y como era la rutina de clases, mi madre estaba terminando de cocinar el desayuno.
-Es el primer día de tu último año. –Estaba emocionada.
-Sí mamá.
Me senté en una silla y me serví cereal en mi tazón. Me estiré sobre la mesa y alcancé la leche. Comencé a comer renuente. Simplemente siento que todo acabó. Mi celular vibró y contesté.
-¿Hola? –Pregunté.
-Nena, feliz primer día de escuela. –Era Clarisa.
-Feliz día. –Dije tratando de parecer emocionada.
-¿Tienes tiempo de venir por mí?
-Sí, claro.
-Bien. –Chilló. –Todos se van a quedar con la boca abierta cuando nos vean bajar de ese coche tan hermoso que tienes.
-Sí, sí.
-¿Qué tienes, chica?
-Nada, estoy cansada.
-Bueno, te espero aquí.
-Claro.
Me metí el celular al bolsillo del pantalón y continué con mi desayuno.
-¿Vas a irte en tu coche? –Me preguntó mi mamá.
-Sí.
-Bueno. –Se acercó y me dio un beso en la mejilla. –Que te vaya bien, yo voy a dormir un poco más.
-Sí, mamá. Nos vemos más tarde.
Acabé mi desayuno y me lavé los dientes.
-Al menos tienes una mochila nueva. –Me dije en voz baja mientras salía de la casa.
Conduje hasta la casa de Clarisa y salí para tocar el timbre. Me recibió su madre con una sonrisa. Se ha teñido el cabello de rubio y se ve, curiosa.
-Christina, cariño. –Me dio un abrazo. –Clara no debe de tardar, estaba terminando de comer.
-Mamá. –Chilló Clarisa. –Chris, ya estoy lista.
-Vámonos entonces, nena. Hasta luego señora Martin.
-Con cuidado niñas.
-Sí mamá, sí. –Rodó los ojos Clarisa.
Entramos al auto. La energía vibrante de Clarisa me contagiaba y me sentía más emocionada y feliz.
-Comparemos horarios. –Dijo.
-Bien, ¿Qué clase te toca ahora?
-Historia universal avanzada. ¿A ti?
-Inglés avanzado.
-Bah, después.
-Matemáticas y algebra avanzada dos.
-Oye, yo no paso de Matemáticas tres y tú estás en avanzadas. Tengo química orgánica después.
-Bien, igual yo. Después me toca hora libre.
-Igual a mí. ¿Después?
-Literatura inglesa.
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Bestia
Teen Fiction-No te acerques demasiado. Esta oscuro haya adentro. Es donde mi demonio se esconde. Apreté los labios. El corazón se me subió a la boca. Es cierto, es un demonio, una, bestia. Una historia que le da un giro a la clásica historia del chico malo que...