Bestia

Capítulo 26

Doy varias vueltas frente al espejo. Aun no me acostumbro a esta imagen de mí. Llevo el vestido negro puesto. Tengo los tacones puestos y estoy maquillada (por mi mamá). Mi cabello está recogido en una coleta y llevo unas arracadas de oro.

-Te ves hermosa. –Me dijo mi mamá.

Puedo ver su reflejo en el espejo. Lleva un vestido rojo, muy lindo. Le llega a la rodilla y los tirantes son anchos. La que se ve hermosa es ella.

-Estoy comenzando a creer que es demasiado corto, mamá. –Dije con la vista clavada a la falda.

-Bromeas, así está bien. Te ves hermosa, hija.

-La que se ve hermosa eres tú mamá.

-¿Yo? Yo solo soy una vieja bien maquillada.

-No digas eso.

-Bueno, te espero allá abajo. –Dijo antes de salir.

Me estiré para tomar mi celular nuevo y entré a la cámara. Apunté al espejo y saqué una foto cuidando de que mi cara no saliera. Tomé mi pequeño bolso y comencé a bajar las escaleras. Mientras bajaba le mande la foto a Asaiah con un pie de foto.

Me siento como si fuera una muñeca de porcelana. Toda rígida y sin poder moverme.

La compañía de mi mamá había mandado un auto para que la recogiera. Estaba estacionado al frente. Era totalmente negro y se veía muy lujoso.

Ambas entramos en el asiento trasero. Es de piel y huele a nuevo. En seguida mi mamá entabla una alegre conversación con el conductor.

Mi mamá siempre ha sido muy amable y amigable. Es de esas mujeres que te habla de forma confiada sin siquiera conocerte y te ayudaría con mucho gusto si estuvieras varado en la carretera.

Tomé los audífonos de mi teléfono y me los coloqué en los oídos. La primera canción sonó. No sé si fue coincidencia. La primera canción fue All of me. La misma canción que había bailado con Asaiah antes. Me sonrojo de solo pensarlo y justo en ese momento recibo su respuesta.

Wow, Cure, te ves simplemente hermosa. Pareces un ángel. Me gustaría verte en este mismo instante y ver tu cara.

Estoy maquillada de forma exagerada. No te gustaría.

Tú te ves hermosa como sea. Incluso te debes de ver hermosa desnuda.

No puedo evitar sonrojarme. No sé qué responder a eso. ¿Cómo puedo responder a eso? Antes de pensar que pudiera poner me contestó.

Te sonroje. ¿No es cierto?

Sí.

He cumplido mi propósito en la vida. ¿No deberías estar en una fiesta?

Voy en camino, con mi mamá. Voy escuchando música.

¿Qué escuchas?

All of me.

Nuestra canción.

Sí.

Te extraño. Diviértete. Ya no me contestes.

Quiero contestarle pero me contengo y quedo como estúpida mirando la pantalla del celular. Y así dejo que pasen varias canciones más.

Tengo los ojos cerrados cuando llegamos. No me he dormido. Solo tengo los ojos cerrados. Suelo hacer eso cuando escucho música.

Mi mamá me sacudió el hombro para que saliera del coche. Cada quien salió por su puerta. Metí los audífonos en mi bolso y miré hacia arriba. Era un hotel de cinco o seis pisos de estilo colonial. Los reflectores realzaban todo el esplendor del hotel. Miré por unos segundos la fachada antes de seguir a mi mamá por las escaleras.