7:21 am. 11 de enero de 2014.
Él me sonrió, ¿Qué pasará ahora? Desvié mi mirada hacia un carro de pochoclos. ¡No lo puedo creer! Hace cuanto que no veia a un carro, nunca. Desde que murió mi madre. Al parecer mis ojos se iluminaron.
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La miré, era tan bella. Era un ángel de cabello castaño. La noté como una niña dulce e inocente al ver un carro de palomitas. Le agarré su mano, y fuimos hasta alli. Pedí, cuando me dieron un paquete llenos de pochoclos se lo entregué, ella lo miró con felicidad. Que tierna que es. En este mundo, lleno de peligros, en un ángel con descuido, tengo que protegerla. Cuando sonrie, me siento con felicidad. Pero cuando la veo trizte mi corazón se rompe en diferentes pedazos. Haria hasta lo imposible de verla feliz.
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— ¡Oh Zayn! No sé como agradecerte. Amo estas cosas. — dije empezando a devorar esas esquisitas palomitas. El se rió.
— Te vez tan hermosa cuando sonries. — me sonrojé. — Y cuando te sonrojas.
— Eres todo un alagador — le dije con una sonrisa.
— ¿Te parece si salimos a divertirnos hoy?
— ¿Cuando? — salté de emoción frente a él, Zayn me robó un beso corto, mi cara enrojeció.
— Toda la tarde. — ¿Y Mecha? Le explicaré, me entenderá. Asentí contenta, y Zayn puso una mano a mi costado atrayendome a él, asi caminamos juntos abrazados. Sobresaltada me paré.
— ¿Qué hay de Jackie? — sentencié cruzandome de brazos.
— ¿Ella? No hay problema. Espera — saca su telefono lo pone en altavoz — ¿Hola, Jackie?
— ¿Si Zaynchu? — se escuchó su voz a travez del telefono rodeó los ojos.
— Escucha, debemos terminar.
— ¿Qué? Si somos el uno para el otr...
— No lo hagas dificil, ambos sabiamos que no funcionaba. Adiós. — ella resopló con rabia y él cortó.
— Espero que no me cortes asi, alguna vez — dije volviendo a caminar.
— No, no lo haria. Porque no pensaria nunca en dejarte. — lo miré ¿Podia ser tan caballero? ¿Y si se desvanecia? No, era real. Me acerqué a él y lo besé lentamente.
— A este paso llegaremos tarde a clases. — dije riendomé, Zayn se unió a mi risa.
Llegamos al colegio, faltaban 6 minutos antes de que tocara el timbre, en frente nuestro Jackie y sus secuaces estaban paradas en la llegada. Aqui vamos, una de sus escenas. ¿Qué pasará ahora? Esta rubia sin cerebro me miró mal. No tengo nada contra las rubias, mi amiga es rubia y tiene cerebro, es solo ella la que no tiene neuronas, seguro que de todas las rubias.
— ¿Cómo te atreves a dejarme por...esta? — dijo rebajandome con la mirada.
— Disculpa, yo no soy la que usa una minifalda más corta que un cinturón. Si denominamos "esta" estas equivocada. Tanto como tú y yo tenemos nombres. — contesté, me miró con odio.
— Bién. ¿Qué haces con... "_________________"? — dijo mi nombre haciendo comillas con sus dedos.
— Gracias por seguir mi consejo. — me burlé, hizo lo que yo queria.
— Oye, Jackie. Me gusta _________________ ¿De acuerdo? Mucho más que a ti, quiero tener una relación de verdad. Cosa que dudo que sepas que es. — habló Zayn, ya cansado. Dijo que le gustaba, grité de felicidad en mi interior.Jackie se acercó a él, notaba sus intenciones, cuando estaba por estar más cerca mi brazo lo impidió.
— ¿No sabes el significado de terminar? — le solté en la cara. Me fulminó con la mirada, y se volvió con sus clones.
Yo bufé, Zayn me miraba con una sonrisa en sus labios. Me apegó a él con un brazo en mi cintura y entramos a clases. Se mudó al lado de mi casa para estar conmigo por las noches y cuidarme, me compró esas palomitas que amo, terminó con Jackie por mi. ¿Esto es un sueño? Tengo a un principe a mi lado. Uno qué está escondido, bajo la apariencia de un chico normal. Uno, al que a mi me gustaba.
Toda la tarde estuvimos juntos, en parques llenos de gente por todos lados, juegos divertidos por doquier. Fuimos a una feria artesana, con cosas realmente lindas. Zayn me compró una cadenita con una "Z" grabada en el dige del colgante. La traia puesta, dice que es para que no lo olvide. Eso jamás pasaria, ¿Quién se olvidaba de sus perfectos ojos, su simpatica sonrisa, su amabilidad, su guapura? ¿Quién? Yo creo que nadie. Su sonrisa, me producia no mariposas en el estómago, sino; que mi corazón lata con fuerza. Haciendome suspirar, por dejarme sin aire.
Estaba enamorada de todo su ser. De él.
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