Desde pequeña no he sido digamos normal. Me gustaba jugar con los niños, en lugar de muñecas con las niñas.
De chica nunca me parecí a mi mamá. Mi mamá tiene los ojos color miel, facciones finas y una nariz larga y curveada en la punta. Mi papá con su suave cabello negro y ojos cafés, con su cara más redonda.
Mientras que yo. Yo tengo el cabello como mi mamá, los ojos de mi padre y la cara como una extraña combinación de la de mi mamá y la de mi papá.
La última semana pasó más rápido que lo que me hubiera gustado. Cada vez se acerca más la fecha del primer día de escuela y me asusta de cierta manera.
Al salir de la cocina mi celular vibró escandalosamente en mi bolsillo y contesté lo más rápido que pude.
-Hola nena. –Chilló Clarisa desde la otra línea.
-Hola bebé. –Contesté.
-¿Tienes planes?
-Amm, todavía es temprano. No he llamado con Sat aun.
-Perfecto.
-¿Y tu novio?
-Tuve una discusión con él.
-Oh, ¿sobre qué?
-Hay es que el idiota olvidó que hoy cumplíamos dos meses.
-Oh, ¿tan rápido ya?
-Se pasa volando rápido el tiempo, verdad.
-La verdad sí.
-Dentro de dos semanas seremos las mayores en la escuela, ¿no te emociona?
-No mucho.
-Bah, entonces iré a tu casa, estaré ahí en veinte.
-Bien, te espero. Pero trae una película.
-¿Diario de una pasión?
-No, qué asco.
-Estirada, entonces. ¿Marley y yo?
-¿Es la del perrito?
-Sí.
-Ah, sí, está linda.
Fui rápido a tomarme el cabello en una media coleta y luego me quité el pijama, y me puse unos pantalones deportivos flojos. Bajé las escaleras y puse una bolsa de palomitas a hacerse en el horno de microondas.
Después de que saqué la bolsa del horno mi timbre sonó y me apresuré a abrir la puerta, dejando que Clarisa entrara dando saltitos.
Continuó con los saltos hasta llegar a la sala y se dejó caer sobre el sillón y lanzó la caja con el DVD sobre la mesita de noche. Fui por las palomitas, que las serví en un tazón y luego llevé dos vasos con refresco frente a la tele. Puse la película y ambas nos acoplamos al sillón a verla.
-No lo sé, pero Owen Wilson se me ha hecho muy guapo desde siempre. –Dijo y luego se lanzó una palomita a la boca.
-No lo sé, está algo viejo. –Dije imitando su movimiento con la palomita.
-Y mira quien lo dice, quien su novio tiene veintiuno.
-Déjame, ¿y Austin que edad tiene?
-Diecinueve.
-Acaba de salir del bachillerato.
-Así es.
-¿Y la universidad?
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Bestia
Ficção Adolescente-No te acerques demasiado. Esta oscuro haya adentro. Es donde mi demonio se esconde. Apreté los labios. El corazón se me subió a la boca. Es cierto, es un demonio, una, bestia. Una historia que le da un giro a la clásica historia del chico malo que...