Capítulo 16: Lágrimas de plata. (1/9).

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Los recuerdos de Remilia se convierten en ecos del pasado cuando recuerda aquellas risas llenas de inocencia, los abrazos de bienvenida y los juegos que ya se convierten en susurros del pasado. En ese instante no duda en dar paso a sus fantasmas: la muerte de su querida abuela Elizabeth Scarlet V; la muerte de Aliza; la muerte de sus padres, Alice y Anthony; el sufrimiento de la joven al cargar una cruz y las pesadillas de su hermana al ser testigo de la muerte de ellos. También recuerda cuánta sangre inocente de Aliza ha sido derramada por el asesinato por un cuarruaje, y la sangre de sus padres. Pero por alguna extraña razón esos recuerdos parecían romperse, dando como resultado de que aparecían pequeñas manchas rojas, además de un grito de terror.

Remilia rápidamente despierta de esa pesadilla, ya que su respiración está agitada y parecía aterrada. Al mirar a Flandre aún dormida, ésta empieza a temblar de frío sin quejarse. La peliazulada se levanta hasta ver el abrigo de su padre, y abriga a su hermana. Para evitar dejarla, decide abrazarla para calmar su miedo y prender una vela; la pequeña niña se tranquiliza al escuchar su respiración saliendo de su nariz. Y para evitar que la lastimaran, Remilia decide hacer guardia en la noche, pero debido a que el sueño la está haciendo presa, se queda profundamente dormida. Como si la noche estuviera llorando, empieza a nevar toda la madrugada. En el bosque, la chica empieza a llorar de tanta furia y tristeza mezcladas entre sí al no poder creer que su inocencia en su infancia le fue arrebatada; y ahora ya no había solución para soportar el dolor como si se llevase una cruz para luego ser ejecutada a través de la crucifixión. Yukari, llena de arrepentimiento y temor hacia la chica, se da cuenta que Alice y Anthony sacrificaron sus vidas para salvar a sus hijas.

-Señorita Yukari- dijo Ran, su compañera, al verla con tristeza y con su mano sostiene una rosa roja cubierta de nieve-, lamento que ella sufriera a causa de ese tipo de muerte tan violenta.
-Lo sé- responde Yukari con un tono melancólico en su voz-. Sé que no todos pueden ser felices. Incluso Dios a veces puede ser cruel, pero siempre puede ayudar las personas que sufren mucho- y sus ojos se llenan de lágrimas al morder su labio inferior casi a punto de sangrar-. Lo siento mucho. Regresemos a casa.
-Sí, señorita Yukari- obedece Ran. El portal se cierra después de que la tormenta de nieve cubra las flores del jardín. El viento ruge al soplar fuertes vientos helados; la chica soporta en frío al llevar su capa y visita la tumba de alguien que ha conocido, llevando una rosa blanca, esta vez manchada de sangre. De esa rosa, cae una mancha de sangre sobre la blanca nieve en frente de las botas de la joven simbolizando el dolor que ha sufrido durante mucho tiempo.

Dentro de la Mansión Scarlet, la calma y el silencio reinan por todas las habitaciones mientras que a través de las ventanas caen blancos copos de nieve, dando sombra por la luz de la luna y un paisaje lleno de extraordinaria belleza invernal por toda la noche. En la biblioteca, los cristales se tornan de un color azul con blanco; Patchouli permanece dormida después de escribir libros de magia. Koakuma, para que su señora no sufra de frío, la arropa con una manta; Remilia y Flandre duermen tranquilas al abrazarse, sintiendo un calor que no es del cuerpo, sino del amor de su madre que ya no está con ellas y tomadas de las manos; Meiling aún queda dormida junto con las niñas y abrigada para que no sufra de frío; y el color escarlata de los vitrales pronto se tiñen de azul mientras que la sombra de los blancos copos de nieve se reflejan en el piso. El jardín de la mansión se convierte en un hermoso paisaje lleno de nieve y escarcha al cambiarse por completo de que las flores sean rojas a unas hermosas rosas llenas de escarcha; las ruinas de la antigua Mansión Scarlet se llenan de la belleza invernal que reina en el paisaje; y por último, el bello paisaje del anochecer en Londres, Maidstone East y del ya olvidado pueblo de Denny, que ya no es más que un cementerio de casas que antes solía ser un pueblo con vida antes del incendio de 1874, se convierten en un majestuoso paisaje invernal lleno de magia y nieve. Pronto, luego de dos horas, empieza a amanecer dando una hermosa mañana de una Navidad llena de nostalgia y belleza jamás vista durante la madrugada; el primer canto del gallo anuncia que un nuevo día llega para comenzar el fin del año. Al escuchar el primer canto, Remilia abre sus ojos hasta ver a su hermana ver el amanecer. Flandre siempre es la primera en levantarse para ver el amanecer, y Remilia la acompaña para que no olvidarse de ese amanecer que veían ellas y sus padres.

-Este amanecer me llena de nostalgia al recordar mi primera Navidad, ¿y a ti hermana?- dijo Flandre.
Remilia responde con un suspiro al abrazar a su hermana, aún con los ojos llenos de lágrimas:
-También me hace recordar que mamá y papá nos levantaba para ver el amanecer. Pero éste, a pesar de ser frío, también puede ser hermoso.
-Hermana, extraño a mamá y a papá- dijo Flandre al voltearse con una voz temblorosa y con lágrimas en los ojos.
-Yo también los extraño- respondió Remilia al abrazarla-. Jamás podremos olvidarnos de ellos.
La pequeña niña empieza a sollozar sin control mientras que sus lágrimas parecen brillar con el rayo del sol, y Remilia agacha la cabeza hasta que una lágrima cae en el piso. La muñeca que lleva la tacita de té en sus manos también parece llorar, ya que sus lágrimas son de un líquido rojo que, al caerse, empiezan a confundirse con sangre. Los cristales de colores brillan con los rayos del sol, las estrellas de papel con las estrellas de cristal comienzan a moverse lenta y suavemente. Una mariposa blanca aparece en el hombro de Flandre. La niña la toma, pero cuando la mariposa la observa, se torna azul cielo.
-¿Mamá?- dijo Flandre al reconocer que esa mariposa es en realidad el alma de su madre. Al volar, las dos niñas observan cómo la mariposa se convierte en su madre vestida de blanco, quien voltea con lágrimas en los ojos y con una sonrisa.

-Las amo, mis niñas- dijo Alice Eleonor por última vez y desaparece hasta ver a Aliza, su padre y a su abuela vestidos de blanco. Alice, dijo sus últimas palabras a Remilia:

Sé valiente y siempre estaremos en sus corazones. Y salva a ella, para que le des una familia y una mejor calidad de vida. Esperaré que siempre te vamos a extrañar.

Las quiero de todo mi corazón.
Adiós...

Hola a todos mis queridos lectores:
Esta es la primera parte del final de esta historia. Sé que es muy triste la última parte, pero en realidad es el comienzo más emotivo de este final. Yo casi lloraba con este capítulo y con el soundtrack de Clannad "Snowfield" pero decidí ponerlo más emotivo. En fin, y además de la primera parte del final "Lágrimas de Plata", también es el primer capítulo del año. Espero que lo disfruten.

Atentamente:
La autora.
MareMobox45. :3

Touhou Biological Clock. (TouhouMaria#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora