Capítulo 24: Fin de Año

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La última noche del año la paso con mis padres en la casa de mi abuelo paterno quien vive solo ante el fallecimiento de mi abuela un par de años antes de que yo naciera. Allí nos encontramos con los dos hermanos de mi padre: Ángel y Eduardo, con sus respectivas mujeres: Susana y Ana. Es una noche con más ilusión navideña debido a que somos un mayor número de primos: mi prima Anita sería la mayor con 18 años, luego iría yo y, finalmente, los más pequeños que son Angel Jr y Cristina con 6 y 3 años.

Una vez reunidos, nos sentamos a la mesa y, a pesar de que hay que estar pendiente de la hora para que no nos pille el año nuevo sin brindar, la cena se mantiene animada. De nuevo se ha tratado el tema de qué haré con mi vida, pero no he tenido que enfrentarlo solo ya que tengo el apoyo de mi prima quien acaba de empezar la universidad este octubre. Anita y yo nos cubrimos las espaldas. De hecho, nos llevamos bastante bien, no es una relación cordial entre familiares sino que quedamos de vez en cuando y nos contamos cómo nos va la vida. Además, los revoltosos de la casa tienen toda la atención de la familia por lo que he podido pasar desapercibido.

Después de otra cena donde se sirve más de lo que puedes llegar a comer, de formular los propósitos marcados para el nuevo año y brindar por él, debo cambiarme de ropa para salir de fiesta. Joaquín me ha convencido para ello y para ponerme un traje. Admito que en esto último no ha tenido que insistir mucho ya que me gustan los trajes y tengo la costumbre de fijarme mucho en ellos. He tomado la decisión de vestir un traje gris no muy oscuro junto una camisa blanca y unos zapatos negros, para completar el modelo me he puesto unos tirantes con un feo estampado de fondo granate con una pajarita igual. Sin embargo, no he podido arreglar mejor mi pelo aunque lo he intentado humedeciéndolo con agua.

Una vez vestido, recibo los halagos de mi familia y he tenido que posar con casi cada miembro de ésta. Mi abuelo Roberto me ha dado dos fuertes golpes en la espalda para demostrar su aprobación e, incluso, estuvo de acuerdo en salir en una foto con mi padre y conmigo. Cosa poco común en él. Quizás no ha sido tan mala idea dejarme convencer de esto. Entre abrazos, palabras bonitas y despedidas salgo de aquella casa para dirigirme al punto de encuentro con mi mejor amigo.


Al llegar al lugar, visualizo a Joaquín sentado en uno de los bancos de piedra junto una chica. Algo me había mencionado de que alguien más estaría con nosotros esta noche, pero no me imaginé que sería un alguien en femenino. El susodicho me ve y me saluda con la mano y una gran sonrisa.

A medida que nos vamos acercando, me permito observar el traje de mi mejor amigo. Lleva un traje azul oscuro con una camisa blanca tirando a gris muy claro y una corbata de un azul más claro. Además, calza unos zapatos marrones y los puños de su camisa se agarran con un par de gemelos del mismo tono que la corbata. Se ha puesto un poco de cera en el pelo, no cambia demasiado su peinado habitual, pero se mantiene como más intacto.

Por otro lado, su acompañante, lleva un vestido negro que se ciñe hasta su cintura y luego vuela de forma amplia hasta la altura de sus rodillas. Dicha prenda, tiene un escote que le favorece con su tipo de pecho y las mangas del vestido son francesas y terminan con un leve volante que se asimila al final del vestido. Acompañando al vestido, lleva un cinturón con una hebilla grande y reluciente de un tono rosa muy claro, unas medias de cristal negras con lunares del mismo color y, por último, unos botines negros de un tacón muy alto. Su pelo cae en ondas de forma natural y lleva un maquillaje muy suave junto un pintalabios del mismo tono que la hebilla.


-¡Feliz Año!- me abraza mi mejor amigo.

-Feliz Año.- sonrío mientras le devuelvo el gesto.

-Noah, te presento a Eleonora.

-Encantado.

-Igualmente.- me sonríe cálidamente.- Joaquín me ha hablado mucho de ti.

El Skate de Kobe BryantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora