6:30 am. De 2014.
Mi despertador sonó, una y otra vez. Abri mis ojos sin ganas y recordé que mi padre vendria en cualquier momento. Le di un beso en la frente a Zayn y me levanté, ¿Es posible amar tanto a un hombre? ¿Amarlo a él? Agarré una toalla, ropa interior, un jean largo y una remera olgada blanca sin estampado.
Me metí al baño y encendí la ducha, cuando ya estaba calentita, me puse abajo de ésta y empezé a lavar mi cabello. Recuerdo sus palabras, nuestra noche, bajo el sonido de la lluvia, bajo el sonido de nuestra canción, que es la tormenta, como lo dije anteriormente. "Te amo mucho _____________________" Recuerdo eso, y sonrió hasta derretirme por completo. Estoy perdidamente enamorada.
Salgo y veo a Zayn con los ojos en la ventana.
— Hola, buenos dias — le dije.
— Buenos dias mi princesa — sonrió y yo igual — Es mejor que me cambie y vaya a bañarme en mi departamento.
— Sip. Te espero en la sala — me acerqué a Zayn y lo besé en sus labios. Dandolé un beso, dos, tres, cuatro. Y sonreí, al igual que él con una sonrisa de enbobado.
Nunca pensé que tuviera un novio, que se preocupa por mi, que me trata bien, que me ama. Cuando entré a la cocina vi el desayuno preparado, jugo de naranja, tostadas con manteca y una nota "Te amo. Z" Sonreí con todas las ganas de este mundo.
Zayn apareció sonriendo.
— ¡Ya te habias cambiado y me hiziste el desayuno! — le hablé cariñosa y alegre.
— Si, aproveché que estabas en la ducha. — me pusé de puntas de pie, y me besó, mis brazos alrededor de el descansando en el aire, y los de él en mi cintura. — Te amo mi novia.
— Y yo a ti mi novio — le dije empalagosa.
— Me voy cariño, desayuna bien. — me besó una vez más — Dios, ___________________. Tus labios son adictivos. — me sonrojé — Te quiero, adiós — depositó otro beso en la comisura de mis labios y se fue por la puerta cerrandolá, a los segundos se escucha timbre. Voy a abrir y Zayn me roba un beso. Yo sonrio.
— Te amo, ahora vé o se te hará tarde — puso sus labios en los mios formando un beso largo y dulce.
— Yo también te amo, de acuerdo — hizo puchero, y me lo queria comer a besos. Lo cual hize, me abrazé a él y lo besé en toda la cara. Se despidió con la mano acabo de unos segundos y se fue. Al frente estaba Mérida sentada en el cordón de la vereda. Se acercó a mi.
— Que dulce es tu novio. Son muy cariñosos los dos, son como la pareja perfecta ____________________. — Mérida tiene 10 años y es una verdadera dulzura.
— Lo sé linda, nos queremos mucho.
— Se aman — suelta una risita tierna — mejor me voy. Adiós.
— Adiós Meri — sonreí, y me incliné para que ella me besara en la mejilla, y luego correr hacia su casa. Ella siempre fue para mi como mi hermana pequeña.
Entré a mi casa de nuevo, con una sonrisa más grande que la del gato sonriente de Alicia En El Pais De Las Maravillas. Desayuné, agarré mi mochila y salí rumbo a la escuela.
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